“Tenemos que escuchar, responder y resolver desde el rol militante o desde el Estado”

Entrevista a Vanina Moro, referenta del Movimiento Evita Morón

El 2020 tuvo a las organizaciones sociales y populares como unas de las protagonistas de la pandemia, y en Morón esa no fue la excepción. Huellas Suburbanas entrevistó a Vanina Moro, una de las referentes políticas del Movimiento Evita de Morón, secretaria general del Partido Justicialista del mismo distrito, trabajadora de ANSES y ahora directora del organismo de ayuda humanitaria Cascos Blancos. Joven y a la vez con un largo recorrido militante, es una de las caras de la renovación política que integran aquellos y aquellas que se sumaron a militar con la llegada de Néstor Kirchner al poder y que ahora vienen a plantear las demandas de este nuevo tiempo: feminismo y economía popular, ambiente, economía del cuidado y desarrollo local desde una mirada que combine lo territorial con lo político como desafíos para este 2021.

No puedo dejar de pedirte un balance sobre el 2020

Fue un año complicado a nivel mundial, atravesado por la pandemia, que visibilizó mucho más las desigualdades económicas que atraviesa nuestro mundo, y en especial nuestro país. Por un lado, la miseria de los grupos económicos, que lo único que quisieron hacer es ganar mayor cantidad de plata con iniciativas de mercado que emplean menos mano de obra y deterioran aún más las condiciones de trabajo como Mercado Libre, Pedidos Ya o la industria farmacéutica que está concentrada en las principales potencias y de las cuales dependemos para poder tener una vacuna que al menos contenga la crisis sanitaria que estamos viviendo. Todo lo que tiene que ver con lo financiero y lo digital creció mucho. Por otro lado, esa discusión que hubo sobre priorizar la economía ante la salud, como en el caso de Brasil o Estados Unidos… En Argentina, se visibilizaron otras cuestiones como la vivienda, o el hacinamiento que se ve en los barrios populares. Se dejó a la vista la cantidad de trabajadores y trabajadoras de la economía popular, que se pudieron contabilizar en el pago del IFE, la falta de acceso a la conexión de internet por medio de los chicos y chicas que tuvieron que recurrir a las clases virtuales, los docentes que tuvieron que comprarse una computadora con créditos a los que no todos podían acceder y un sistema de salud que hubo que reforzarlo en la primera etapa de la cuarentena porque en el gobierno macrista no teníamos Ministerio.

Es difícil igual separar la economía de la salud…

Si, y a la vez creo que la decisión más correcta fue tener la cuarentena para reforzar los sistemas de salud y con la otra mano poner plata en el bolsillo de la gente. Porque para muchos es fácil pasar 15 o 20 días en su casa mirando una serie, pero para otros eso significaba no tener comida para el día a día. Y en eso tuvo mucho que ver todo el trabajo de las organizaciones sociales. Puedo hablar del Evita porque es el espacio donde milito, pero hay una encuesta de TECHO donde una de las primeras cuestiones que menciona la gente como asistencia tiene que ver con el rol de las organizaciones sociales, de la iglesia, los grupos de boy scouts, los clubes y las escuelas. La militancia en general estuvo llegando con la bolsa al casa por casa, o fijándose quienes eran las personas de riesgo. Una de las cuestiones que más reflotó fue la solidaridad.

¿Se pueden plantear desafíos para el 2021 o es difícil pensar a largo plazo más allá de que tengamos la vacuna como un horizonte? La pandemia no terminó…

Es difícil, porque cuando pensamos que no podía haber nada peor que el macrismo, que destruyó gran parte del Estado, viene la pandemia que termina de destruir lo que no terminó Macri. Y el 2021 lo podemos pensar en un marco de contención en relación a lo sanitario con la llegada de las vacunas, pero va a ser difícil la reconstrucción económica y sobre todo una estabilidad que nos permita tener un horizonte en el que proyectar  si no tenemos garantizadas las vacunas para todos los argentinos y las argentinas Una de las buenas cosas que hizo Alberto fue, durante el pico, poder hablar con todos los países y generar los convenios para poder tener la mayor cantidad de vacunas posible. Después está la cuestión económica, vacuna y trabajo van de la mano. Emilio Pérsico siempre lo dice, una parte se podía bancar con el IFE pero ahora necesitamos que todo eso pase a un trabajo digno, y creo que ahí es importante que el gobierno escuche la voz de los movimientos sociales con respecto a los ejes de trabajo que ya se vienen llevando adelante pero que necesitan un acompañamiento más específico del Estado: , economía del cuidado, producción, ferias, reciclaje, y también en la parte de obras e infraestructura social, y que pueda generarse ese trabajo a través de la construcción de viviendas, espacios públicos, clubes y escuelas. Ahí estarías generando trabajo y obras que quedan para nuestros barrios.

