
06 Ago “Queremos hacer un aporte para recuperar la conciencia popular de liberación y soberanía”
Entrevista a Bárbara Solernou, precandidata a Vicepresidente de la Nación – Coalición Paz, Democracia y Soberanía
En esta ocasión tuve el placer de conversamos con la joven militante Bárbara Solernou, quien participará en las elecciones primarias y abiertas (PASO) de agosto, como precandidata a Vicepresidente de la Nación. Bárbara es una militante de base con mucha experiencia y vasta formación en diversos asuntos inherentes a un proyecto nacional e industrialista. Actualmente acompaña la fórmula que encabeza el periodista y escritor Mempo Giardinelli, por la Coalición «Paz, Democracia y Soberanía», y competirán en las PASO venideras. La entrevistada expuso un amplio y profundo abanico de propuestas sólidas y de fondo para renovar y modificar los cimientos mismos de la estructura productiva y económica de nuestro país, en la búsqueda de avanzar, en clave patriótica, hacia un cambio de paradigma político y cultural de gran significancia.
Bárbara, acumulás mucha militancia a tus jóvenes 33 años de edad. Contános cómo está compuesta la coalición Paz, Democracia y Soberanía, y cómo se llegó a conformar la fórmula que integrás junto al periodista Mempo Giardinelli.
Particularmente provengo de la agrupación Social XXI La Tendencia, que es en sí misma un proyecto de liberación nacional. Vemos que en Argentina hace falta volver a construir un proyecto de Patria, porque entendemos que actualmente hay distintas graduaciones de un mismo modelo político, que es el colonial. Si bien hay diferencias de matices, de fondo el modelo político argentino es de saqueo, agroexportación, financiarización de la economía y los resultados que eso conlleva. Aparentemente el proyecto de liberación nacional que venimos construyendo, está encontrando su hora de aparición, cuando comprobamos que se está polarizando cada vez menos el espectro político, en cuanto los “malos” y los “buenos” son medio parecidos en sus proyectos políticos. En ese contexto venimos relacionándonos con varios compañeros, por ejemplo el PSA, el PH, parte de Proyecto Sur, parte del PI, el Manifiesto Argentino, Proyecto Joven y otras agrupaciones más, y confluimos en un programa. Creemos que es necesario que nazca una nueva fuerza política diversa, con mecanismos de participación, con objetivos claros y estratégicos, donde podamos potenciarnos desde nuestras diferencias, porque esto es Argentina, un crisol de razas y de ideologías. Creemos que hoy está en riesgo la patria, así que las discusiones ideológicas son de segundo orden.
¿Cómo se conocieron con Mempo Giardinelli?
Con Mempo nos conocimos en el debate y el intercambio en cuanto a temas de soberanía fluvial y marítima. Así que venimos compartiendo desde hace algunos años, acciones políticas en conjunto, y hacia fines del año pasado, inicios del actual, Mempo nos propuso la idea de lanzarnos. A nosotros nos parece correcto que responde no al querer ser, sino al deber moral de ofrecerle al pueblo argentino una opción real. Cuando Mempo nos propuso esta idea, entendimos que alguien lo tenía que hacer. Hoy somos una linda fuerza que presentamos 52 listas en cuanto a lo nacional, a lo provincial y a lo municipal.
Que, de hecho, en Morón presentan también lista municipal.
Así es. Acá en Morón competiremos con boleta para intendente, concejales y consejeros escolares.
Mencionaste varias veces el concepto de Patria. Que, lamentablemente, está un poco baqueteado, hay quienes lo usan y no deberían hacerlo en caso de tener algo de vergüenza propia. En este contexto, ¿Por qué la ciudadanía debería elegirlos a ustedes y no a las tres principales fuerzas que compiten en las PASO nacionales?
Básicamente, lo que estamos viviendo en nuestro país es la peor cara de un modelo que viene vigente desde la última dictadura militar. A partir de ahí se impuso, a sangre y fuego, un modelo liberal, de endeudamiento permanente, que busca oprimir la economía argentina, deprimir el mercado interno, para que Argentina no tenga posibilidad de diversificar su matriz productiva, y que seamos un país proveedor de productos agropecuarios. La disputa, en el mundo, por las soberanías, es acerca de quién produce valor agregado. Nada nuevo bajo el sol: imperialismo puro. Argentina vende granos y compra manufacturas industriales. Siempre fue esa puja, desde su génesis como república, es un escenario de disputa entre ese modelo, esa geopolítica que la quiere subordinar como mera proveedora de productos sin valor agregado, y los que queremos no depender de factores exógenos, y poder ser soberanos, autosustentables, desarrollar nuestras propias industrias estratégicas, generar trabajo, calificación, desarrollo en ciencia y tecnología…
Una Argentina industrial, y específicamente con desarrollo de su industria de base…
Exactamente. La madre de industrias, que a su vez desarrolla otras industrias estratégicas a su alrededor. Como por ejemplo, la industria naval. Nosotros hacemos hincapié en este aspecto, porque somos un país esencialmente marítimo. Es absurdo que un país, cuya mayor extensión territorial está en el mar, carezca de una política naval, que no tenga un solo barquito navegando… entonces todo ese modelo de saqueo, sólo sirve para mantener altos estándares de vida en las potencias extranjeras mientras acá nos genera hambre y desocupación. No hay posibilidad de desarrollo de justicia social dentro de una colonia. Lo que necesita la geopolítica imperial es que el pueblo argentino no se desarrolle ni se ponga de pie. Está comprobado y probado por ellos que mantener una determinada tasa de desempleo, disciplina a la masa trabajadora. Así, la desocupación es una herramienta política de dominación. Y volvemos a la última dictadura militar en nuestro país, que es cuando se destruyó todo el aparato productivo nacional, cosa que se termina de consolidar en los 90´s. Se destruyen las empresas estatales, que producían valor agregado… posteriormente ello genera desocupación y una generación de desocupados crónicos, y se genera una financierización de la economía, esto es, una dependencia a ultranza al dólar norteamericano y financiación del Estado a partir de toma de deuda permanente. Tenemos que parar, de algún modo, con esta falacia de la colonia próspera: No hay posibilidad de desarrollo. Necesitamos recuperar la industria que propicia la reactivación de las pymes, que son las que mayor cantidad de puestos de trabajo son capaces de generar. Y a partir de ahí, deberíamos despegarnos del patrón del dólar norteamericano como referencia para nuestra moneda.
