A propósito de la vacunación contra el Covid-19

Conversaciones con el Dr. Daniel Abbas

El Dr. Daniel Abbas, MN 62346, médico diabetólogo, especialista universitario en nutrición, cuenta con una vasta experiencia en la salud pública y es generosa fuente permanente de consulta para Huellas Suburbanas.

En esta ocasión, conversamos vía telefónica para aportar algunos datos esclarecedores con rigor científico, acerca de las principales vacunas contra el Coronavirus que se vienen desarrollando, y sobre las cuales se vienen generando múltiples polémicas, en particular desde sectores de los medios de comunicación y la dirigencia política, tanto nacional como en múltiples puntos del globo.

 Repasando conceptos

Doctor Abbas, ¿Qué puede comentarnos del estado de situación de las principales producciones de vacunas contra el Covid-19 que están en vigencia?

Ante todo, quiero recordarle al público lector que este “bicho” genera el síndrome respiratorio agudo severo, y esto es algo que se vio por primera vez con el Covid-2 hacia el año 2002, en que también aconteció una epidemia mundial aunque no de estas características.

Con respecto a las vacunas que se están elaborando, las 3 acaso más nombradas son la Moderna, autorizada por la Unión Europea y la FDA de Estados Unidos; la de Pfizer, también autorizada por la UE, la FDA de Estados Unidos, y la Gamaleya Sputnik V, rusa, aprobada por nuestra ANMAT como dato más significativo en lo que nos concierne. Hay varias otras, pero yo manejo cuadros comparativos entre estas tres, que están precisamente en fase tres. No han sido masificadas porque aún no hubo tiempo. La vacuna Moderna se usó en más de 30000 participantes para hacer el estudio, la de Pfizer en algo más de 43000 casos, y la de Gamaleya en unos 22000 hasta la fecha en que recibí los estudios comparativos de rigor científico.

¿Qué déficit puede observar en dichas vacunas?

El mayor déficit de estas vacunas es que aún no se las ha podido estudiar a través del tiempo, es por eso que aparecen situaciones como las vividas con la vacuna Pfizer, donde las personas vacunadas no obtenían la inmunidad adecuada que se pensaba que podía llegar a generar. Con respecto a la vacuna Sputnik, tenemos que posicionarnos más allá del júbilo o las críticas de índole políticas que rodean a la misma, de modo que cualquier fracaso de estas vacunas nos tendría que poner tristes.

Dr. Daniel Abbas

¿Hay que tener en cuenta algo a la hora tomar la decisión de vacunarse?

En cuanto a eso, lo importante es conocer primero las reacciones comunes más frecuentes en todas las vacunas, y dar a entender cuáles son las reacciones adversas más importantes y las precauciones que se pueden tomar. Inclusive la forma de administrar la vacuna, las dosis, etc. En todos estos casos, se aplica por medio de una inyección intramuscular. Todas reciben dos aplicaciones, pero en los casos de la producida por Moderna y la de Pfizer, ambas dosis poseen la misma sustancia. En cambio, en la Sputnik V son dos sustancias diferentes para cada aplicación. No pueden ser intercambiadas las inyecciones de vacunas. El tiempo de diferencia entre una dosis y la otra es, en lo concerniente a la Moderna y la Pfizer de 4 semanas, en tanto en la Sputnik es de 3 semanas.

¿Cuáles son las reacciones más frecuentes?

Dolor en el lugar de aplicación, hinchazón,  calor y enrojecimiento en el sitio de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares… esto último es muy frecuente así como dolores articulares como si uno se estuviese agarrando una gripe. Son síntomas de un estado pseudo gripal y malestar general, que no produce inhabilitación de la persona. Esto ocurre al día siguiente de la aplicación. Y en el plazo un día, los síntomas desaparecen.

¿Qué otras precauciones puede señalarnos?

En caso de embarazo, o sospecha de embarazo, pacientes trasplantados, reacciones alérgicas previas pero sobre todo a sustancias que componen la elaboración de las vacunas. Aquella persona que tuvo Covid previamente, o tratamientos con anticuerpos monoclonales o plasma, debería aguardar unos 90 días a partir del alta médica, para vacunarse. La lactancia también puede ser contraindicada, y hay que tener eso bien presente.

Quienes consuman la droga Onpattro (Patisiran), si tuvo una reacción alérgica a causa de la misma, hay que tenerle presente que no debe aplicársela. Esta reacción suele suceder con la vacuna producida por Pfizer en especial.

En cuanto a la Sputnik V, el informe médico de tipo científico habla claramente de que no está autorizada cuando se utilizan drogas onco-hematológicas, trasplantados, embarazadas y durante período de lactancia.

La inmunidad plena se ha demostrado cuando ya han pasado 28 días una vez transcurrida la segunda aplicación de cualquiera de las mencionadas vacunas.

Realizados todos estos cuidados, y bien informados, luego doctor, ¿A vacunarse se ha dicho?

No me cabe la menor duda. Tenemos que aplicarnos la vacuna, la que venga, la que dispongamos. Bienvenida la Sputnik o las que puedan traerse o producirse. Pero hoy tenemos a la Sputnik, hay que aprovecharla. Lamentablemente yo vivo en la Capital Federal, y por razones que yo entiendo de mero carácter político no se ha iniciado ninguna campaña en términos serios, cosa que sí felizmente se dispone en la provincia de Buenos Aires, con una página web muy accesible para que luego las autoridades otorguen el turno y lugar para ir a vacunarse.

Esto, recordemos, no reviste un carácter obligatorio. Yo, como médico, no dudo en aplicarme la vacuna. La vacuna es un recurso científico realmente importante; se ha hecho un esfuerzo muy grande a nivel de la ciencia mundial, y más allá de las ideologías y las diferencias políticas, creo que los seres humanos tenemos que aplicarnos esta vacuna. Mientras más nos vacunemos, menos va a circular el virus. Al no poder desarrollarse, el virus termina desapareciendo, y de aquella forma también se benefician aquellas personas que no se hayan querido vacunar. Pero, por el contrario, si son muchos los que se niegan a aplicársela, el virus seguirá circulando y causando destrozos aún mucho mayores a los que ya ha venido generando.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com