El rol de las organizaciones populares y la gestión local

 ¿En qué momento creés que se empieza a dar el debate de que se deje tener en cuenta a las organizaciones sociales solo desde el trabajo territorial y se empiece a escuchar los reclamos de un modelo de país? ¿Cuánta fuerza tienen dentro del Frente de Todos para plantear esto?

Con respecto al Frente de Todos, creo que todos los espacios políticos tenemos que cuidar la unidad, y también darle un motor al corazón de esa unidad dentro del peronismo, que son los movimientos sociales, los sindicatos y los intendentes. Creo que el 2020 lo que hizo fue que todos salgamos a la calle a poner el cuerpo a esta situación, y para este año se necesita más análisis y discusión sobre qué proyecto de país vamos a ofrecer en las elecciones a los vecinos. Y tiene que ver con trabajo, producción y vivienda. Cuando Cristina dice que los ministros que no quieren trabajar se vayan para otro lado, creo que, como militantes, también nos cabe eso, y nos cabe la autocrítica, y el poder pensar como desde nuestros lugares fomentamos estas tres patas: Tierra, Techo y Trabajo.

¿Cómo viste la gestión local y como fue la intervención del Movimiento Evita?

Como Movimiento Evita estamos formando parte de la Dirección de Usuarios y Consumidores y de la Dirección de Comercio Exterior. Este año se fue trabajando de manera ordenada en todas las áreas. La militancia estuvo a disposición del municipio para toda la etapa alimentaria, fue un ida y vuelta, nosotros aportando desde los merenderos y comedores y el Municipio llegando con sus alimentos a las casas en las que no llegábamos nosotros. Muchos de nuestros compañeros y compañeras, a partir de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) estuvieron colaborando con la política de economía social del municipio, a través de organizar los emprendimientos, polos productivos y ferias. Lo mismo en educación, con los relevamientos para las pibas y pibes que estaban sin conectividad, ahora también estamos con la preinscripción para la vacunación para poder llegar a la mayor cantidad de vecinos y vecinas. Si hubo algo para resaltar de este año que pasó fue la voluntad que hemos tenido todas las organizaciones que componemos el Frente de Todxs de Morón de trabajar codo a codo para no dejar nada suelto y atravesar la situación lo mejor posible. Al mismo tiempo hacernos cargo desde los espacios de gestión que nos tocan, de las políticas públicas necesarias para volver a un Morón que tenga en cuenta a los vecinos y las vecinas, que los cuide y retome ese diálogo con la comunidad. Se fue trabajando de manera mancomunada con todo el Frente de Todos y con la conducción de nuestro intendente, que también la pasó mal a nivel familiar y sin embargo estuvo haciéndose cargo de todo lo que había dañado Tagliaferro, reconstruyendo Morón en el medio de la pandemia (N.de E:se refiere al fallecimiento de la madre de Lucas Ghi).

¿Que desafíos enfrenta la gestión local?

Creo que ahora hay que poner el oído en las cuestiones que los vecinos marcan que faltan, como mayores oportunidades laborales, desde donde se pueda, como así también en lo que te piden por el pago de los impuestos: Baches, iluminación, seguridad. Son cuestiones que el gobierno municipal tiene que dar respuesta, más allá de que la cuestión económica y la inflación son problemas que se resuelven con políticas nacionales, pero a nivel local, desde la Dirección de Usuarios y Consumidores se vienen recorriendo los supermercados, controlando que estén los productos y se respeten los precios máximos, porque creemos que uno de los pilares que tienen las políticas de gobierno para ser efectivas es que haya organismos que puedan verificar el cumplimiento de los acuerdos y accionar en caso de no. Eso es de lo que hablamos cuando decimos “volver a tener un Estado presente”. Creo que lo importante para Morón es poder tener un horizonte claro con respecto al municipio que queremos vivir. Una de las cuestiones que, al finalizar el 2020 estuvo bueno en Morón fue poder hablar de la reserva urbana natural Isla Verde de El Palomar, de tener un polideportivo, de que va a haber un plan de vivienda. Me parece que esas cuestiones son las que van a lograr el consenso y la aceptación de los vecinos para ganar estas elecciones, y para ello es fundamental mantener ese diálogo entre la comunidad y quienes les toca desarrollar y planificar acciones de política pública.

