“Somos una semicolonia con casi todas nuestras riquezas mayormente en manos extranjeras”

Entrevista a Carlos del Frade, diputado provincial (Santa Fe) por el Frente Social y Popular

Conversar con el periodista, investigador y diputado provincial santafesino, Carlos del Frade, siempre es un placer que implica un portal abierto hacia el conocimiento con ideas claras y explicadas de modo simple y al hueso, propio de los que realmente saben y dominan plenamente el gran caudal de información que poseen, producto de la profesión a la que él le da brillo con su coraje y honestidad intelectual.

Una vez más, Carlos aportó para Huellas Suburbanas un análisis transparente de nuestra coyuntura y urgencias diversas, con una perspectiva desde la búsqueda de la reconstrucción de una épica de mayorías para ganar en soberanía nacional y ambiental.

Actualizó el estado de situación en torno a la causa Vicentín y de la llamada Hidrovía del río Paraná, su recuerdo de Malvinas a 40 años de la guerra, la situación nacional en el contexto del acuerdo con el FMI… y unos cuantos bocadillos más, que a continuación podrán encontrar.

Carlos, a la desinformación ya consabida que suele padecer el gran público ya sea lector, audiencia televidente ú oyentes según corresponda, sumado al reciente acuerdo al que llegó el gobierno nacional con el FMI para el pago de la deuda, ¿Cómo estás observando esta situación, quizás contradictoria, que por un lado presenta situaciones no resueltas, que podrían garantizar grandes divisas para el país, y por el otro la imposición asumida de tener que abonarle fuertes sumas a organismos internacionales? ¿Cómo se resuelve esta disyuntiva, si eso es aún posible?

Lo que tenemos es que se ha profundizado el nivel de semicolonia que hoy tiene la Argentina de lo cual veníamos hablando en conversaciones anteriores. Nuestra independencia ya es un mero formalismo, en realidad somos una semicolonia con casi todas nuestras riquezas mayormente en manos extranjeras. El acuerdo pactado con el FMI se ha dado de tal manera que eso repercute en los dos temas que vos mencionabas. Por un lado, Vicentín va a lograr una nueva prórroga en el concurso preventivo de acreedores para el 30 de junio, y por el otro lado, lo que tiene que ver con la vía troncal del río Paraná, ahora lo que se anuncia es una nueva reprivatización, también para capitales extranjeros, y eso va a significar que la Argentina va a profundizar su matriz dependiente. En este particular mes de abril, con los 40 años de Malvinas, seguramente habrá movilizaciones al Ministerio de Transporte de la Nación, en donde vamos a pedir la derogación del Decreto 949 para que todo pase por el Canal de Magdalena y no por el de Punta Indio, no porque sea uruguayo, sino porque eso responde a la lógica de las multinacionales que están asentadas en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y también alrededor del puerto de Montevideo. Se van a generar más divisas pero que también se van a ir, con lo cual se va a profundizar el empobrecimiento de nuestro pueblo. El Fondo no pretende cobrar, sino generar un permanente endeudamiento para colonizar a los países a los que presta dinero.

Esto que mencionás tiene gran relación con recientes declaraciones del Fondo, que ahora parece haber “descubierto” la dificultad y lo sensible del acuerdo que mantienen con nuestro país desde 2018 hasta la fecha, para lo cual buscan acelerar las visitas trimestrales para supervisar las cuentas nacionales y qué uso hacemos de las mismas. ¿Qué podemos hacer frente a tamaño escenario de sometedores y sometidos?

Hay que construir una herramienta de mayorías que profundice lo nacional y lo popular sabiendo que en 2023 la posibilidad de volver, a través del voto popular a que nos gobierne alguna de las distintas vertientes de la derecha con un modelo de país pensado como una agencia de cambio, una sucursal financiera de los bancos del mundo… está a la vuelta de la esquina.

Dentro de tamaña coyuntura, ¿Dónde lo ves parado al gobierno nacional?

Está en una situación en la cual, si no profundiza lo nacional y popular, se vuelve antinacional y antipopular. Y paralelamente debemos continuar generando conciencia crítica.

¿Avizorás adecuada masa crítica para emprender, una vez más, dicha patriada?

Sí, creo que hay mucho espacio todavía. Eso se ha demostrado en las extraordinarias movilizaciones del 24 de marzo pasado, y también en las del 8 de marzo pasado. Son activos para los sectores populares transformadores. Debemos construir una herramienta política que no le entregue mansamente el gobierno a alguna de las distintas formas de macrismo.

