La fábrica de miserias

“Ustedes dejen de mirar al cielo y aprendan a observar… (…) mas no cantemos aún victoria; el vientre del cual reptó, sigue fecundo”. Bertolt Brecht, La evitable ascensión de Arturo Ui.[1]

 El proceso de decadencia económica y política que atraviesa la Argentina desde los últimos cuatro años ha llegado hasta el interior profundo, y el retrato de esta catástrofe social la vemos con la fábrica de calzados Dass -la más importante de la provincia en este rubro- que acaba despedir, bajo el gobierno de Cambiemos, a más 1200 trabajadores. Son 1200 familias de uno de los principales sostenes económicos de la ciudad de Eldorado, radicada aquí desde el 6 de agosto de 2007, en el ocaso de la presidencia de Néstor Kirchner y en la que la reactivación industrial dio sus frutos en la instalación de esta planta de capitales brasileños, y una de las principales proveedoras de la multinacional deportiva estadounidense Nike. Al final del mandato de Cristina Fernández de Kirchner en 2015, la fábrica llegó a albergar a 1600 trabajadores, de los cuales más de la mitad han sido cesanteados o directamente despedidos desde el arribo de Mauricio Macri al “sillón de Rivadavia”, sumándose a la infausta estadística de fábricas del mismo rubro cerradas durante su ciclo en la Rosada.

El 25 de octubre fue el corolario de la conciliación obligatoria establecida por la secretaría de Trabajo y Empleo de la Nación[2] y las consecuencias fueron las que, a priori, se esperaban sucedieran. No obstante, la fábrica continuará con sus funciones hasta 2020, pero con mucho menos trabajadores de lo que contaba a inicios 2019, y, pese a las declaraciones de la dirección administrativa que evacuaron los rumores de un posible cierre en diciembre, todo indica que mudarían sus operaciones de no superarse la recesión económica que afecta al país y a la provincia.

La crisis que está desarmando el tejido productivo, y, por tanto, lesiona de gravedad el empleo y el mercado interno que dinamizan a la localidad, plantea, en primer lugar, despejar una duda fundamental en términos político e ideológicos, y es que este proceso de agudización y deterioro que vive esta comunidad, y la provincia en general, no llega únicamente por palabra y obra del gobierno nacional que ha adoptado, desde su asunción, la apertura de las importaciones como itinerario económico, sino que encuentra su complicidad en los representantes parlamentarios misioneros, tanto del Frente Renovador de la Concordia[3] (actual gobierno provincial) como del otrora Frente para la Victoria. Nada de esto hubiera sido efectivo sin esta connivencia, que ha ido desde los holdouts, pasando por las leyes de reformas previsional y laboral y demás medidas impuestas por la gestión macrista. Todas ellas apoyadas por los mismos que se vistieron para las elecciones generales de octubre, de alternativa hacia las políticas que llevaron a esto que nuestra realidad local le está mostrando a todo el país. Nada más efectivo para señalar esta defección que ilustrando el papel que jugaron estas fuerzas políticas. No como un intento pueril y trivial de buscar culpables, sino como la simple demostración histórica de que los hechos sociales y económicos que afectan a los sectores populares, cuya odisea es escapar a los monstruos de la pobreza, el hambre y el desempleo que se hacen, como vemos, más grandes y tenebrosos, son un correlato de definiciones políticas tomadas por actores políticos que fueron, a priori, elegidos para defender los intereses del pueblo. Ese es el principal mandato y ha sido bastardeado, una y otra vez. Y los resultados los estamos viendo. Ergo, este territorio de la zona norte es parte de nuestra provincia y han sido muy pocos los que verdaderamente se pusieron al hombro la compleja situación padecida por los trabajadores de esta fábrica y el creciente deterioro y precarización del pueblo de este centenario distrito, antigua “Capital del Trabajo” del Alto Paraná, que celebró su aniversario de fundación con trescientos nuevos despidos en lo que va de este año.

