LA COMUNICACIÓN EN LA ETAPA. ¿DÓNDE ESTAMOS PARADOS?

La comunicación en la Argentina atraviesa una etapa de transición, directamente relacionada con la asunción del nuevo gobierno. Estamos a la espera de políticas públicas que definan roles, perfiles y características de la nueva gestión.

Esto adquiere mayor relevancia por varios motivos, partiendo de la historia que los medios estatales tienen en nuestro país por un lado y por el otro –que a pesar de los recortes que le hizo el macrismo- la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sigue existiendo, con todo lo que ello implica.

Las nuevas autoridades se han encontrado en muchos casos (TELAM es quizás lo más emblemático pero no lo único lamentablemente) con un territorio arrasado: áreas completas donde no dejaron nada, faltante de equipos y materiales, etc.  Y por el otro, funcionarios macristas – en las más variadas funciones- que no se van a la espera de que los indemnicen.

El gobierno, por lo tanto, avanza con acciones, va restituyendo derechos, genera actividades en donde muchas veces, esa comunicación estatal viene detrás como una respuesta frente a  hechos que van sucediéndose. ¿Hay conciencia en el mismo, de que lo  comunicacional es parte indisoluble de lo político y por consecuencia, no debe desarrollarse en la perspectiva de tener buena prensa o un batallón de respuestas inmediatas en las redes sociales?

Desde el campo de lo estatal como lo comunitario, los medios pymes, las cooperativas, mutuales, asociaciones, sindicatos y diferentes organizaciones sociales hay que aprender de los errores de los años de Néstor y Cristina y poner en valor los muchos logros y las tareas que quedaron pendientes.

Necesitamos avanzar en mayores niveles de coordinación, fortalecer las redes existentes, compartir saberes, capacitación  y desarrollar contenidos potenciando nuestras propias capacidades. Muchas veces los egos, los protagonismos y los individualismos personales y grupales han sido demoledores para la construcción comunicacional del campo popular.

La vastedad de la destrucción macrista y sus acciones de tierra arrasada son un espejo donde nos miramos a veces, sin la necesaria autocrítica propia y como colectivos, en donde tampoco puede soslayarse la doble lectura que implica el ENACOM otorgando licencias  -oportunamente solicitadas- a medios comunitarios en estos dos últimos años.

Los recursos que todos necesitamos para trabajar y producir deben ser parte de una política, si la política es como tener recursos, volveremos a equivocarnos, viendo a un gobierno como una teta inmensa que nos provee el alimento indispensable.

La mirada debe estar mucho más allá, la etapa tiene otros desafíos y realidades muy diferentes a los que vivimos en “esos doce años” y en los últimos cuatro. No estamos en las mieles de la aprobación de la Ley SCA, ni en la resistencia al modelo neoliberal, pues bien, ¿cómo caracterizamos entonces la coyuntura inmediata y mediata, cuál es nuestro rol desde lo no estatal, y como coordinamos con las nuevas autoridades que van asumiendo?

Esto debe encararse, a su vez, reconociendo la realidad de un gobierno donde sobre la comunicación existen diferentes miradas, matices, e intereses inclusive.

La coyuntura transita en medio de estas preguntas y estos desafíos, en donde también es necesario habilitar el debate sobre cuáles son las tareas prioritarias, las cuestiones más importantes, las acciones de conjunto que debemos encarar para que el neoliberalismo nunca más regrese.

RED DE COMUNICADORES DEL MERCOSUR

Febrero, 2 de 2020.-

Carlos Borgna
carlos.borgna@huellas-suburbanas.info