Elecciones y demandas cotidianas a la gestión

Me das el pie justo. Falta mucho, pero a la vez poco. ¿Qué expectativas tenés para el año electoral?

Por un lado, todos tenemos que estar de acuerdo en priorizar la unidad. Por otro lado, hay que priorizar que desde el lugar que cada uno ocupe, pueda aportar a poner a la Argentina y Morón de pie. Y por último, nos gustaría que el Movimiento Evita pueda estar representado en la lista de concejales y poder aportar nuestras voces y el trabajo que se viene realizando. Eso siempre es un anhelo, lo hemos sabido llevar adelante con Cristina Rodriguez durante varios años, y siempre trabajamos para que la representación de la economía popular, el feminismo popular, el barrio y las organizaciones sociales, estén presentes en el legislativo. Como decía más arriba siempre poniendo por delante la importancia que en este momento tiene la unidad y poniendo por encima los proyectos colectivos. Creo que eso ha sido siempre un sello del Movimiento Evita.

¿Te preocupa las críticas de aquellos vecinos no tan politizados con temas importantes como las tarifas, las clases o la inflación? Parecería que al gobierno le cuesta dar un mensaje o una respuesta clara.

Me preocupa y ocupa. Porque una de las cuestiones que aprendimos después de haber perdido es que nos encerramos muchas veces en nuestras propias cápsulas. Los vecinos y vecinas tienen un montón de miedos, no podemos salir a confrontar. Nuestro rol como dirigentes y militantes tiene que ser escuchar y solucionar. No podemos desconocer el aumento de precios de la canasta básica, o decir que la vivienda no es un problema, o no discutir que hay familias que se les complicó llevar el aprendizaje de la escuela a través de su casa. Creo que el Gobierno está evaluando y ocupándose de estos temas, no es que Alberto se levanta y dice «no quiero que haya clases nunca más». Se están evaluando las condiciones sanitarias para que eso se pueda llevar adelante. Lo que no podemos hacer es no escuchar a la gente por el solo hecho de opinar así, o no escuchar y no responder. Tenemos que escuchar, responder y resolver desde el rol militante o desde el rol del Estado, teniendo en cuenta que muchos organismos estuvieron cerrados.

¿Cómo ves el modo de llevar la gestión de Alberto, sobre el todo el tema de querer buscar acuerdos y consensos todo el tiempo pero que a veces llevan a no resolver cuestiones de fondo?

Alberto partió del discurso de cerrar la grieta, y mucho apoyo tuvo que ver con aceptar ese poder de diálogo. Hoy el Gobierno está conformado por todos los sectores, cada uno tiene responsabilidad acerca de los temas que no se están cerrando. Se hizo lo que se pudo en función de acumular poder sobre distintos temas. Este año corresponde a toda la militancia generar las condiciones para dar determinadas discusiones, porque si no se da el tema de que Alberto lanza una ley o una propuesta y no tiene el consenso.

Cascos Blancos, legalización del aborto y economía popular

¿Y en lo personal? Este año tuviste una nueva experiencia que fue Cascos Blancos.

La pandemia me trajo un nuevo espacio de participación dentro de un organismo de ayuda humanitaria llamado Cascos Blancos, que depende el Ministerio de Relaciones Exteriores, del canciller Felipe Sola. En mi caso, me convocó la presidenta de Cascos Blancos, Marina Cardelli a formar parte del esquema. Fue un trabajo difícil porque era con todos los miedos de la pandemia, pero que había que hacerlo por los riesgos que llevaba el ingreso de compatriotas a nuestro país, por lo tanto, había que tomar todas las medidas en el asesoramiento de la cuarentena obligatoria que había que hacer. El rol de Cascos Blancos siempre fue trascender las fronteras, pero al estar cerradas, hemos apostado mucho en colaborar con en la misión «Barrio Unido», en todos los municipios y en la Ciudad de Buenos Aires y otras provincias, donde se requirió asistencia de voluntarias para el programa Detectar, o en los centros de aislamiento. También se está trabajando en la implementación de un voluntariado ambiental, en el cual vamos a empezar a recorrer los municipios y en febrero también vamos a empezar con brigadas de voluntarios a vacunar en las distintas provincias. Una linda tarea que siempre me gustó y hoy se está llevando a cabo.

No puedo dejar de preguntarte sobre la legalización del aborto. ¿Qué sensaciones te quedaron y que expectativas tenés en la práctica?