Algunos me podrían decir que esto, en los términos que lo estoy formulando, no es conveniente para la actual coyuntura política, como lo era para la electoral que transcurrió hace apenas unas semanas; o, que hay que tener una mínima idea de lo que significa administrar una provincia para entender por qué se votó lo que se votó y se apoyó lo que se apoyó, y que es mejor guardar las críticas para otro momento, o peor aún: aceptar tranquilamente las decisiones tomadas por los parlamentarios provinciales. Pero es que esta situación está aconteciendo en este momento y estas más de mil familias, que ahora han quedado desguarnecidas, no entienden de tiempos políticos ni de dilaciones electorales. La espera institucional suele convertirse en una hoguera de ira, tristeza y desesperación. En una sociedad donde se intensifica la desigualdad y se incrementa la pobreza, perder el empleo es una tragedia, y esta tragedia ha sido dibujada, a lo largo de estos cuatro años, por estos personajes a los que acabo de mencionar -entre tantos otros-, respaldados por los oficialismos provincial y nacional. ¿Qué actitud han asumido los principales referentes provinciales en el Congreso ante el macrismo, la alianza político-financiera que se prepuso, desde el día uno, reducir a cenizas el sistema productivo nacional?

Reacción y defección son las dos palabras que definen a la casta política provincial, obediente de las decisiones del ejecutivo nacional durante este periodo, ¿para qué? Para esto. Para que veamos y padezcamos esto. Pues, estamos en presencia de una crisis cuyas víctimas sociales no tienen el privilegio de aparecer en los principales medios nacionales. Apenas si tienen espacio en la prensa local y provincial. Estas víctimas crecen como desierto en que se sumergió al país desde el 10 de diciembre de 2015. Una crisis cada vez más profunda y cuyas responsabilidades políticas son compartidas, pero sin duda, el que nos entregó al chacal del macrismo fue la Renovación, quien le sigue dando la espalda a la cruenta realidad que ella misma se ha encargado de generar y administrar. Ergo, Macri ha sido derrotado en las urnas, sin embargo, el daño que dejó continua su curso y el agujero social parece estar haciéndose más grande y alcanzando mayor hondura.

Este gobierno provincial, parafraseando al brillante Silvio Frondizi[4], se tomó el trabajo de bosquejar la decadencia económica, política y cultural de la realidad misionera, aplastada por el proceso de acumulación capitalista a escala financiera llevada adelante por el gobierno nacional, produciéndose la quiebra y destrucción del poco paisaje fabril que había. Situación que lo único que hace es poner en evidencia la descomposición económica y social que afecta al país desde realidades como la que vive un municipio como es el eldoradense Los enemigos del progreso histórico están, hoy, regados por todas partes, y habitan, aferrados a la legalidad del sistema democrático, en todos los niveles del Estado y han sabido hacerse del instrumental burocrático para mantenerse en el poder -algunos más que otros- y favorecer a determinados grupos económicos, cuyas nomenclaturas y porcentajes en la torta accionaria del gran capital ya son de público conocimiento.

A los capitalistas ya no les alcanza con la inclemencia de la explotación; ahora consideran que es necesario, para mantener el sistema que los alberga como clase dominante, excluir a las masas y extorsionarlas con quitarles sus puestos de trabajo si no se ajustan a una baja considerable de su salario y a relegar derechos sociales fundamentales que han sido una conquista histórica de la clase trabajadora. Como a estos capitalistas del nuevo orden postsoviético no les bastó con esto, tuvieron que desarrollar una teoría como forma de justificar su accionar punitivo sobre las capas más bajas de la pirámide social, y de este modo instalar en el imaginario colectivo que este hecho social es parte del devenir natural de la sociedad la cual necesita de sacrificios para seguir adelante, como si un trabajador fuera un animal para ser dado en sacrifico a algún dios de la lluvia mesoamericano para frenar las sequías. A este discurso habrán de llamarlo, desde los años 30, neoliberalismo. ¿Qué es Eldorado? ¿Qué es la provincia de Misiones? Una particularidad dentro de este sistema-mundo al que el signo de los tiempos venideros le imprimió el nombre de globalización. El grupo Dass, hoy, abandona esta recóndita comarca de la Triple Frontera para irse nuevamente a Brasil o, quizá, a otra región de nuestro país o del continente, y como saldo final, deja millares de familias a la veda de alguno de esos dioses precolombinos.

