MISILES ENEMIGOS EN LA BATALLA CULTURAL

Cuando Facebook cerró las cuentas de Trump no te importó porque no eras trumpista, cuando bloqueó al gobierno de Australia no te importó porque no eras australiano, ahora se le sumó Google al manejo informativo, es tarde… vienen por todos nosotros.

Los algoritmos son herramientas tecnológicas de inteligencia artificial.  Su función es buscar, beneficiar y recordar únicamente solo aquella información que corrobora lo que nosotros creemos. De esta forma, las informaciones que nos llegan son afines a las nuestras, construyendo una virtualidad en la que  todos comulgan con lo que nosotros creemos.

Los algoritmos nos llevan a lo que nos gusta o debe gustar, y  evitan direccionarnos hacia lo diferente. Ya en 2017, se conoce que el 52% de la población mundial casi nunca cambia su opinión sobre problemas sociales importantes. El 53% escasamente escucha a individuos u organizaciones que tengan conceptos distintos. El algoritmo funge de este modo, como un dictador  que construye una nueva ingeniería  social por la que solo en un 50% de la opinión pública se generen espacios para aproximarse a lo distinto.

No se conoce con certeza el sistema por el cual Google combina los factores con que presenta los resultados de una búsqueda. Dos son las posibilidades que emergen como generadoras de la misma. La primera, para obtener la supremacía en la pantalla es el pago que los propios medios o empresas efectúan.  La otra ocurre cuando un medio se ocupa de búsquedas que otros no cubren.

El  director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, anunció una inversión inicial de u$s 1.000 millones para desarrollar «News Showcase» que supone una alianza con algunos medios de comunicación del mundo para crear «un nuevo tipo de experiencia informativa».  En esa experiencia, los editores tendrán la capacidad de «empaquetar» las historias que aparecen dentro de los productos de noticias de Google, «proporcionando una narración más profunda y más contexto a través de funciones como líneas de tiempo, viñetas y artículos relacionados.  Esquematizando la propuesta, podremos ser testigos de la mayor concentración informativa de la historia, profundizando el impedir el acceso a la posibilidad de aproximarnos a quienes opinan diferente,

El Grupo Clarín, La Nación y Editorial Perfil se unen a los más de 400 medios de noticias de varios países que han firmado acuerdos para que su contenido aparezca en Google News Showcase. En Argentina, la iniciativa cuenta hasta ahora con más de 40 publicaciones muchas de ellas, simples satélites del multimedios Clarín.

El buscador Google, en el rubro noticias, nos muestra en sus primeras líneas, al tope de la pantalla,  que Clarín tiene la supremacía de la información, con el 20,7 por ciento, seguido por Infobae, con 20,3 por ciento, y La Nación, con 18,6 por ciento. Demuestra que estos tres medios desarrollan líneas editoriales claramente opositoras al Gobierno Nacional ocupan el 60% de las publicaciones, casi la totalidad de la primer pantalla. Su diseño las diferencia y las destaca de las restantes. Por otra parte, desentonando con esta uniformidad, aparece el diario Página12 que reúne un 8,7%.

Estos datos corresponden a una investigación de Comunicadores de la Argentina (COMUNA) realizada durante 46 días, entre y noviembre de 2020.  La misma se efectuó en dos ocasiones diarias,   por la mañana y  por la noche. La temática cubría temas de actualidad como la pandemia en nuestro país, informaciones sobre el Poder Judicial, sesiones en el Congreso, actos oficiales, manifestaciones opositoras, etc.

Casualmente, estos tres medios habían autopromocionado como que trabajaban mancomunadamente junto a otros del interior del país para combatir las “fakenews”, siendo ellos los principales autores de las mismas.

Con Google News Showcase, los editores seleccionarán el contenido que se muestra, brindándoles una forma adicional de resaltar sus historias más importantes.  Sumado lo que han arreglado el año anterior más  este nuevo desarrollo en que ingresaron los medios concentrados recién mencionados y Google nos vamos a encontrar en serias dificultades informativas. Ejercitémoslo tratando de encontrar alguna nota desarrollada por periodistas de otros medios y cliqueemos, por ejemplo Víctor Hugo Morales, o Alejandro Bercovich o Roberto Navarro.  El algoritmo nos llevara a materiales u opiniones de Clarín, La Nación o Infobae sobre ellos, en vez de acercarnos a lo que en realidad buscamos.

Semanas atrás, Facebook había decidido bloquear tanto a los usuarios australianos como a las empresas de medios de comunicación para que no compartan enlaces a artículos de noticias y contenidos relacionados en su red social. Esa decisión fue fundamentada   tras la histórica medida reguladora  aprobada por la Cámara de Representantes y con amplias posibilidades de aprobarse en el Senado, que obligaría a los gigantes tecnológicos a pagar a las organizaciones de noticias australianas por utilizar sus contenidos.  Hoy la empresa de Mark Zuckerberg cambio su estrategia y afirma que invertirá alrededor de u$s 1.000 millones iniciales para lanzar Facebook News, emprendimiento más que similar al  lanzado por Google.

La mayoría de las personas que suelen navegar por Internet no se han percatado aún  que las las GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) han monopolizado su uso de tal modo que es casi imposible prescindir de ellas.  Esas gigantescas empresas continúan ampliando su poder y se colocan por encima de los estados y los gobiernos. Sin que se hubiese adoptado ninguna medida judicial, tanto Facebook como Twiter bloquearon sus redes al ese entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Una pérdida fundamental ha sido la objetividad informativa.  La pandemia que se desarrolla en las redes es la desinformación.  Los virus que proliferan en las redes son las falsas noticias, las narrativas delirantes, las “verdades alternativas” y la manipulación.  Nunca en la historia ha sido tan sencillo engañarnos y para peor, existen estudios neurobiológicos que confirman que nos adherimos más a lo que creemos, que a lo que contradice nuestras creencias. El peligro está latente y la híper-concentración multimediática favorece que siga creciendo.Créase o no, la derecha colonizó el espacio digital alrededor de determinados temas.

La construcción del engaño es más que sencilla.  Se toma un comentario intencionado, Facebook lo conecta a quienes tienen contenido (militantes de Juntos por el Cambio) con quienes tienen medios de comunicación (Clarín, La Nación y demás); y Google, a gente que tiene preguntas con gente que tiene respuestas.  Un ejemplo claro fue que culminada la Apertura  de Sesiones en el Congreso, tan solo 2 minutos después de finalizar el discurso del presidente, el ex ministro Lombardi expresó que Alberto Fernández “va a tener un cacerolazo inolvidable”.  Inmediatamente después ponen a funcionar en las redes a sus troll y simpatizantes convocando al mismo.  Clarín y La Nación titulan en sus ediciones electrónicas, “La ciudadanía está convocando a un cacerolazo contra el Gobierno”. Fin de la historia y comienzo de una nueva operación de la derecha. La síntesis es que los sectores dominantes, el establishment, son más homogéneos que el campo popular y así actúan.  Tengámoslo en claro.

Juan Carlos Dennin
juancarlos@huellas-suburbanas.info