
08 Ago ¿Se levantó la cuarentena en Morón…?
… así parecieran ratificarlo centenares de vecinos y vecinas que se dieron cita, esta tarde, en plaza San Martín, cual preanuncio de lo que sucederá en breve cuando el clima primaveral comience a brindar apariciones más frecuentes.
En grupos, o en parejas, disfrutando de amenos pic nics y con mucho espíritu de sociabilidad, dignos de mejores tiempos, allí estaban, prácticamente colmando los asientos y también recostados sobre el césped.
Cualquier transeúnte con la visión medianamente atenta, habrá podido sacar similares cálculos a los que efectuó este cronista, a vuelo de pájaro: Números más, números menos, un 75% de los que ocuparon el mencionado espacio público, no respetaron el distanciamiento social ni se cubrieron con barbijos y/o tapabocas.
El núcleo central de la ciudad cabecera de partido también ofreció un continuum de transeúntes con el barbijo enrollado debajo de sus barbillas o, directamente, y en un claro rapto de “liberación” ante la “opresión” de un “sistema” que no les permite lucir sus cuidadas o bien renovadas dentaduras, carentes por completo de tapabocas a primera vista.
Los fundamentos se entrecruzan al borde del paroxismo. Las culpas se lanzan sin disimulos y están a la orden del día. Pero la praxis de los datos duros arroja estas observaciones, que considero necesarias dejar expuestas.
Algo huele mal en Dinamarca, diría algún eximio literato. Con los controles en retirada, se hace difícil. Y con la ausencia de conciencia ciudadana, la cosa se va poniendo cada vez más espesa.
Pareciera que hay modas que vuelven. Mientras los atelier o puestos de artesanos (los que aún resistan en su oficio) ven mermar sus ventas de los simpáticos “atrapa-sueños”, asoma en el firmamento el nuevo “boom” entre una respetable parte de la ciudadanía, que comienza a “hacer méritos” para obtener sus “llamadores de ángeles”: La sumatoria de imprudencias en la vía pública, invita a suponer que, dentro de no mucho tiempo, los precisarán…