
08 Dic Un recorrido por la empresa TRYMO S.R.L.
Hacía tiempo que queríamos desarrollar esta experiencia de campo, bien concreta, ya que desde Huellas Suburbanas solemos compartir columnas impulsoras de una transformación de base en el proyecto de país hacia una matriz más industrial que asegure mayores fuentes de empleo de calidad. Coincidimos varias veces con Norberto Tartabini, un entrañable empresario pyme argentino que, luego de desempeñarse en varios oficios, inició un sueño a mediados de los años 70´s… levantar, desde lo más pequeño, una fábrica de envases plásticos.
Pudimos combinar una visita a las instalaciones de TRYMO SRL, ubicada en la localidad de Ciudadela, que desde hace 46 años desarrolla con esforzada continuidad la producción de envases plásticos, fundamentalmente para productos del área de la salud, pero también accesorios y tapas, para industrias farmacéutica, cosmética y alimenticia por los procesos de Inyección, Extrusión-soplado, inyección-soplado y decoración. Desde el año 2002, ha certificado internacionalmente todos sus procesos bajo Normas ISO 9001 y 14001
También cuenta con área de Matricería, en la cual se desarrollan moldes y dispositivos para todas las industrias.
TRYMO SRL es una empresa pyme que apuesta por la producción nacional, el empleo registrado y sujeto a convenios paritarios de su rama. Consultado Norberto Tartabini respecto al plantel de trabajadores, informó que en la actualidad cuentan con 35 empleados, distribuidos en 3 turnos. Esto es, las máquinas trabajan de corrido de lunes a sábado, y se las apagan para recién volverlas a encender al siguiente lunes.
Una vez iniciada la visita por la planta, Federico Tartabini nos facilitó una batería de informaciones y explicaciones respecto a la función de las maquinarias. Nos indicó, entre otras cuestiones, que “todo el aire ambiente está esterilizado, con una diferencia de presión entre el exterior y el interior de casi 16 pascales; de ese modo evitamos que ingrese aire exterior que pudiera estar contaminado. Inyectamos 16.000 m3 de aire por hora, con la cual somos la única planta en el país que hace esto”.
Con las debidas medidas de esterilización previas, ingresamos a recorrer todas las áreas de producción y almacenamiento de la planta.
Dotados de tecnología de punta, algunas de las maquinarias, únicas en nuestro país, los envases salen completamente terminados y envueltos bajo estrictas normas de seguridad, “al punto de poder afirmar que en este momento son envases estériles. Las bolsas se cierran dentro de la propia maquinaria, por lo cual los envases no tienen contacto con el exterior” apuntó Federico.
“Invertimos en la máxima tecnología posible. Nuestras máquinas proceden de Alemania, Italia, Estados Unidos. Buscamos no sólo disponer de la máxima tecnología a la que pueda acceder Argentina, sino también estar al nivel de lo mejor disponible a escala internacional. En su tiempo, supimos construir nuestras propias máquinas, algunas décadas atrás. Diseñamos y construimos maquinaria marca Trymo. Luego fuimos pasando hacia la maquinaria europea”.
La decisión de las autoridades de TRYMO SRL está signada por la fuerte inversión tecnológica para garantizar productos de primer nivel, elaborados por empleos de calidad, altamente capacitados, todo concatenado desde una industria nacional que demuestra en su rama la factibilidad de apostar por la producción y el trabajo, tantas veces declamado desde las dirigencias de la gran empresa e incluso de sectores de nuestra política vernácula, para luego ser abandonado en el cesto de los discursos de ocasión.
Por si todo esto fuera poco, nos condujeron a otro sector que está próximo a ser inaugurado, que tendrá por finalidad ampliar las instalaciones para un nuevo laboratorio.
Décadas de experiencia
Posteriormente, Norberto brindó su análisis y posiciones desde su experiencia en la producción industrial pyme, que ha sabido resistir y continuar creciendo, incluso atravesando nefastas etapas de nuestra historia. “Nosotros vivimos todas las crisis que te puedas imaginar. La última comenzó durante el gobierno de (Mauricio) Macri. Nuestra filosofía fue siempre la misma: cuando vemos asomar los nubarrones en el horizonte, redoblamos los esfuerzos. Si tenemos la corriente en contra, hacemos el doble de esfuerzo, porque no sabemos hasta cuándo nos va a dar el cuerpo en medio de la crisis. Pero hay que intentarlo. Incluso podemos señalar que en nuestro caso puntual, atravesamos los últimos 4 años de crisis productiva generalizada, con marcado crecimiento en lo que a nosotros concierne”.
Acotó Federico: “Durante más de 45 años tuvimos largos períodos de esfuerzo sin ver frutos, pero no nos damos por vencidos. Esta empresa se hizo desde la nada misma. Invertimos toda la vida, peso sobre peso. Y aún cuando no se veía el rédito, decidimos seguir en este camino. En nuestra rama, lograr un cliente suele ser un trabajo de dos años, como mínimo. Crecer conlleva un esfuerzo enorme, y hay que sostener ese ritmo”.
