El abuso

Procedemos de un Estado formado con la liquidación de pueblos originarios para producir un grupo de familias terratenientes con derecho al uso libre de ese mismo estado.

En el nuevo siglo, se erigieron dos o tres generaciones sobre el cuerpo de tantos militantes que  tejieron la larga tradición de rebeldías brotadas el 17 de octubre. Después de una matanza planificada sobre una cantidad de resistentes de todas las edades, pero especialmente cebada en jóvenes y trabajadorxs con experiencia en discutir derechos y política, se perdió esta parte de nuestra historia.

Luego llegó el tiempo del alquiler-tercerización del sello y el prestigio histórico del peronismo, ejecutado por un caudillo provincial de patillas recortables y pocos principios, quien durante una década hipnotizó con un peso – un dólar, haciéndonos creer que nuestra moneda valía lo mismo que los papeles de la potencia que tiró el muro de Berlín. En especial a esas capas de autosuficientes pagados de sí, y no sólo, llamados clase media. Ello en el marco histórico signado por un jefe político que privatizó las empresas de energía, puertos, ferrocarriles y todo lo que pudo malvender, echando a la calle a cuanto empleado público pudo echar, para no pagar a su vez una deuda que, inevitablemente, creció,  como siempre pasa cuando los ladrones mandan con voto popular.

Después que todo esto derivó, como no podía ser de otro modo en el aciago 2001, los Kirchner intentan revertir durante una larga década y desde el gobierno, con políticas potentes de justicia social, pero no acompañado por la organización de un espacio político unificado para sostener estas transformaciones, pues nos dio fuerza para resistir, pero no para avanzar.

Bastó con una campaña mediática de operaciones tipo misión imposible, con suicidas cambiados a asesinados, morsas, arrepentidos y documentales de ficción vendidos como realidad por los mismos que hoy siguen ocupando esas clases abiertas de odio fascista, llamados periodismo de investigación, para convencer y generar mayorías capaces de comprar un empresario evasor como presidente.

Nuestro 49% del 2015 fue la medida de lo que pudimos construir en 12 años de falta de espacios de debate interno, encolumnamiento y subordinación a una lógica y proyecto. La fragmentación de los movimientos sociales permitió la paz social en los 4 años del saqueo tarifario y el endeudamiento sin igual. Las divisiones del movimiento obrero también hicieron posible pocos paros y movilizaciones unificadas contra el peor gobierno de la oligarquía. Los mismos que probaron en la práctica todos sus prejuicios de política económica, ayudados  por sus jueces amigos y mercenarios mediáticos… pero aún así, fracasando ante propios y extraños.

Y volvimos al gobierno, pero atados de pies y manos con un aparato de trampas legales, micrófonos y cámaras al servicio de justificar los negocios de los patrones, la tierra, las empresas, el comercio externo, los dólares más concentrados que nunca, el odio social sembrado para no pensar en qué nos conviene sino en a quién les dicen que hay que escrachar.

Eso que llaman inflación es sólo uno de los lados del inmenso poliedro llamado la realidad, pero que sintetiza como en cada cara del cuerpo geométrico ya fractal, quién manda aunque otro gobierne. Y el comerciante te roba para protegerse contra el robo mayor de sus proveedores y así… hasta el escritorio y el celular de unos poquitos, los que realmente deciden cuánto te toca y cuanto no, de la riqueza que hacen o ayudan a hacer tus manos y tu tiempo de trabajo realizado.

El 17 vamos al Congreso para hablar de esto. De cómo nos sacamos la piedra que nos ponen en el cuello otra vez. De cómo con número y orientación unificada, damos un pasito hacia la unidad en la práctica y nos encontramos cara a cara, para hallar ese rumbo que le dé cuerpo a esa unidad, muchas veces declamada, pero poco comprendida. Nadie nos dirá como se hace. Tenemos que construirla para dejar de ser resistentes y convertirnos en los protagonistas que realmente decidan.

Gustavo Zapata
gustavo.zapata@huellas-suburbanas.info