Rapacidad y segunda ola

Por: Gustavo Zapata

CTA Morón Hurlingham Ituzaingó

Mientras nuestro Presidente establece nuevas medidas de protección sanitaria y los PROPandemia del JxC(contagio) llaman a desobediencia, hay un forcejeo de fondo entre empresarios concentradores de mercados alimentarios y un gobierno que sostiene frentes múltiples.

Los dueños del producto de los trabajadores del campo, fundamentalmente carne y granos, exportan y cobran en dólares, sub-facturando y evadiendo todo lo que pueden. Los controles sobre estos delitos fueron debilitados hasta la invisibilidad por “su” gobierno amarillo. Los ganadores del modelo neoliberal macrista se fortalecieron, eliminando competidores pymes y concentraron porciones de mercados capitales, de la mano de “sus” jueces y “sus” publicistas con carnet de periodistas.

Ahora imponen las condiciones del mercado, haciendo acuerdos por arriba de la mesa y todas las trampas posibles por debajo. El gobierno distribuye recursos por bonos, planes y subsidios y ellos aspiran con sus maquinarias de precios a absorber todos esos recursos. El resultado es que se desgastan los acuerdos paritarios, estimados tomando como referencia el 29% de inflación presupuestada, y se erosionan jubilaciones y subsidios de emergencia.

Los empresarios de las telecomunicaciones hacen otro tanto, burlándose de las políticas de servicio esencial que beneficia a los compatriotas más empobrecidos, y que fueran las principales víctimas del anterior gobierno “amarillo”.

En este frente de disputas, los trabajadores no podemos movilizarnos y sólo nos queda canalizar en el Congreso, donde hay 3 (tres) diputados de origen sindical y el FDT tiene minoría en la Cámara Baja. Establecida la correlación de fuerzas institucionales y en el campo de batalla, tenemos que pensar por dónde avanzamos y cómo consolidamos nuestro esfuerzo.

A los trabajadores y los movimientos sociales nos une la política. Esto es, divididos en el terreno institucional, sin embargo estamos todos contenidos en el FDT, seguimos a Alberto y Cristina con entusiasmo y esperanza. Bien, entonces es ahí donde tenemos que fincar el cuartel general y rodear el campamento de más unidad, plantear nuestras estrategias en la mesa de arena de nuestra conducción, fortalecer la organización con un diálogo permanente que permita que todas las carpas tengan lugar bajo la misma bandera. Llevar y traer demandas, organizar recursos y prepararnos para la disputa electoral. Hoy el campo de batalla es la pandemia y cuidar a la población es la urgencia, mientras llegan más vacunas.

El trabajo de las y los compañerxs en primera línea es digna del mayor elogio: hablan y dialogan con los vacunados para que se comprenda el valor del esfuerzo y las limitaciones del trabajo. Es un camino clave. Mientras lxs trabajadores de la salud ponen todo en salvar vidas, cuando sus salarios y reconocimiento social se juega entre los tilingos caceroleros y autoproclamados libertarios (perdónalos compañero Osvaldo Bayer, no saben lo que dicen). Nos preparamos para disputas mayores, porque un avance sólo se consolida con otro.

La CTA Morón Hurlingham Ituzaingó está ahí donde se fortalece la unidad, poniendo el cuerpo, distribuyendo alimentos, ofreciendo sus locales sindicales para vacunar, en la calle y dando de comer desde el Frente Barrial. La unidad es el camino, la solidaridad nuestra práctica y la organización nuestra estrategia.

 

Gustavo Zapata
gustavo.zapata@huellas-suburbanas.info