“GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA” O “GUERRA DEL PARAGUAY”

Hoy: PAISANDÚ

Es muy difícil para quien escribe estas páginas, ser imparcial al referirse al tema de la Guerra contra el Paraguay, y lo es debido a cómo se dio la confrontación, cómo se buscó adrede el enfrentamiento, la desigualdad de fuerzas en lucha, la saña contra el vencido, la falsedad y desparpajo manifiesto de nuestros gobernantes y de los brasileros, el papel tenebroso que jugó Inglaterra y por sobre todo el resultado final: Un país vencido, aniquilado para siempre, sin hombres  y casi sin mujeres vivas de entre15 a 50 años. Dicho esto, vaya mi homenaje al heroico pueblo paraguayo que murió peleando en defensa de su territorio, de su historia, de su libertad y por sobre todo de su orgullo latinoamericano.-

La violencia  empezó en Paysandú – Uruguay-,  este pueblo que se ubica frente a nuestra ciudad de Colón,  Entre Ríos:

El presidente  de Uruguay, Aguirre sustituye legalmente al presidente Berro. Es del mismo temple y color político que su antecesor.

El 6 de mayo de 1864,  llega a Montevideo el honorable  Consejero  (brasileño) Saraiva. Lleva en su carpeta el ultimátum  al gobierno oriental, pues Brasil, metido en el brete que le preparó hábilmente “nuestro” Bartolo Mitre, no tiene otra alternativa que retirarse de la banda oriental  ¿derrotado?  O, declarar la guerra. Pensemos que es una potencia muchísimo más fuerte que el Uruguay y si le agregamos que Inglaterra les habían inyectado el germen de la codicia, No queda nada por imaginar. .

No obstante, previo a decidir la suerte de las dos naciones, Saraiva, se encuentra con el muy poderoso banquero brasileño  -Barón de Mauá –quien le pone en conocimiento, que Solano López  ha convocado a sus milicias, que alcanzan a los 60.000 hombres. Este número es exagerado, no obstante  Saraiva se impresiona, se prepara y solo le queda una duda, ¿Qué actitud tomará Mitre? En caso de una guerra del Brasil contra el Paraguay.

Cuando se encamina a presentarse frente al presidente Uruguayo, en medio de su desconcierto y su miedo, tiene un motivo  para reconfortarse y animarse: En el puerto de Montevideo ha fondeado la escuadra brasileña al mando de Tamandaré. (Otro personaje siniestro).

Mientras tanto, en Buenos Aires, Mitre mantiene continuas entrevistas con el  cónsul inglés Míster Trotón, poco tiempo después almuerzan juntos con Elizalde (Ministro de relaciones exteriores  argentino). ¿De qué hablan? Fácil es presumirlo. (Dice, De Paoli) Tanto es así que al día siguiente parte hacia Montevideo Trotón junto a Elizalde y el representante del Uruguay en Buenos Aires, señor Andrés Lamas, a entrevistarse con Saraiva. Toma la palabra Thorton: -Nada de ultimátum, paz en la república (¿?) reincorporación de las tropas del General Flores (uruguayo que estaba enfrentado al gobierno legal y guerreaba en su contra apañado por Mitre) amnistía general y aceptación de una Comisión de paz, integrada por Francia, el Dr, Lamas (uruguayo) y Argentina, con esa propuesta  (la Comisión)  primero sale a buscar al General Flores, lo encuentra cerca del Rosario Y comienzan las  triquiñuelas y exigencias  de este hombre “difícil”: Que exige:  Que no se le pida que rinda cuentas de los dineros que había manejado, escalafón para sus soldados aún para los extranjeros (brasileños y argentinos) y 4.000.000.- de pesos para manejar a su antojo y otros pedidos de menor porte. Regresa la Comisión de paz a Montevideo, se comienza a tramitar, pero  mientras tanto el General Flores, mueve su ejército y avanza agresivamente 30 leguas…

Saraiva viaja a Buenos Aires, se entrevista con Mitre, se ponen de acuerdo, regresa a Montevideo y –ahora si – presenta su escandaloso ultimátum al gobierno uruguayo de Aguirre: Indemnización para  todos los ganaderos brasileños residentes en Uruguay por los agravios y las violaciones sufridas en doce años, en caso de no obtenerse satisfacción en el plazo de seis días “fuerzas militares y navales del Brasil entrarán en acción” Aguirre, previo acuerdo con su ministerio, rechaza el ultimátum. La guerra se inicia.

Avanza la armada brasileña y Tamandaré ordena  bombardear la plaza de  Paysandú, mientras  otro uruguayo el general Flores avanza, ataca y saquea con saña inaudita a todo poblado que encuentra en su camino a Montevideo. Pero, tal es la resistencia del pueblo de Paysandú que a los brasileños se le acaban las granadas y bombas sin ningún resultado, ¿Quién los ayuda? ¿Quién les provee  más balas y granadas etc., etc.?  Pues, “el neutral” nuestro Bartolo Mitre,  de Buenos Aires salen las nuevas armas que servirán para masacrar un pueblo glorioso.

Paysandú defendido solamente por su gente, un puñado de valientes al mando de un héroe  injustamente olvidado LEANDRO GÓMEZ, resiste, resiste heroicamente, tal es así que los  atacantes en un momento piden una tregua y le ofrecen a Gómez, que previo al ataque final saque de la ciudad a las mujeres, a los chicos, a los viejos  y a los enfermos. Así se hace, las mujeres (no muchas) los niños y algunos viejos  fueron llevados a la isla Caridad, que se encuentra en el medio del Paraná frente a sus costas, hecho lo cual se reinició la  desigual batalla que no terminó inmediatamente sino que continuó por días y días debido a la ferocidad con que los uruguayos defendieron su honor y su territorio. Cuando en la ciudad no queda piedra sobre piedra, cuando no quedan hombres vivos para pelear, Paysandú cae, las fuerzas brasileñas y las de Flores entran en sus calles, matan a quien encuentran en su camino, incluso heridos, tal era el odio que había despertado la inusitada resistencia. Se entrega Leandro Gómez, para que termine la matanza, le aseguran su vida, pero….pero… lo arrastran un par de cuadras camino al río y contra una puerta lo  fusilan sin más, por orden de Flores.

El pueblo argentino se conmueve y se horroriza al conocerse el desenlace y toma la figura de Leandro Gómez como un referente.

Mitre en Buenos Aires, se encuentra satisfecho conjuntamente con su Ministro Elizalde llevaron a cabo su plan con una maestría ejemplar, plan, que se  va a ir cumpliendo paso a paso. Lo que no esperaba era que el pueblo en los clubes, en los cafés, en las reuniones  iba a seguir hablando por mucho tiempo  sobre la gesta del pueblo de Paysandú,  de su heroicidad y de su ejemplo.

Debo aclarar, que el  argentino común estaba ajeno a los manejos de Mitre e Inglaterra, y todavía no  entendía bien que pasaba. Más tarde,   las masas populares van a reaccionar, y muchas cosas van a pasar, pero bueno, por ahora nos quedamos  con este sabor amargo del sacrificio de Paysandú.- Hasta  la próxima.-

Fuentes:

Paraguay 1865-1870.- Norberto Galasso

Historia de la Guerra del Paraguay.- José María Rosa

Cerro Corá – Agustin Perez Pardilla

Proceso a los Montoneros y Guerra del Paraguay –Pedro de Paoli –Manuel Mercado.