Fue el resultado de una de las luchas históricas. Fue la lucha que tomaron muchas de las pibas que salieron a la calle hace dos años. Ahora se visibilizó la voluntad política de este gobierno de querer discutirlo y llevarlo adelante, pero van de la mano la decisión política y la lucha que vino pasando de pañuelo en pañuelo. Se veía en la calle todas las muchachas que pudieron discutir esto en los colegios y sus familias. Estamos contentas con la reglamentación de la ley y apostamos a que las consejerías y el trabajo en redes que se viene realizando todo este tiempo aporten hacia eso, porque depende de la organización popular que la ley tenga valor en un hospital y un centro de salud, tanto en la Provincia de Buenos Aires como en las demás provincias. Creo también que falta ahora ganar la disputa a cerca de las mismas consejerías y promotoras de género, las asistencias en los barrios. Así como el año pasado se pudo encontrar la culminación de esta etapa de la lucha a través de la legalización, me parece que este año tenemos que lograr la visibilizarían y valoración de las promotoras de género a nivel nacional, provincial y municipal.

¿Te parece que la horizontalidad del movimiento feminista puede ser un modelo que se pueda replicar en otros temas?

Si porque entrar en el movimiento feminista te cambia la vida. Es una forma de ver la política, el territorio, lo cotidiano, el todo. Desde el Movimiento Evita le llamamos feminismo popular, y nos lleva a pensar en la economía popular, en la economía del cuidado, valorizar el trabajo de las promotoras contra la violencia de género, la salud y la educación sexual integral. Es muy amplio el abanico de los temas que se atraviesan desde el feminismo popular. Si creo que a partir de todo esto se genera un nuevo piso de derechos para ir por los que faltan en todas las demás políticas públicas

¿Cómo ves el desarrollo de la economía popular en una política pública más profunda y como fue la inauguración del polo productivo de la UTEP Evita Morón?

Este gobierno escucha a los trabajadores de la economía popular, por eso se empezó a trabajar con el RENATEP, a reconocer a las trabajadoras del cuidado, de los merenderos y comedores, llegando con comida a cada uno de los vecinos de nuestros barrios. Creo que ahora falta la etapa de poder aportar, desde el Ministerio de Desarrollo Social, en darle valor a los polos productivos y que puedan llegar a ser insumos, o tengan una relación directa con el municipio o con la provincia para la compra de materiales para la obra pública.

Nosotros hace unas semanas inauguramos el Polo Productivo Néstor Kirchner en Alem y Salta. La propuesta es que ahí puedan tener un espacio para desarrollarse varias de las unidades productivas que hoy producen en las casas, pero con el hacinamiento, vivir con toda tu familia y tener todas las maquinarias dificulta la cantidad de producción. Lo que se requiere es la comodidad y la forma organizativa colectiva: Uno hace la costura, otro el estampado, otros los venden. poder generar esas redes o entramados productivos. Como UTEP se viene trabajando la parte textil, producción de alimentos, reciclaje, producción mueble y herrería, entre otras cosas… Desde lo productivo también la idea es poder tener un horno, un espacio más amplio para hacer y vender en mayor cantidad. También que este espacio funcione como centro de formación para que las compañeras y compañeros puedan transmitir sus oficios a otros e ir generando distintas cooperativas. Son todas tareas que venimos llevando adelante desde hace un tiempo, y que como siempre buscamos fortalecer, mejorar, garantizar mejores condiciones. Cada iniciativa es un escalón para poder subir ese piso de derechos de nuestros compañeros y nuestras compañeras. Es un desafío porque la mayoría de los trabajadores encontraron otras formas de vender a través de las redes, pero no alcanza para subsistir, salvo el día a día. Hoy se necesita mucha más presencia del estado y poder darle dignidad a sus trabajos.

En este sentido, algo muy bueno que pudimos lograr gracias a Paula Majdanski, Jorge Laviuzza y el bloque de concejales del Frente de Todxs, fue poder otorgar un reconocimiento a las trabajadoras y trabajadores territoriales que durante todo el 2020 estuvieron asistiendo y ayudando a su propia comunidad. Creemos que ese reconocimiento simbólico es muy importante para poder reconstruir el valor de la solidaridad y entender esta idea tan importante de que aquí nadie se salva solo o sola. Para nosotros fue un acontecimiento importante para poder cerrar el año agradeciendo a las y los compañeros del territorio, y también demostrar que podemos generar consensos políticos entre todas las organizaciones y llevar adelante acciones de manera armónica, sumando y consolidando un proyecto en común. Si podemos sostener esa mirada, creo que la unidad estará asegurada.

Alejo Spinosa
alejo@huellas-suburbanas.info