
08 Dic “Tendrán que decidir si cumplen con el FMI o si cumplen con todas las necesidades de nuestra gente”
Entrevista a Jorgelina Esteche, dirigente del FIT-U (Frente de Izquierda y los Trabajadores – Unidad) Morón
Nos reunimos en un café céntrico de Morón con la prof. Jorgelina Esteche, referente del FIT-Unidad de Morón, quien con mucha amabilidad aceptó el convite para conversar y brindar un análisis de situación general, también del momento que se atraviesa a escala distrital en términos socioeconómicos y de gestión municipal, al tiempo que expuso una mirada muy crítica respecto al movimiento sindical, sin omitir cuestionamientos concisos a varios ejes de la gestión nacional que encabeza el Dr. Fernández.
También abordamos, siempre en un clima de gran camaradería y respeto por las construcciones alternativas de la comunicación popular, miradas y definiciones sobre las luchas de género de los últimos años, el rol y los desafíos de la izquierda enrolada en el FIT-Unidad, la cuestión del “alunizaje” del FMI en nuestro país… y varias cuestiones más, que a continuación compartimos.
Jorgelina, arañaron hasta último momento una concejalía en Morón, lo cual podría constituirse en un mojón desde el cual continuar construyendo. ¿Cómo evalúan esta performance electoral?
Nos quedamos muy cerca, llegamos al 8,27% cuando lo que se pide es romper el piso de 8,33%, concretamente 107 votos impidieron que ingresásemos al Concejo Deliberante local. La representatividad a través de este sistema no es muy democrática que digamos, porque Cambiemos (Juntos) logró una séptima banca de las 12 que estaban en discusión sin haber alcanzado el 50% o más de los votos. Es un sistema bastante excluyente que impide, ni más ni menos, que ingrese una banca independiente, de los trabajadores, que contribuya a dar voz a los de abajo y enfrente al ajuste. Ahora bien, la otra cara de esta moneda es que logramos casi 15000 votos, que para nosotros es un gran paso, es un reconocimiento a haber estado siempre del mismo lado. Somos consecuentes entre lo que decimos y hacemos, y esto se unió al apoyo que recibimos para nuestra propuesta del reparto de las horas de trabajo, entendiendo muchas personas que existe una salida concreta a lo que se está viviendo…
Ciertamente, la devaluación del peso y el encarecimiento del costo de vida general es un tema central, de preocupación mayoritaria.
Mucha gente no llega a fin de mes. Se pasan la vida trabajando, y la contracara es la desocupación y la precarización cada vez mayor del trabajo. En este marco, hemos conocido y encontrado a muchas personas que pelean por nuestros votos. Y también nos han reconocido por ser los únicos que insistimos con que no hay que reconocer esta deuda, porque de hacerlo, van a sumir al país en la miseria.
¿Qué te parece el rumbo de la gestión gubernamental nacional, a 2 años de asumir funciones?
Además de la situación que trajo la pandemia, que es bien real, se decidieron políticas que no iban a favor de los trabajadores y posturas bastante blandas hacia los poderes más concentrados. Después del mensaje político que el gobierno recibió en las PASO, terminó reconociendo errores…
Hay veces que el gobierno pareciera recular en algunos temas, otras tantas reformula lineamientos, aunque a veces también pueden ser fruto de decisiones políticas no siempre favorables para los sectores populares….
De hecho, en el cierre de campaña acá en Morón, Alberto Fernández dijo que nunca se iban a arrodillar ante el FMI, lo cual parecería una tomada de pelo con los pagos que ya están negociando.
¿Notás, acaso, cierto apremio en el discurso oficial por mostrar que, pagándole al FMI, luego vamos a estar mejor?
… curiosamente cuando tenemos una larga experiencia en todo el mundo y nosotros muy en particular, de que eso es una falsedad absoluta. Las prioridades tienen que ser el trabajo, la salud, la educación, la vivienda, y desconocer una deuda ilegítima y fraudulenta. Tendrán que decidir si cumplen con el FMI o si cumplen con todas las necesidades de nuestra gente. Acá entra en juego también nuestra discusión con los sindicatos, que en estos años siempre se han sentado con el gobierno, de espaldas a los trabajadores. No abren espacios para el debate asambleario, no han convocado a una sola medida de fuerza contra el FMI y el poder concentrado. Y no es que escaseen los escenarios dramáticos: Nosotros los docentes vemos de primera mano la situación en la que están las familias de muchos de nuestros alumnos, la dificultad hasta para acceder a alimentos de calidad…
Profundicemos en ello. En este universo tan particular y caótico que es el conurbano, ¿Qué experiencias han tenido en cuanto a necesidades básicas insatisfechas durante este período agravado por la pandemia?
