Caída en ventas en Farmacias del conurbano (y más allá)

La mala costumbre de conversar, meter el hocico, curiosear e investigar mucho más que lo que muchos suponen, permite al cronista obtener fuentes de primera línea y exponer los hechos sin el menor atisbo a tufillo de mar revuelto en sus informes.

En esta oportunidad, conversé con trabajadores de farmacia, uno de los cuales pidió preservar su identidad y también la de la farmacia en la cual ejerce sus funciones laborales, ubicada dentro del casco central de Morón. Concedido su requerimiento sin mayores formalidades, en un rinconcito ameno del establecimiento y en horario de muy baja concurrencia de clientela, apuré el grabador, y obtuve los siguientes datos bien tangibles de nuestra actualidad no sólo local, sino que bien podría generalizarse a todo el territorio nacional.

¿Percibís que el cuadro inflacionario está afectando el consumo de medicamentos, tal como ya sucedió en etapas anteriores de nuestra economía nacional, o estamos aún lejos de aquellos escenarios?

Claramente está afectando el consumo de medicamentos, como en otros tiempos. Se aprecia en que uno mantiene la facturación, y hasta cierto punto baja, pero se nota un marcado descenso en la cantidad de unidades vendidas.

En tu experiencia cotidiana de dialogar con muchos vecinos, ¿Notás expectativas por las políticas oficiales de contención de precios y de trabajadores registrados, o por el contrario el escepticismo prevalece en la opinión de los clientes?

Acá dialogamos mucho con la gente y aprendemos de los clientes con sus diferentes puntos de vista. No sólo los vecinos sienten que las políticas de control de precios no van a funcionar; de hecho no están funcionando por lo menos en este rubro de farmacia. Los aumentos son constantes e importantes. Y la recomposición salarial se vuelve insuficiente para todos los rubros, por mejores paritarias que se consigan y más allá de los números oficiales que muestre el INDEC; en lo cotidiano se nota mucho más que en el número que se refleja en forma oficial. Los productos de consumo básico cotidiano tienen marcados aumentos. Es mínima la esperanza de una reconstitución salarial como para cumplir con todos los requerimientos que necesita una familia.

En lo personal, ¿Cómo le está yendo al comercio donde trabajás, en este escenario de alta inflación?

Francamente, lo que hace mucha mella en la ganancia final en estos tiempos de gran inflación, es el desfasaje en los pagos de las obras sociales. El inconveniente es que uno está recibiendo pagos de medicamentos con precios de 2 o 3 meses atrás, cuando lo facturaste, y hoy al entregar ese mismo medicamento a otro cliente, observás que ya cuesta un 15, 20 o 30 por ciento más. Así todo se viene poniendo cada vez más difícil para las pymes. Estos desfasajes sólo se van a poder volver a acomodar cuando haya una inflación un poco más sensata que la actual. Y eso, ¿Cuándo sucederá? ¿Cuánto más tendremos que aguantar?

——————————————-

Luego aboné mis analgésicos, nos dimos el pandémico y ya instalado saludo de puño cerrado, y emprendí camino de retorno a mi hogar, con la enésima certeza –cuales martillazos sobre mi nuca- de una realidad cotidiana en estado crítico para la mayoría de la población de a pie, Ni gritos incendiarios de la demencia dolarizadora, ni discursitos floridos para instalar una lucha épica que no “derrama” un ápice entre el pueblo trabajador, más que ligeros paliativos que en otra época habrían sido acusados de dádivas, y con toda razón. En el medio de todo ello, la realidad efectiva. Una realidad inflacionaria que acogota cualquier proyección seria a futuro.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com