El problema del Flete y la Ley de Entidades Financieras
Un eje que inquieta sobremanera al creador de TRYMO SRL, es la elocuente prolongación y perduración en el tiempo de la Ley de Entidades Financieras. “Cuando creamos esta empresa en 1975, Argentina aún era un país de matriz industrial. Luego llegó la etapa rentístico financiera, las mesas de dinero con las que algunos se llevaron la plata y varios se habrán ido del país… y la dicotomía entre un país y el otro es demasiado grande. Tomemos nota de lo siguiente, porque es clave: Todavía estamos regidos por la Ley de Entidades Financieras promulgada por José Martínez de Hoz en plena dictadura. Años atrás, por impulso de Carlos Heller entre otros, se buscó modificar, reemplazar dicha ley. Pero las propias autoridades no quisieron profundizar en esa transformación” se lamentó Norberto.
“La ley de Entidades Financieras modificó la cabeza del empresariado y de muchas otras personas, pasando de la noción del productor a la del mero operador financiero. Es un tema medular, lo primero que hay que cambiar si en verdad pretendemos volver a forjar un proyecto de país industrial” enfatizó Norberto.
Ya fuera del área de producción, en la cómoda sala de reuniones con la que cuenta la empresa, Norberto compartió su mirada, desde su vasta experiencia, referida a la grave problemática que tantas veces mencionamos, de los costos de fletes y los puertos privatizados en nuestro país, que dificultan la competitividad en cuestión de precios para exportar. “Todos los puertos, marítimos y de río, son privados. Eso nos vuelve el costo altísimo. Después está el problema del flete en sí. Te doy un ejemplo: Tenemos clientes en Costa Rica. Les había cotizado, el precio estaba muy bien. Por ley, para que te compren, tenés que estar entre un 13 y 14% abajo del mejor precio nacional. Hasta ahí, todo en regla. Pero cuando tuve que cargar el costo del barco, perdíamos. Un barco mercante de bandera nacional, tranquilamente podría comercializar con el Caribe a mucho menor costo, y eso siempre dentro de este pequeño ejemplo. Ahí vamos sumando elementos concisos y cotidianos para potenciar nuestro desarrollo industrial nacional: Eliminar la Ley de Entidades Financieras, nacionalizar los puertos y desarrollar urgente una flota mercante propia. Porque, caso contrario, si el costo del flete es elevado, te saca de la competencia. Así de simple”.
“Actualmente vendemos a Chile, Costa Rica, Guatemala, Paraguay… cómo será de importante la cuestión del costo del flete, que cuando comenzamos a comerciar con Brasil, al laboratorio más grande que tienen ellos, acordamos cotizar en CIF (“Cost, Insurance and Freight”) que es cuando vos le cobrás el seguro, el flete, puerto, todo. Te hacés cargo de todas esas gestiones y se lo trasladás al precio. Va el camión por ruta 12 hasta Uruguayana, ahí hace Aduana y pasa a Brasil. Mínimo esto conlleva unos 7 días. Si el flete valiera más o menos lo mismo en ambos países, máximo considerando que somos Mercosur, al cliente le daría lo mismo el modo de envío. Pero como ese no es el caso por nuestras graves limitaciones en costo de fletes antes señalados, ahora ellos vienen con su propio flete hasta nuestra fábrica y retiran por acá, y les sale más barato. Así no podés hacer nada, por más poderoso que sea el potencial de nuestro país. Que por cierto, es impresionante. Nuestra competencia no está en el tipo de cambio, sino en la alta calidad de las producciones industriales que se realizan en nuestro país, y que suelen tener reconocimiento internacional. Necesitamos seguir innovando. Pero el discurso hegemónico vigente versa acerca del país agroexportador, extractivista, y en lo posible, mero agente acumulador de dólares. Un proyecto industrial necesita todo lo contrario a lo que se suele declamar desde nuestras altas dirigencias y por supuesto, grandes medios de comunicación”.
Industria nacional. Empleo de calidad y registrado. Tres turnos diarios, seis días a la semana. La maquinaria trabajando a full. ¿Ciencia a ficción? Para nada. Una industria pyme situada en el corazón de Ciudadela, a minutos del microcentro porteño, da el ejemplo de que dicho proyecto, es posible. Pero también alertan sobre una serie de ejes que se requieren modificar en profundidad y cuanto antes, para que tantos esfuerzos como el de esta firma y tantas otras diseminadas por nuestro territorio nacional, también ganen en sentido de cara a un crecimiento general del país.
Las cartas están sobre la mesa. Hay ejemplos, y hay advertencias de lo que está mal y hay que cortar de raíz. La dirigencia (político-financiera) nacional, como siempre, es la que tiene la decisión en su poder acerca de cuál rumbo asignarle a nuestra patria.