En suma, la vocación de la Argentina de continuar el macrismo, y, en buena medida, gobiernos que encarnan la entrega y la desidia, y como el de la Renovación, es la de una crisis profunda. Una crisis que nos terminará por aniquilar a todos, tarde o temprano, prolongada por la agonía y el ánimo de seguir viviendo. Ese ethos, que en los años del recordado Silvio Frondizi lo llamaban “resistencia”, hoy, le decimos “subsistencia”. En este capitalismo del siglo XXI lo que nos toca es subsistir. El reagrupamiento comienza a tomar forma aquí. Sólo aquí.

Fotografías: Gustavo Andrés Melgarejo

Referencias

[1]Teatro de Bertolt Brecht, Editorial de Arte y Literatura, La Habana, 1974, p. 324.

[2]Tras la reforma constitucional de 1949, el General Juan Domingo Perón crea el ministerio de Trabajo que le otorga rango ministerial a la secretaria de Trabajo y Previsión creada en 1943 por el gobierno del G.O.U. (Grupo de Oficiales Unidos), rubricando de esta forma la Declaración de los Derechos del Trabajadorformulada por Perón en 1947 durante su primer gobierno, que dos años más tarde será el artículo 37, parte I, de la Constitución peronista. El 5 de septiembre de 2018, el presidente Macri anunció que el ministerio pasaría a tener rango de secretaria dentro de la esfera del ministerio de la Producción, renombrándose de este modo como ministerio de Producción y Trabajo, mientras que el área de seguridad social,dependiente de esta cartera, fue transferida al ministerio de Salud y Desarrollo Social.La reestructuración del gabinete nacional -que pasódeveintidós ministerios a diez a través del Decreto Nº801/2018 que modificó la Ley de Ministerios- fue el contexto en el que se produjo el desguace de un pilar institucional histórico en la reivindicación de conquistas sociales de la clase trabajadora, similar a lo acontecido en 1966 con la dictadura de Juan Carlos Onganía, donde el ministerio pasó a ser secretaria dentro de la órbita del ministerio de Economía,recuperando su categoría ministerial recién en 1971. Cualquier semejanza con el presente, es pura coincidencia.

[3]El Frente Renovador de la Concordia es una alianza política fundada en 2003 por el entonces gobernador Carlos Rovira (Partido Justicialista) y el,hasta ese momento, presidente del comité provincial de la Unión Cívica Radical,Maurice Closs en elmarco de las elecciones a gobernador de ese mismo año,que conduce de manera ininterrumpida los destinos de la provincia de Misiones.

[4]Silvio Frondizi, “Conferencia pronunciada en el Centro de Educación Cívica Mariano Moreno”, de Azul, el sábado 24 de agosto de 1957, y cuyo resumen, que transcribimos, fue publicado en El Tiempo, Azul, domingo 25 de 1957, p. 1 en Doce años de política argentina, Praxis, Buenos Aires, 1958, p. 121. Esta obra del intelectual argentino, reúne una serie de pensamientos y posturas críticas al desarrollo del capitalismonacional de los años 40 y 50, periodo gobernado por el peronismo hasta el golpe de Estado acontecido el 16 de septiembre de 1955 bajo el nombre de “Revolución Libertadora”.

Maximiliano Pedranzini
maxi.pedranzini@huellas-suburbanas.info