Sobre los debates internos y frente al adversario

La experiencia es escuela para el que sabe ser alumno. No alcanza con acumular años si uno/a no hace el trabajo de hablar mucho con sus crxs en un proceso de analizar los dibujos que hace la pelota en juego, el trazo de la curva, las palabras de ida y vuelta que expresan lo que pasa. Y sacar las conclusiones que sean útiles para seguir respirando unidos y con sentido en estas épocas de injusticia y privilegio.

Debatir con lxs crxs es un ejercicio permanente de respeto y consideración por los demás. Decir con la mayor precisión una idea, seleccionando los términos y metáforas que expresen con prolijidad y claridad lo que queremos exponer ante la conciencia ajena, es una obligación militante. Los lugares comunes y las definiciones poco pensadas son a veces piedras y no alimento. Por supuesto que leer mucho ayuda, ya que es la cantera desde donde se extraen más conclusiones y materiales para forjar las herramientas del propio pensamiento.

La hipérbole de la desmesura, convertir un error en un desastre, una contradicción secundaria en un pecado irredimible, una diferencia en una ofensa mortal es una práctica común entre los que no aprecian con paciencia y humildad el proceso de acumulación de voluntades, de confianzas y afinidades que se llama construir en política. Puede ser una medida de la propia incapacidad para prever el eco de las propias palabras y gestos. Pero también es un camino de edificación de propias estatuas o de quedarse adelante con la bandera cuando todos atrás quedaron en camino. Sirve para sostener un ego flojo, pero no para hacer política.

Hablar a tiempo, en el momento adecuado y con las palabras precisas para no ofender ni destruir los lazos débiles de la fraternidad entre personas que se juntan por tener esperanzas comunes, no de dinero u obligaciones legales, es una tarea que requiere de mucha observación y paciente optimismo.

Cada persona tiene cualidades útiles para el colectivo. El o la que aspire a ser parte de la conducción de una agrupación debe identificar esa veta que no todos ven, que se expresa cuando se encuentran en la acción, la habilidad, la disposición y la eficacia. Hace falta tiempo para probar las responsabilidades cambiantes y provisorias (todo es temporal y muda con la coyuntura y la edad) de cada compañero. Y hace falta acción y no solo palabras para que esto se verifique.

Lo que diferencia la política de la charla de café es la efectiva transformación de algo. Concentrar el esfuerzo colectivo y lograr de ese modo cambiar y mejorar la vida de los que comparten el mundo. Y esto se debe hacer en ámbitos especiales, lejos de la mirada y los oídos de la oposición. No alcanza con ser honesto y hacer las cosas bien, con tiempo y planificación, se debe ser discreto frente a los intereses organizados de otras fracciones de la sociedad.

Frente al adversario se debe construir un puño inquebrantable de lealtad y compromiso.

Las y los que creen en la capacidad humana de mejorar las vidas de todas y todos siempre encontrarán oposición. Defensores del viejo cuento de la desigualdad natural de la especie, del privilegio disfrazado de merito, de la sumisión de las mayorías al deseo de consumo y placer de minorías, son las y los que necesitan sentirse superiores desmereciendo el derecho de otros a una vida mejor… ellos no sólo se organizan, sino que compran las voluntades de los que, con menos vergüenza son parte de esa banda organizada, francotiradores desde sitiales de emboscada y fuego graneado a cualquiera que pretenda destruir esas posiciones de poder para abrirlas al conjunto social.

Democracia y capitalismo no son compatibles, por eso hacen trampa cuando ven peligrar sus bastiones.  Usaron los golpes militares, de mercado, el terror económico de los despidos masivos, las hiperinflaciones y las corridas cambiarias para domesticar a golpes a quienes consideran seres inferiores y sujetables. No les molesta matarnos de hambre por intentar poner retenciones móviles o matarnos simplemente por la espalda, o con la cabeza en agua helada del sur por defender derechos originarios. Por todo eso, nuestros universos culturales y aspiraciones son tan distintos. Y ahí radica la importancia para la especie de nuestro triunfo.

Gustavo Zapata
gustavo.zapata@huellas-suburbanas.info