De la noche inolvidable a un final abierto

Diputados otorgó media sanción al proyecto por la Despenalización del aborto.

129 a 125. Los números mágicos que tras un día completo de debates parlamentarios ininterrumpidos, otorgaron la media sanción al proyecto de ley que despenaliza el aborto, hasta las primeras 14 semanas de gestación, en nuestro territorio nacional.

En las calles el triunfo puede catalogarse como mucho más abultado, y seguramente decisivo a la hora del “poroteo” en la votación que se definió en la mañana del jueves 14 de junio en la Cámara de Diputados de la Nación. Mientras que los grupos de ciudadnos autodenominados “Pro-Vida” reunieron un puñado de miles de concurrentes a las cercanías del Congreso Nacional, las columnas de los pañuelos verdes que vinieron luchando para ganar este derecho fundamental de la libre decisión de la mujer sobre su propio cuerpo, engalanaron las adyacencias de la zona con cientos de miles de almas, cuyas gargantas estallaron en un júbilo largamente postergado, cuando antes de las 10 de la mañana, se dio a conocer la victoria parlamentaria. Que tiene mucho de simbólica, más allá de lo que resulte en la Cámara de Senadores cuando se legisle -se estipula que durante el mes de julio venidero- la sanción definitiva de esta ley.

Resulta trascendente la fuerte transversalidad del debate, que rompió los moldes de la famosa e inocultable “grieta” para, en todo caso, trazar al menos en torno a esta problemática, cuatro líneas de pensamiento, que van desde oficialistas pro-despenalización, oficialistas “pro-vida”, hasta opositores con las mismas disyuntivas y contradicciones.

El proyecto instala la posibilidad de que las mujeres decidan libremente. Se trata de una opción, no una obligación. Un derecho que tiende a adquirirse luego de décadas de reclamos en este sentido. Pero en los últimos años, con un incremento formidable del despliegue militante y organizativo de los colectivos de mujeres en pos de alcanzar mayor equidad de género en temas que van desde la violencia doméstica, el acoso callejero y laboral, los femicidios que se multiplican hasta la despenalización del aborto, bajo condiciones seguras y gratuitas.

Objetivamente, si la ley no llegase a prosperar en el Senado, el aborto clandestino -y el oscuro negocio que anida tras ello- seguirá existiendo; si la ley se promulga, quienes decidan interrumpir un embarazo por el motivo que fuera, podrán hacerlo en un lugar seguro y con el cuerpo de profesionales adecuados.

Algunos testimonios

Luego de finalizada la votación, el diputado nacional (Unidad Ciudadana) Fernando Espinoza, sintetizó lo ocurrido como “un gran acto de justicia social. Escuchamos las demandas de las nuevas generaciones que estaban en las calles”.

Por su parte, el ex ministro de Salud del gobierno que presidió Néstor Kirchner, Ginés González García, aseguró que la legalización del aborto trae “menos consecuencias para la salud, menos muertes, menos internaciones trágicas y menos abortos”.

Asimismo, resulta un enfoque valioso el que brindó por redes sociales el referente del Socialismo de Izquierda Nacional, Néstor Gorojovsky, quien advirtió que “ahora, hay que ir por el Senado y contra el régimen que destruye la salud pública. Y que con el poder de las finanzas tratará de esterilizar la ley convirtiéndola en negocio corporativo, si es que no la veta el monstruo inhumano de Mauricio Macri (…) el Pro no nos engaña. La grieta que ellos crearon sigue siendo política, por más que muchos quieran que sólo sea social y solidaria. Justamente por eso es política: cuando salga la ley del Senado, que ojalá salga, habrá que seguir peleando para que ningún gobierno títere de la usura siga destrozando la salud pública como lo está haciendo el actual. Sin salud pública digna no hay ley que sirva”.

Más allá de los dislates híperactuados que nos ofrece la agente Carrió en sus intervenciones mediático parlamentarias, la medida traza un reagrupamiento y una reconsideración de la temática al interior de las fuerzas del campo nacional popular, y del kirchnerismo en especial, que puede salir con ciertas “heridas” más expuestas que antes. De hecho, se coloca a Cristina Fernández -otrora insistente antiabortista- ante esta coyuntura donde cualquier manifestación contraria al interés mayoritario, la puede llegar a debilitar en la opinión pública, al tiempo que Cambiemos procurará por todas las vías reposicionarse con la manipulación de la media sanción de la ley en Diputados, en medio de una corrida cambiaria y un deterioro del poder adquisitivo del conjunto de la sociedad como hacía décadas no sucedía con tamaño vértigo. Es de esperar que el bloque que lidera CFK vote favorablemente en el Senado, y que los pruritos personales del caso, se reserven para el plano de lo privado.

Lo cierto es que el oficialismo -por las motivaciones que fueren- habilitó un debate parlamentario que hasta la fecha había sido negado en más de una oportunidad, por encima de las diversas banderías políticas que estuvieron a cargo de gestiones anteriores. Es un dato que Cambiemos no va a dejar pasar desapercibido…

Igualdad es sinónimo de Justicia Social

Guste o no, hay que remarcar que al proyecto de país que desarrolla el neoliberalismo, no le “cierra” esta ley en su esencia más genuina, por más que muchos legisladores de Cambiemos lo hayan votado saludable y positivamente. Y es por la sencilla y definitiva razón de que sin una salud pública garantizada por el Estado, que brinde la atención, la calidad hospitalaria y disponga de los elementos necesarios para realizar abortos seguros, la brecha entre ricos y pobres que tanto gusta de ensanchar el gobierno a través de sus medidas económicas, seguirá existiendo también en esta temática específica. No faltarán los tahúres que ofrezcan atenciones “Vip” en el negoción de las clínicas privadas, en desmedro del presupuesto que el neoliberalismo otorgue para la salud pública, universal, gratuita y de excelencia.

Quizás, como no podría ser de otro modo, la lucha se entronque en la raíz misma del proyecto de país que se pretenda elaborar, y por ende en la matriz económica con la cual se sustente el mismo. La moneda tiene distintas caras pero al final del camino, representa la misma disyuntiva: O un país para unos pocos beneficiados y millones de postergados, o un país con plena justicia social, donde no exista margen alguno para la casta parasitaria de privilegiados de siempre, y la igualdad de géneros se consolide sobre una base socio económica que otorgue las condiciones óptimas para ello.

El principal actor que va forzando y forjando este cambio de paradigma social en el tema que nos ocupa, avanza con alegría y sin pedir permiso; es el colectivo de mujeres que se instalan paulatinamente con mayor potencia y organización, lo cual será un escollo cada vez más duro para las ambiciones de un neoliberalismo y/o eventualmente un neoconservadurismo que, por si aún no lo entendimos, siguen siendo profundamente machistas.

Veremos cómo decanta la correlación de fuerzas en el corto plazo.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com