ELECCIONES 2023: No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos…

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.

Luego de las P.A.S.O. comenzaron los análisis y síntesis sobre la derrota del Frente de Todos. En su mayoría, venían de parte de las mismas  empresas encuestadoras y de sondeos de opinión que habían  vaticinado un resultado inverso al que se dio. Y aquellas presunciones se habían propagado hasta que se estrellaron con la realidad de las elecciones primarias.

Se ha hablado hasta el cansancio, y dado por cierto, como si fuera veraz, que la sociedad se ha derechizado. Es innegable que las derechas están avanzando fuertemente en el mundo, pero el transportarlo automáticamente hacia nuestro cuerpo social es una falacia, al menos hasta hoy.   Si se comparan los números escrutados con los de 2019, se puede apreciar que ese sector del electorado aumentó en 500.000 votos. Y si vemos el porcentaje, 3,2% que obtuvo Milei, es casi igual al que los Espert y  Gómez Centurión le birlaron  a Juntos por el Cambio en ese año.

Parte de la problemática parece surgir porque el Frente de Todos parece demasiado inclinado a recorrer la difusa “avenida del medio”.  Se complica al tener un discurso de izquierdas para retornar en 2019, mientras que en la práctica acomete solamente por el centro. Los factores de poder permanecen inmutables y sin interesarse por un pacto de convivencia democrática que sea entendido como salvación de la República.  Se le hace necesario abandonar el centrismo sin ninguna épica posible, ya que el peronismo enamora cuando enfrenta a los poderes fácticos.

Es obvio que el gobierno popular es mejor que su antecesor, el de Macri. Pero se le hace necesario encontrar un mejor modo que sea más fluido para la toma de decisiones. Tiene una diferencia primordial que lo distingue de todos los gobiernos que lo antecedieron: Alberto Fernández es presidente pero debe comprender que su poder no se asienta en el conjunto de los votos, y que Cristina Fernández tiene los votos pero no es presidenta.

La pandemia fue la principal causa de la derrota. Se perdió por los muertos, por los chicos sin clases, por los negocios cerrados y la juventud encerrada.  Fueron causas inevitables, pero que no se van a repetir.  Ha sido la causante porque coadyuvó a problematizar la economía, sumando además a que muchos no fuesen a votar.  Es cierto que se hicieron muchas cosas, pero en algunas importantes, se llegó tarde. Pasó con el precio de la carne, que se frenó al llegar a $ 1.000, se llegó tarde a frenar el dólar en 2020 al alcanzar los $ 195; no se frenó el alza del precio de los alimentos, se llegó tarde a gastar y a las políticas de ingresos.

En terreno electoral, se puede observar que dentro del Frente se encuentran quienes promovieron la creación de las P.A.S.O. en 2009, tras la aprobación de la Ley Nº 26.571,  Pero da la sensación de que no perciben cómo aprovecharlas cabalmente.  Y la ausencia de internas del Frente de Todos no incentivó el voto. Además, sucede generalmente, que quienes deciden no participar en las P.A.S.O. eventualmente apoyan al oficialismo y quienes sí lo hacen van a manifestar su oposición a la gestión de gobierno.  Esto se comprobó en las elecciones primarias de 2019, aunque es materia probabilística, más que de certeza. Casi la mitad de los votos que le hicieron falta al FdT, se pueden encontrar en el alto nivel de abstencionismo registrado, unos 2.600.000 electores.

En Noviembre se realizarán las elecciones generales.  Se puede prever, gracias a lo que muestran a diario los medios hegemónicos, lo que puede suceder en caso de que se reiteren o profundicen los resultados de las P.A.S.O.  Por lo tanto, la tarea de la hora en el FdT, es mejorar el resultado electoral, para consolidad al gobierno popular.  Para ello es prioritario que tanto los candidatos como los funcionarios se acerquen y escuchen tanto a las bases militantes como a los que simpatizan con ellos.

Argentina no fue el único país en donde el oficialismo fue derrotado. Todos los presidentes de países emergentes o subdesarrollados perdieron, y los que no, se encuentran con su imagen por el piso. Mas no se puede ignorar que cuando Mauricio Macri dejó el gobierno, el salario mínimo cubría el 60% de la canasta básica, y hoy solo cubre el 45%. Eso debe cambiar.

Hay que estar conscientes de que Argentina está sobreviviendo  a dos pandemias. La del gobierno de Juntos por el Cambio y la del Covid. Conocedores de que la deuda con el FMI dejada por Macri es realmente la peor herencia, ya que no se puede pagar ni tampoco “defaultear”.  Que tampoco existe un FMI bueno, o que se nos van a facilitar las cosas con la presunta relación de Kristalina Georgieva, su Directora Gerente, con el ministro Martín Guzmán.  Pero que, con todo y con eso, en las semanas que estamos transitando hacia el domingo 14 de noviembre se debe avanzar en medio de esta compleja realidad económica.

Tanto el kirchnerismo, como las demás fuerzas del Frente tienen una militancia territorial magnífica, que se mantuvo muy activa en la resistencia al macrismo y sus políticas neoliberales. Son ellos quienes desde cada barrio, desde cada localidad pueden transmitir las necesidades y demandas de los vecinos. De ese modo los ciudadanos se van a sentir representados,  y conciban así, que no es “el” gobierno, sino “su” gobierno  como siempre ha sentido al peronismo las mayorías populares. Cada dirigente, cada candidato, cada funcionario debe “llevar en sus oídos la más maravillosa música que  es la palabra del pueblo argentino”.

Hay situaciones, hechos o cosas que en ocasiones puedan quedar de lado. Pero ningún gobierno que incluya peronismo puede confundir el rumbo.  Y si en algún momento se perdió, debe saber orientar el derrotero hacia la Justicia Social. Se debe mejorar la vida de la gente no solo para optimar la perfomance electoral y quedar competitivos para 2023, sino porque es prioritario para el ser peronista y para la Patria que soñamos. La alternativa que se presenta es avanzar hacia una Patria Justa, Libre y Soberana o caer nuevamente en las garras del neoliberalismo.

 

Juan Carlos Dennin
juancarlos@huellas-suburbanas.info