Durísimas. Te podría hablar de los compañeros que tuvieron que trabajar en programas, que muchas veces les implicó ir a las casas de los chicos. Y de primera mano nos contaban que al llegar a las casas, lo primero que muchas veces les preguntaban era si les venían a traer la comida. En esas condiciones es muy difícil que esos chicos puedan tener una continuidad en el conocimiento. Las largas colas de esas familias, yendo mes a mes a buscar esas bolsitas de comida, son una síntesis de algo que se multiplica. Y ahora viene lo peor, porque se impuso el tema del FMI en la agenda, y ya se está pidiendo un dólar más alto. Eso implicará devaluar, alquileres aún más impagables, salarios aún más por el piso…
Mencionabas la desigualdad en el acceso a la conectividad, que se potenció con la pandemia: clases virtuales, empleos “home office” como les llaman, tercerizados por lo general…
Eso sucede, entre otras cosas, porque padecemos el poder de un puñado de empresas monopólicas, multinacionales, contra las cuales el gobierno ha bravuconeado varias veces, pero Clarín sigue ganando como si nada y así todas las otras. Y manejan los servicios de conexión digital y demás. Muchas de esas luchas a mitad de camino por parte del actual gobierno, pueden simbolizarse en el caso Vicentín.
Es emblemático, porque a partir de esas derrota del oficialismo, como que empieza a perder confianza y expectativa entre sectores de su propia militancia o de votantes independientes.
Claro. Macri dejó un crecimiento de la pobreza, la indigencia, la desocupación… pero Alberto Fernández asumió prometiendo otras cosas. Llegó a decir que, entre los bancos y los jubilados, él iba a elegir a los jubilados. Y luego vino la reforma de la movilidad jubilatoria… bueno, implementaron un ajuste en los hechos. Ahora, con el FMI sobrevolando nuestro país, habrá que ver qué presupuesto se confecciona para el año que viene. No casualmente “patearon” su tratamiento para después de las elecciones. Mientras tanto, al pueblo no se le consulta nada de todas estas decisiones cruciales para la vida de millones.
Vos mencionabas la importancia que tienen, o deberían tener los sindicatos como fuerza de presión en estas disputas.
Tienen la fuerza, y pueden tomar la decisión de sacar a los trabajadores a las calles. Disponemos del poder enorme que implicaría articular a los trabajadores, las familias, las mujeres, las juventudes, todos los sectores que pagan las consecuencias de esta crisis, los pueblos originarios también… esa unidad es la fuerza potente a la cual los sindicatos no han querido poner en movimiento. Durante el macrismo tuvimos sindicatos totalmente vendidos, con tal de no perder sus cuotas de poder. Y también tuvimos sindicatos que desarrollaron acciones, aisladas muchas veces, de un lado los estatales, del otro los docentes… nunca se logró unificar criterios para golpear con un solo puño. Luego, la experiencia que se ha venido dando con el actual gobierno, llevó a muchas personas a acercarse a la izquierda, y ello nos ha permitido capitalizar ese descontento conciente. Porque no somos un voto bronca: el que vota a la izquierda sabe lo que lo que quiere. Me parece que la clave de nuestro crecimiento es que nosotros nunca engañamos a nadie, y que sostenemos que ninguna transformación es posible sin la movilización.
Volviendo a la cuestión del reparto de las horas de trabajo para garantizar un fuerte incremento en la oferta laboral, hubo incluso algunos diputados del oficialismo que intentaron poner en agenda dicha cuestión, pero se toparon con la negativa de cierto ministro…
Sí. (Matías) Kulfas dijo que no piensa discutir bajo ningún punto de vista esta cuestión. Fue una discusión bien puntual con el dirigente de la CTA, Hugo Yasky, que además es diputado nacional. No es exactamente nuestra propuesta, porque nosotros planteamos trabajar 6 horas, 5 días a la semana y cobrar un salario igual a la canasta básica familiar. De mínima, habríamos esperado que estos otros dirigentes que también levantan la reducción de la jornada laboral, nos convocasen en sus sindicatos a discutir en asambleas cómo y por qué pelear, y que finalmente todo esto se resuelva en las calles. Cuando se peleó por las 8 horas de trabajo, se los acusaba de idealistas…
… ¡Y lo que costó esa lucha histórica!…
Claro que costó. Y se logró mediante la lucha. Le corresponde a los sindicatos organizar toda la fuerza que tenemos los trabajadores, cosa que no hacen, y seguir profundizando los planes de lucha, que es el único lenguaje que entienden los poderosos.
Este crecimiento contundente que ha tenido la izquierda, más allá de las bancas, digo, en el apoyo de la ciudadanía, implica un importante desafío para lo que se viene, ¿No te parece? Ahora llegará el tiempo de consolidarse como una fuerza con visibilidad y representación nacional, cuestión que ya se evidenció en la extraordinaria elección en el noroeste del país.
El principal desafío inmediato que tenemos es el 11 de diciembre, porque hemos convocado a una gran asamblea en Parque Lezama junto a muy diversas organizaciones, todos juntos contra el FMI y rumbo a una gran movilización, que está abierta a todos aquellos que deseen seguir sumándose. Es parte de ser consecuentes con lo que dijimos, y qué hacer ahora. Esa movilización creo que puede ser un parte aguas; al FMI no lo podés enfrentar desde las redes sociales ni desde los medios de comunicación como únicas herramientas posibles. Tenemos que poner toda esta fuerza que fuimos acrecentando, ahora en movimiento para enfrentar el escenario de una crisis que quieren seguir descargándola sobre nosotros.