Mencionaste aquello de que si el gobierno no profundiza en una dirección nacional y popular, puede devenir en lo contrario. ¿Creés que estamos pisando ciertos límites con eso en la coyuntura presente? ¿La última etapa del gobierno de Alberto Fernández, podría adquirir algún tinte antipopular? Hay quienes ya lo caracterizan así…

Sí, totalmente. Y vamos hacia eso. Por eso es necesario profundizar, aunque cada vez con menos expectativa, lo nacional y lo popular. Vamos a ir a una elección en donde el antiperonismo se va a juntar y van a ganar las elecciones, si no somos capaces de luchar de verdad contra ejes como la inflación.

O sea que, más allá de la gestión y generación de algunas políticas, la hora actual está demandando un poco de mayor audacia de parte de las dirigencias…

Eso es lo fundamental. Pero tengo la sensación que, si no se hizo hasta ahora… será muy difícil encontrar la posibilidad para que ello suceda. Por eso, hay que ir construyendo masa crítica en pos de una herramienta de mayorías. Por eso, este 20 de abril haremos una gran movilización sobre el ministerio de Transporte de la Nación, y en forma paralela seguir trabajando para ver cómo hacemos para que en 2023 no gane las elecciones la derecha autóctona hoy existente en nuestro país.

El escenario hasta permite avizorar dirimir nuestro futuro entre una derecha “dura” y un supuesto centroderecha “amigable”…

Pero hay que alejarse de ese terreno, porque no es el nuestro. Nosotros tenemos que construir un movimiento de Izquierda Nacional de mayorías. Caso contrario, la Argentina no tendrá destino.

Carlos, te pido una actualización del estado de situación de la causa Vicentín, y de la llamada Hidrovía del Paraná, ya que por estos terruños son muy contados los medios y los periodistas que siguen levantando estas temáticas.  ¿Continúan pasándose la pelota entre amigos del poder judicial y el gran empresariado, para acomodar Vicentín de acuerdo a sus intereses? El Estado Nacional, ¿Tiene alguna posibilidad de recuperar aquello en lo cual amagó, entusiasmó, y finalmente no hizo y desencantó?

Los dos temas están íntimamente vinculados. Allí aparece siempre la arteria interior que alimenta el corazón de la economía argentina, y que es el comercio exterior, especialmente el comercio de granos. Esa es la mayor discusión en Argentina: ¿De quién es la mayoría de las riquezas que salen del país por el comercio exterior? Está el nudo de Vicentín, que a más de dos años del concurso preventivo de acreedores, va a lograr este pico de impunidad que tiene el grupo, y contarán con una nueva extensión del concurso. Se ha llegado casi al paroxismo, están en un punto de máxima impunidad, las causas no avanzan lo suficiente. Sería importante que el gobierno, de alguna manera y una vez más se interese por el caso Vicentín. Lo último que ha quedado es muy poco del directorio del banco Nación, diciéndole que no a las propuestas de Vicentín y la comisión que constituimos en la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe, que es la Comisión de Seguimiento de Vicentín… y no hay nada más para intentar recuperar el dinero que se fugaron, para que se genere una empresa pública de carácter nacional en el comercio exterior de granos y salvaguarde los puestos de trabajo. La recuperación de Vicentín podría ser una excelente muestra de esperanza en que el gobierno recupere cierto síntoma de lo nacional y lo popular, que por ahora ha perdido.

¿Y con respecto a la vía troncal del Paraná?

Eso está fuera de agenda porque el gobierno nacional ya decidió volver a la década del 90, privatizar, volver a entregar dragado, balizamiento y peaje a capitales internacionales; se habla mucho ahora de capitales chinos.

¿La marcha que mencionaste, que realizarán al ministerio de Transporte de la nación, va a ser el próximo 20 de abril?

Así es, con la intención de reivindicar la posibilidad de que lo nacional tiene que estar presente en el manejo del lugar por donde pasa la mayor cantidad de riqueza de la Argentina, que es el río Paraná.

¡Qué difícil panorama, Carlos! Se nos van las riquezas por el río, en gran parte no declaradas, y tenemos la espada de Damocles del Fondo Monetario ahora metido de retorno, intentando convertirse en un anexo del ministerio de Economía y de la propia Casa Rosada…

Nunca fue bueno el FMI para el pueblo argentino, y esta vez tampoco va a ser la excepción. Hay que pensar en un nuevo esquema de país, que genere entusiasmo en las nuevas generaciones.

