
08 Feb Tras cartón, decreto 949/20
Por: El Pibe de los Astilleros
En estos días, los que hablamos de temas marítimos, comercio exterior, buques y puertos estamos viendo un debate que se está poniendo picante, uno podría decir que esto es así porque es dentro del seno del mismo gobierno con personajes pesados, como el senador Taiana pidiendo un informe del Ministro de Transporte, Mario Meoni en el mismísimo senado y por la firma del decreto 949/20.
Nunca mejor dicho que removió las aguas este debate, ya que precisamente el 30 de abril de este año se vence la concesión del dragado y mantenimiento de la Hidrovia, en este punto para los que antes no nos hayan leído o solo no estén en tema vamos a hacer una reseña.
Allá por los años 90 en pleno gobierno de Menem,el Estado Nacional libera el comercio y desregula todo control sobre la hidrovía Paraná, entregando la concesión a una empresa belga, Jan de Nul, en sociedad con Emepa, un empresa argentina (Romero, su dueño, hoy acusado como coimero en la causa Cuadernos), llamada Hidrovia S.A. Esta empresa controla la autopista fluvial que comprende 900 km de rio en la zona núcleo y puertos de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, más de 80 puertos; 1,5 millones de contenedores ,100 millones de toneladas de cereales, movimiento de cruceros, y 700 mil vehículos, esta empresa cobra un peaje de 3,06 U$S por cada tonelada de peso neto. Esto le permite a la empresa la relación con las multinacionales del comercio exterior (demás está decir que no tienen gran interés por lo nacional). Esta empresa, además, draga permanentemente nuestros ríos a la necesidad de estas líneas de transporte, produciendo un gran impacto ambiental y mayores inundaciones a su entorno.
Por lo antes relatado, sería más que suficiente para que el Estado lleve a cabo una intervención, y esto parecía ser en el mes de agosto. El gobierno nacional convocó al “Acuerdo Federal de la Hidrovia” donde la idea era crear una “Administradora Federal de la Hidrovia”. Esta iba a ser con participación de 51% del Estado Nacional y el restante 49% de las provincias firmantes (Buenos Aires, Chaco, Formosa, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Misiones). Pero dos meses después, y justo el día del velorio de Diego Maradona, se publica el decreto 949/20 que habilita al Ministerio de Transporte a seleccionar mediante licitación pública internacional al mejor operador de la hidrovía, para la ampliación, señalización, dragado y balizamiento desde el km 1238 del rio Paraná (punto denominado Confluencia), hasta Aguas Profundas Naturales del Río de la Plata exterior (hasta el km 239 ) Punta Indio por vía del canal Emilio Mitre, Paraná de las Palmas, Paraná Bravo, Paraná Guazú, Rio Talavera, Rio Paraná –Océano Atlántico, a riesgo empresario y sin aval del Estado. Esto deja sin efecto a la empresa estatal y convoca al “Consejo Federal de la Hidrovia” que cumplirá con la función de dar asesoramiento. Básicamente es más de lo mismo: no solo no modificando lo que Menem hizo hace 25 años atrás y no dio resultado, está a la vista un modelo extractivista que nos deja sin trabajo y ahora sin alimentos o a precios donde no podemos controlar, sino que le sumamos la pérdida de una oportunidad histórica que es la de volver a controlar la navegación en nuestros ríos.
¿Por qué digo “más de lo mismo”? Porque es claudicar ante la imposición de las multinacionales los grandes consorcios y la bolsa de Rosario, que utilizan esa vía para triangular con Montevideo las exportaciones y así evadir impuestos, ejemplo claro lo ocurrido con Vicentín.
Algunos personajes, o como se dice en el mundo moderno de los negocios lobistas, están haciendo campaña de que la solución a estos males sería el canal Magdalena, para una nueva ruta comercial, con falsos cuentos “chinos”, de abaratamiento de los costos de fletes, de integración de la Argentina hacia el sur y más navegabilidad para recuperar soberanía en el mar argentino. Lamento decir que no es así: detrás de eso hay nuevas obras de dragado y generar una conexión para el modelo extractivista chino llamado románticamente el nuevo camino de la seda y así cambiar de collar, pero siempre volvemos a Don Arturo y” no se trata cambiar de collar sino de dejar de ser perro”.
Tantos unos como otros muestran estar jugando la guerra comercial entre EE UU y China jugando una de sus batallas en el Río de la Plata, y no comprometerse seriamente con el proyecto de país , en busca de pleno empleo ,ejerciendo soberanía.
Si todos de un lado y de otro estarían tan preocupados por la soberanía, la navegación y el control del comercio exterior, solo habría que construir buques que naveguen nuestros ríos según la profundidad de los mismos, el dragado sería sólo para mantenimiento y no para el requerimiento de los megabuques de las multinacionales del transporte.
Para esto necesitamos dos leyes que se encuentran con estado parlamentario y que la política demo-liberal ignora. Estos son: transporte por agua con reserva de cargas (E 2965D2020) este hace valer el derecho de que cada país puede exportar e importar el 50% de sus cargas en flota propia, o sea para buques de bandera nacional, para esto hay que construir flota mercante y en eso está la ley de fondo de desarrollo de industria nacional naval (E 2966D2020). Este consiste en el cobro del 2% al flete (no al producto), el costo aproximado del flete hoy es de 7000 millones de U$S, esto nos daría algo así como 140 millones de U$S todos los años.
Ahora, el decreto 949/20 que sostiene el modelo extractivista desde los años 90 y el modelo extractivista románticamente llamado el nuevo camino de la seda, ninguno deja trabajo en la Argentina. En mayor o en menor medida sigue dejando al país en manos del modelo agroexportador concentrando las divisas en ese sector , el estado afuera de todo control, en un país donde el 56% de la población económicamente activa tiene problemas concretos de trabajo, y el 40% de la población está bajo la pobreza.
Mientras esto pasa y los políticos profesionales y lobistas del mundo privado van y viene y lo que hacen es sólo confundir y caminar para dejar un modelo anclado los próximos 25 años, pienso que tendríamos que ir pensando en utilizar la aplicación del delito de Lesa Patria.