Y frente a tamaño escenario, ¿Cómo se ven acá en Morón?
Acá en Morón, si bien no entramos al Concejo Deliberante, tenemos la responsabilidad de ser consecuentes con esos 15000 votos que confiaron en nosotros. Vamos a estar atentos, peleando desde abajo, hablar de la realidad distrital, de las mujeres desocupadas, la juventud precarizada, las constantes necesidades de Morón sur y Castelar sur. Vamos a seguir representando a esos sectores y a aquellos que nos votaron para construir una salida por izquierda, anticapitalista; para atacar las ganancias de un puñado que viven a costa del pueblo trabajador y sin importarles nuestras vidas, nuestra salud pública ni nuestras escuelas.
En el terruño local, ¿Qué evaluación podrías hacer de los primeros 2 años de la actual gestión del Frente de Todos?
Muchas veces pareciera que se quisiera mostrar a Morón como una burbuja, pero lamentablemente no escapa a las lógicas provincial y nacional, en todo aspecto. Pero me parece más esencial hablar de la realidad de los trabajadores en el distrito. Tenemos mucho trabajo no registrado, especialmente en las casas de comida, y peor durante la pandemia. La situación de precarización en esta zona es grave. También se denuncian monopolios en el rubro gastronómico, donde 3 o 4 personas son los dueños de todos los grandes restaurantes y pizzerías de nuestros centros comerciales, y mantienen en condiciones ultra precarias a sus trabajadores. Y pareciera que en el municipio nadie está enterado de todo esto que pasa… y los sindicatos del rubro también se las dejan pasar. Ni qué mencionar la lucha que vienen librando los trabajadores de la clínica Constituyentes, que mayoritariamente atienden IOMA, estatales, docentes… y en pleno Covid, pero en realidad desde hace 3 años ya los trabajadores vienen denunciando que las autoridades de la clínica incumplen y acumulan irregularidades salariales. Y ante esto, el municipio no dio nunca una respuesta, ni antes ni ahora, y lo mismo le atañe al gobierno provincial. A estos dos ejemplos te puedo añadir el de las trabajadoras feriantes, que en su momento se tuvieron que poner firmes para denunciar el hostigamiento de la policía.
Ahí tendrán una lucha fuerte contra sectores políticos situados en las antípodas del FIT, y que reclaman “limpiar” las calles de Morón de vendedores callejeros.
Y enemistan a pequeños comerciantes con esos trabajadores. Es el divide y reinarás. Cuando en realidad, ambos sectores son víctimas de cómo nos golpea esta etapa de crisis, en un país que está en el podio de la fuga de capitales, algunos dejan sus dólares en paraísos fiscales, y según pareciera, acá son intocables.
Es algo ya recurrente. En períodos de ajuste más o menos encubierto, de uno u otro modo se terminan apretando las clavijas sobre los sectores menos pudientes.
Esa historia es la que queremos dar vuelta. Es el momento para unir las luchas, organizarse desde abajo y presionar para que la crisis la paguen los que la generaron.
La Marea Verde y la esperanza en la juventud
Hay un eje en el que se ha venido demostrando capacidad organizativa y constancia en la lucha a través de los años. Es el movimiento feminista, devenido en “Marea Verde”. Una gran fuerza en las calles, hasta alcanzar resultados para los cuales se vino trabajando en múltiples espacios de discusión. Y a nivel país, en este aspecto somos una referencia a nivel mundial.
Tenemos felizmente una larga tradición en nuestro país, de luchas de las mujeres por sus derechos. Pero la masividad nos llegó a partir del Ni Una Menos, con movilizaciones históricas que lograron imponer agenda. Ahí saltó a la luz la falta de inversión que había en materia preventiva, de hogares transitorios con equipos multidisciplinarios de atención para mujeres golpeadas. Hemos presentado en el Congreso proyectos para el cobro de impuestos progresivos a las grandes fortunas, con lo cual financiar, entre otras cosas, estas áreas antes señaladas. Aún así, desde la izquierda sabemos que esto no resuelve el esquema de opresión y que bajo este sistema capitalista son dos temas que van juntos y de la mano. Pero ante todo, necesitamos resolver las necesidades inmediatas de esas mujeres, porque muchas no tienen siquiera los recursos para irse de sus hogares. Por eso yo planteo siempre la construcción de hogares transitorios. La clave, en definitiva, es nunca perder la organización y la movilización, porque hay que defender en todo momento los derechos conquistados.
Destaca un elemento esperanzador en estos asuntos. Las nuevas generaciones, que aportan una frescura y se avizora que podrán ser polea de transmisión para consolidar estas conquistas en los próximos años.
La juventud está aportando un aire fresco como bien decís, y un gran involucramiento en problemáticas de género, y también del Medio Ambiente. Y no sólo acá, fijáte los escenarios de las juventudes en Chile, en Colombia, en Ecuador con imágenes intensas de resistencia y lucha. El pueblo trabajador nunca se va a entregar. Necesitamos, en resumen, demostrar que hay un camino más allá de la miseria del discurso de lo posible.