Es un síntoma palpable que ha venido ocurriendo, más allá de los efectos de la pandemia, el alejamiento de cierto rango etario aún joven, de la militancia, a causa de un contexto de desilusión tras haber soñado con expectativas que el actual gobierno no ha podido cumplir.

Se requiere de una nueva épica. Estoy convencido que hay que volver a entusiasmar a ese sector que, caso contrario, va a terminar yéndose hacia la derecha. Esa tensión está muy vigente.

Todo parece indicar que el nuevo “producto” en este mundo signado por el marketing y los impactos efímeros de las redes sociales y sus “memes”, no es Juntos por el Cambio en sí, sino más bien las huestes lideradas por Javier Milei. ¿En Santa Fe ya comenzó a crecer dicho sector?

No se ha registrado aún que alguna fuerza provincial haya podido captar al fenómeno Milei. Pero van a tributar dentro de Juntos por el Cambio, sin dudas.

También se evidencia una debacle importante en el socialismo santafesino…

La muerte de Miguel Lifschitz los ha dejado sin un referente brillante. Ahora están en una situación muy difícil, lo quieren meter dentro de lo que acá llamamos “Frente de frentes” donde lo que más va a caracterizar al espacio, va a ser el antiperonismo. Y en eso está también un 90% del radicalismo provincial. Y todo ello va a jugar con Juntos por el Cambio.

El recuerdo de Malvinas

En estos 40 años desde la guerra de Malvinas, ¿Qué recuerdo tenés de aquellas jornadas, y qué rol, en tanto ciudadanos en este presente, nos cabe, en memoria de los caídos en combate y con una lucha aún abierta por la soberanía de las islas?

En primer lugar, Malvinas terminó siendo un proyecto de la dictadura para perpetuarse. Después, uno se aferra a la fenomenal valentía de la muchachada que en aquel momento era muy joven, y que fueron a pelear contra la primera potencia de Occidente, los Estados Unidos, que apoyaban a la tercera potencia de Occidente, Gran Bretaña, y lograron una guerra de 74 días, casi al filo del límite que tenían los ingleses para abastecerse, incluso reconocido por ellos mismos. La primera gran lección, 40 años después, es que no hay soberanía posible si no hay respeto por la soberanía popular. Claramente Galtieri no tenía nada que ver con la soberanía popular. Luego la guerra se extendió mucho tiempo más, porque a las 649 víctimas que mataron los ingleses, 326 en la isla y 323 en el hundimiento del A.R.A. General Belgrano, se le deben sumar los 400 suicidios que después hubo en el continente. La indiferencia argentina mató más argentinos que los ingleses. Y eso fue generado por la desmalvinización, primero por la Junta Militar y después durante el alfonsinismo. Añadámosle que durante muchos años no había una pensión digna para los combatientes de Malvinas. Luego fueron alcanzando el reconocimiento que merecían, pero hay que seguir recordando que la indiferencia del pueblo argentino mató a otros 400 combatientes en su propia tierra. No sólo hay que recuperar las islas, sino también la riqueza de los argentinos que se van a manos extranjeras.

Tanto para lo concerniente al comercio exterior como para un mayor desarrollo integral de un proyecto de recuperación de las islas del Atlántico Sur, amerita un fuerte trabajo de nuestra industria naval. Lo cual, y proyectándolo a tales escalas, implica decenas de miles de puestos de trabajo de calidad. Un proyecto nacional y popular debiera tener a esta cuestión como uno de sus principales estandartes…

Sin duda. Nosotros estamos convencidos que debe haber un gran desarrollo de la industria ferronaval para generar puestos de trabajo y poder pensar un país independiente.

Carlos, a modo de una última consulta, te pido un mensaje para los próximos meses, para tantos compatriotas que con buenas razones se encuentran angustiados, no llegan a fin de mes, que la pasan bastante o muy mal, y carecen de una vida digna. ¿Cómo seguimos caminando y resistiendo sin perder el entusiasmo y la esperanza?

Me parece que hay que pelear el presente, insisto, para que el gobierno avance desde lo nacional y popular, y construyendo la idea de que la Argentina necesita tener soberanía económica y soberanía ambiental para democratizar la felicidad. Creo que allí está la clave en lo inmediato, saber que no hay suplentes: Hay que protagonizar la historia, no hay que balconearla porque no hay más margen para eso.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com