Latinoamérica y la Guerra

El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nicolai Patrushev, visitó Venezuela y Cuba. En Venezuela Nicolás Maduro resaltó la visita del funcionario y comentó que hablaron de seguridad y geopolítica.

Luego de la entrevista con las autoridades venezolanas, el funcionario ruso voló a Cuba donde se entrevistó con el Presidente Miguel Díaz Canel y Raúl Castro.

Los cubanos declararon que el diálogo con el enviado de Putin fue sobre las excelentes relaciones que existen entre ambos estados.

Cuba tiene una relación más cercana con Rusia que el gobierno venezolano, desde que comenzó la guerra, aunque las entrevistas de funcionarios de Venezuela a todo nivel fueron moneda corriente desde el comienzo de las operaciones bélicas.

Incluso Rusia no manifestó ningún disgusto cuando trascendió que Venezuela retomaría las exportaciones de petróleo crudo a EEUU.

La visita del enviado de Putin viene a ratificar la línea directa de Moscú con Caracas y La Habana en un momento álgido del conflicto de Rusia con EEUU. Y donde América Latina vuelve a ser territorio de disputa, hay que destacar que varios países Sudamérica rechazaron el pedido de enviar armas a Ucrania.

Brasil se ha destacado al ofrecerse como mediador en el conflicto proponiendo un plan de paz que EEUU se niega a discutir, a partir de allí los medios de prensa occidentales vapulearon a Lula, cuestionando sus dotes de mediador.

Ser emisarios de la Paz

En verdad la hoy Latinoamérica agrupada en la CELAC (Comunidad de Estados Latino Americanos y Caribeños) tiene mucho que aportar en términos de paz para un mundo convulsionado. Es una región de más de 650 millones de habitantes y 33 países sin conflictos militares entre los mismos, y donde los conflictos tanto externos como internos se solucionan con métodos diplomáticos.

Las recientes conversaciones de paz entre el gobierno colombiano, el ELN y otras formaciones guerrilleras, hablan a las claras de esa política de paz.

En la región no existen desarrollos de armas nucleares, salvo el posible uso de la base inglesa de Malvinas como puerto para sus navíos con armas atómicas.

Todo lo expresado es negado por EEUU y sus aliados, cuando quieren imponer sus políticas guerreristas. Y se da la siguiente paradoja: “Nosotros, que nunca tuvimos enfrentamientos con Rusia tendríamos que apoyar a quienes nos han saqueado durante cinco siglo (en aras de la democracia y la libertad) para derrotar a Rusia”.

Argentina en su laberinto

Nuestro país, en general, ha votado todas las resoluciones internacionales que condenan la acción rusa como una invasión, dicha votación se hace con el argumento de que proceder en otro sentido daría vía libre a la política británica en Malvinas. Aquí nuestra diplomacia, a mi entender, cae en el error de comparar a las poblaciones de habla rusa que están en Ucrania con los Kelpers malvinenses. Vale aclarar que los Kelpers son una población implantada y no tienen comparación con el desarrollo natural de las poblaciones de habla rusa que habitan Ucrania.

Igual, nuestro gobierno no se ha sumado a la rusofobia desparramada por doquier por las usinas imperiales, cosa que sí hizo la oposición de derecha, que llevó banderas ucranianas a todos los cuerpos deliberativos acusando a los gobiernos nacionales, provinciales y municipales de ser corresponsables de la supuesta invasión.

Algunas conclusiones

Latinoamérica tiene todas las condiciones para convertirse en vehículo de paz, para acercar a las partes y buscar soluciones antes de que el conflicto siga escalando hasta límites que pongan a la humanidad al borde de la existencia.

No se resuelve ningún conflicto sumando armamento a una de las partes o con sanciones unilaterales a la otra, porque las mismas sólo agravan el conflicto y maximizan los daños a los pueblos.

Gabriel Sarfati
gabriel.sarfati@huellas-suburbanas.info