UCRANIA: HISTORIA DE UNA GUERRA QUE NO QUISIERO EVITAR. Parte 2 de 2.

Si bien los grupos de ultraderecha salieron a la superficie como consecuencia del Euromaidán, su accionar venía desde años atrás. La agrupación Patriota, fue el germen del cual se desprendió AZOV hacia 2014. Esta agrupación se fundamenta en una teoría racista para construir una  “Futura Civilización Social Nacionalista”.  Promueve una Nueva Estética Educativa de la Juventud y define, dentro de su teoría racista, que los rusos no son eslavos. Desarrollan Campamentos y Colonias Infantiles “AZOVETS” con formación  militar patriótica para jóvenes.  AZOV, conducido por Andrii Biletski es incluida en la Guardia Nacional por el Ministro del Interior,  Aezebn Abakov.  Sus batallones son los que se hacen cargo de reprimir a los separatistas del este.

Hacia fines de 2014 y principios de 2015 se buscan soluciones. El Protocolo de Minsk fue un acuerdo para poner fin a la guerra en el este de Ucrania, causante de una gran cantidad de muertos y heridos,  entre grupos militares  separatistas  y  fuerzas del gobierno.  Dicho tratado  fue firmado por representantes de Ucrania, la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk (DNR) y la República Popular de Lugansk (LNR) en Minsk, la capital de Bielorrusia, bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Entra en vigor un alto el fuego… que dura una semana.

Petro Poroshenko, ex presidente de Ucrania, y dueño de los canales de TV, “Channel 5” y “Direct” reconociendo el fracaso del Protocolo de Minsk ( recorte de video).

Reuniones entre el ministro de Relaciones Exteriores  de  la Federación Rusa, Serguéi  Lavrovy, el secretario de Estado de los Estados Unidos de América, John Kerry, ratificaron una propuesta de reforma  a la constitución ucraniana, la cual definía: 1 – El idioma ruso volverá a ser uno de los idiomas oficiales junto con el ucraniano.  2 – Las regiones dispondrán de una amplia autonomía.  3 – No habrá ningún tipo de injerencia en los asuntos de la iglesia ortodoxa y las relaciones entre los cultos.  4 – Ucrania conservará su neutralidad política y militar. 5 -. Toda decisión de Crimea de consolidar su autonomía será reconocida, sea cuales fueren las modalidades, etc.

Todas esas disposiciones serían garantizadas por  Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, grupo que actuaría en el marco de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Dicha propuesta  de reforma a la Constitución sería rechazada por el gobierno ucraniano, argumentando que Rusia había incumplido con los acuerdos del Minsk.

La UE impuso sanciones a  Moscú para  que  dejara  la  supuesta  ayuda  prestada  con  armas  y  hombres  a  las sublevadas  regiones de Donetsk y Lugansk.  La responsabilizaba por no aplicación de los acuerdos de paz de Minsk, en febrero  de 2015 por Moscú y los grupos  separatistas.

En la historia quedó signada Rusia como única responsable del fracaso de los acuerdos.  En los 8 años transcurridos entre 2014 y 2022 alrededor de 22.000 muertos dejaron los enfrentamientos en esa zona. En febrero de 2022,  Rusia inicia la denominada Operación Militar Especial con el objetivo apoyar a las repúblicas populares, evitar el acercamiento de las armas de la OTAN a sus fronteras y de “desnazificar” a Ucrania.

Pero tarde o temprano las cosas comienzan a aclararse. Primero fueron las declaraciones del ex presidente Poroshenko  en julio pasado. Manifestó que no respetaron los acuerdos de Minsk ya que sólo necesitaban tiempo para poner en marcha la economía de Ucrania, y preparar a sus FF.AA.

– Jóvenes/ niños reclutados y enviados al frente.

La excanciller alemana Angela Merkel, ya que Alemania había actuado como estado garante en Minsk, declaró en una entrevista con medios italianos, publicada en Diciembre pasado, que los Acuerdos de Minsk se firmaron para «darle tiempo a Ucrania».

«Los Acuerdos de Minsk de 2014 fueron un intento de darle tiempo a Ucrania. Ucrania utilizó ese período para volverse más fuerte, como se ve hoy. El país de 2014-15 no es el país de hoy. Y dudo que la OTAN pudiera haber hecho mucho para ayudar a Ucrania, como hace hoy», afirmó.

«Todos sabíamos que era un conflicto congelado, que el problema no estaba resuelto, pero fue precisamente eso lo que le dio a Ucrania un tiempo precioso», reiteró. Al mismo tiempo, Merkel descartó la posibilidad de que ella participe en la resolución de tensiones entre Rusia y Ucrania, señalando que, en su opinión, el conflicto «terminará un día con negociaciones».

A su vez,  el ex presidente francés Francois Holland, que también había participado como garante,  confirmó al diario Kyiv Independent que los Acuerdos ‎de Minsk II, firmados el 12 de febrero de 2015, supuestamente para poner fin a la guerra de Kiev ‎contra la población rusoparlante del Donbass, fueron en realidad una maniobra de Occidente para ‎engañar a Rusia y ganar tiempo para armar al régimen ucraniano.

«Tomé estas fotos yo mismo con un teléfono móvil en París» . “La forma en que se comportó Zelensky cuando escuchó las palabras sobre los acuerdos de Minsk y los llamados a la paz.// Zarubin

Y dejando en claro que no se podrá encontrar  a nadie que pueda creer en los políticos occidentales, Boris Johnson cierra esta tríada de declaraciones.  En una entrevista con el medio Rada dijo que había que introducir sanciones contra Rusia en 2014. Declaró además, que el formato de Normandía, que incluía los Acuerdos de Minsk y se formó para solucionar la situación en el Este de Ucrania de una manera pacífica, no fue más que un «simulacro diplomático».

«Algunas sanciones hemos implementado en aquel entonces y lanzamos este simulacro diplomático y no hemos logrado nada», dijo Johnson.

Así, resulta que Alemania, Francia y el Reino Unido no intentaron parar la guerra que llevaba a cabo el régimen Kiev contra su propio pueblo desde 2014 y tampoco buscaban una paz duradera, ya que eso nunca estuvo dentro de sus objetivos.

Las declaraciones de ambos ex presidentes y del ex primer ministro británico parecen afirmar que ‎sólo el presidente ruso Vladimir Putin, el cuarto firmante de los Acuerdos de Minsk II, firmó esos ‎acuerdos de buena fe… y creyendo en la buena fe de los demás firmantes. ‎

Rusia propuso al Consejo de Seguridad de la ONU, para  avalar los ‎acuerdos de Minsk mediante la resolución 2202 –adoptada el 17 de febrero de 2015. Esto hace pensar ‎que Rusia no confiaba totalmente en la buena fe de Alemania y Francia, y que comenzaba a sentar ‎las bases legales para la actual intervención. ‎

Lo que ocultan todos los medios de difusión de Occidente y que jamás han de reconocer, es que la resolución 2202 justifica la actual ‎intervención de Rusia en Ucrania en su calidad de país garante de la aplicación de los Acuerdos de ‎Minsk.

Juan Carlos Dennin
juancarlos@huellas-suburbanas.info