Treinta Mil Somos Todos

Sin dudas el día de hoy no es un 24 de Marzo más. Movilizados de a cientos de miles los argentinos que colmaron las inmediaciones de la Plaza de Mayo, y sobre todo quienes no se movilizaron, vienen a toparse cara a cara con los ideólogos y con el programa político-económico corregido y adaptado a nuestros tiempos, que sirviera de sustento al latrocinio y el genocidio oligárquico de 1976. Lo vemos reflejado en el trabajo político comunicacional constante que emana del núcleo estratégico del poder central, en las prácticas represivas y deletéreas de las más elementales libertades individuales  y en la continuación del plan económico de Martínez de Hoz, cuestiones centrales que contextualizan este aniversario del golpe y agigantan la necesidad de fomentar niveles de conciencia social superadores con respecto a qué sucedió a partir del 76’ en Argentina y durante toda la década del 70’ en América Latina.

Pensar la Patria. Recuperar nuestra identidad. Recrear un “nosotros” potente.

En este marco donde prima una situación general de retroceso en políticas de derechos de humanos acarreados desde hace dos años, se hace más acertado que nunca el leit motiv o consigna elegida para la marcha de Abuelas, Madres y organismos de DDHH en la primera tarde de hoy: “Contra el ajuste, la represión y la impunidad, por una democracia sin presas y presos políticos ni genocidas sueltos«. La cuestión es social y es nacional, la represión y el ajuste no están disociados de la democracia macrista que encarcela opositores. Son dos tácticas que sirven a la misma estrategia, el desguace nacional en función de intereses ajenos.

Y el problema también es cultural, hay un lenguaje propio, nuestro, gaucho, mestizo, originario y cimarrón que tenemos que recuperar. Hay que resignificar el Nunca Más.

Nunca Más es una sentencia con un contenido muy poderoso. Su contundencia reside en la certeza de asumir que hay algo que no vamos a  volver a permitir, no se trata de algo que no puede volver a suceder por ósmosis, por el contrario; Nunca Más exige la construcción colectiva de las herramientas que nos permitan encarar la dialéctica liberación/dependencia con expectativas reales de vencer.

Son muchos más de 30 mil los compañeros asesinados por la dictadura de Martínez de Hoz, compatriotas trabajadores que fueron secuestrados y asesinados de sus fábricas, sus casas o sus sindicatos.

Actualmente muchos de los que prestaron sus campos, sus instalaciones, su logística y su capital para que se torture y asesine a los compañeros que se llevaban de las fábricas, de los sindicatos, de las universidades, de la calle están en la función pública, en libertad, siguen haciendo negocios con el estado, fugando la guita del pueblo. Tienen ingenios, factorías y “buena reputación” o a lo sumo pasan desapercibidos.

Para ellos construimos el “Nunca Más”, para ellos es la construcción colectiva, para aplastar de una vez por todas al andamiaje de humillación al que sometieron y someten a los trabajadores. Hoy la Oligarquía pretende volver a poner la bota encima nuestra con represión, desocupación y vaciamiento del Estado planificados de acuerdo a las necesidades del Imperialismo. Y nosotros les contestamos en la calle, todas las semanas el Pueblo les pone cientos de miles de personas en las calles resistiendo el despojo.

En la medida que seamos capaces de organizar esa fuerza y unirnos, el Nunca Más va estar cerca.

Ni olvido ni perdón. Treinta mil somos todos.

Sebastián Jiménez
sebastianjimenez@huellas-suburbanas.info