Haedo y una simbólica expresión ciudadana contra el G20

Convocado por el colectivo «Pueblada del Oeste», casi en simultáneo con el horario de la celebración de la gala del G20 en el Teatro Colón y toda su ostentosa y explotadora concurrencia, un entusiasta grupo representativo de la ciudadanía de Haedo se organizó para manifestar su repudio a la presencia de la mencionada cumbre de presidentes que se llevó a cabo en nuestro país, y también para reiterar su condena a los dictados del FMI -que cada vez más desnuda su ingerencia en los planes económicos que aplica el gobierno nacional. 

Bajo el lema «Porque creemos que otro mundo es posible, alzamos nuestras voces y marchamos», «No al G20, al FMI y a las políticas de ajuste y tarifazos de Macri y Cambiemos», vecinos en buena parte movilizados en forma autoconvocada y con la presencia de algunos referentes de fuerzas de la centroizquierda y el peronismo locales, se dieron cita para hacerse escuchar un buen rato en la emblemática curva de Haedo, sobre Rivadavia frente a la estación del ferrocarril, y posteriormente emprendieron una marcha por la citada  avenida hasta llegar a calle Estrada.

Algunos automovilistas y colectiveros acompañaron con bocinazos la protesta, que incluyó volanteadas y no poca catarsis entre vecinos indignados con el presente que les toca vivir.

Naturalmente, la indiferencia de buena parte de la población de Haedo para esta clase de reclamos y movilizaciones, no es ninguna novedad, y debería alguna vez llamar a la reflexión, primero que nada a los propios habitantes tan encapsulados en su modelo individualista poco menos que a ultranza, y también a los principales dirigentes políticos del campo nacional popular, una vez más ausentes de estas convocatorias amplias, acaso en las que no se puede hegemonizar tan nítidamente la parada y, por qué no, respondiendo a ciertos y muy actuales mensajes desmovilizadores, recientemente impartidos desde las más altas esferas de la conducción política de dicho sector. 

De todos modos, frente al descontento social no hay verticalismo que alcance. Las protestas se abren paso, grandes o pequeñas, con un destino tan incierto y de lucha encarnizada como el futuro cercano -y no tanto- de la mismísima República Argentina.

Mientras tanto, el objetivo primordial fue concretado en Haedo: Hacer oír bien fuerte el descontento y la voluntad participativa de una parte de nuestra sociedad, frente a la entrega descarnada de un país entero a manos de la rapiña extranjera.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com