Entre otras cuestiones, está la problemática de la vivienda popular…
Y ahí vamos, ¿Por qué nosotros, en vez de pagar los billones de pesos que el Banco Central paga diariamente a los bancos en concepto de interés por los instrumentos de deuda, de Lelicq, por ejemplo… por qué esa cantidad de dinero no se pone a disposición de una política de vivienda? Siendo que tenemos un déficit de 4 millones de viviendas, que es un déficit acumulado desde hace 32 años. Todas estas cosas se van a poder llevar adelante sí, y sólo sí, cortamos con esta dependencia supina al dólar norteamericano y la extranjerización de nuestro comercio exterior, y con la recuperación de la industria.

Bárbara Solernou socializando junto al entrevistador y compañeros de producción audiovisual de la red UCAYA
Parece que ustedes proponen ir al hueso en una serie de ideas-fuerza que hacen al desarrollo de una Nación, para lo cual sospecho, y me animo a preguntarte, si acaso no hay que confrontar con casi todos los poderes fácticos existentes en Argentina. Para eso se necesita, precisamente, ampliar la masa crítica. ¿Creen que esta presentación de lista es el punto de partida para comenzar a trabajar en esa dirección?
Sí, es fundamental. Creemos que es el momento. Es necesario que las ideas y los proyectos que forjamos con mucha dedicación y trabajo, ahora jueguen en la arena política. Y que empiecen a traccionar la voluntad de la mayoría de los argentinos en la dirección de un proyecto de liberación nacional. Partamos de la base que la variable de lo “fácil” no existe en todo esto que proponemos. Los humildes la tuvimos siempre difícil. La vida no es fácil para nosotros. Desde que nos levantamos para laburar, tomamos el Sarmiento, volvemos hechos pelota, no llegamos a fin de mes, estamos endeudados… entonces la dificultad es parte de nuestra naturaleza y no tenemos miedo a eso. Hay una necesidad colectiva de una brújula que marque un norte político, y nosotros queremos aportar a ese debate general que hay que empezar a dar junto a la militancia política argentina. Este lanzamiento de candidaturas lo tomamos como una acción política en ese sentido. La idea es poner sobre la mesa temas que están soslayados…
Temas que se han corrido deliberadamente de todas las agendas…especialmente mediáticas
Y eso fue algo deliberado, sí. Nuestro pueblo argentino históricamente fue muy politizado. Somos un pueblo naturalmente aguerrido, rebelde y con conciencia antiimperialista. Mismo durante la década de 1970, antes que nos masacraran a una generación, había un nivel de debate político mucho más elevado que lo bochornoso que vemos hoy. Queremos hacer un aporte para recuperar la conciencia popular de liberación y soberanía. Ya hemos visto todo lo que la clase política puede ofrecer… lo mejor que podían dar, ya lo dieron. Y lo agradecemos, sí. Pagábamos menos la luz, el gas… pero no es por ahí: nosotros queremos discutir la propiedad de los servicios públicos, y no que me subsidien la ganancia privada de Edenor, por dar un ejemplo. Necesitamos recuperar el debate acerca de la propiedad de los medios de producción. Para nosotros hay que acumular en el Estado, que es la herramienta del pueblo para la acumulación y organización de la nación. Y recuperar puestos de trabajo, y desde ahí recuperar la familia entendida como primer órgano de la comunidad.
Hablando, claro está, de trabajo registrado. Bien remunerado. No ya esos sub-empleos para trabajar para aplicaciones, cuentapropismos varios.
Y también en cuanto a la organización. Porque el trabajo colectivo, en la fábrica permite que emerja la noción del sujeto colectivo, que prevalece por encima del yo. Cuando vienen a destruir las empresas estatales, vienen precisamente a eso: a destruir la organización popular. Vamos a ponerle números: Ferrocarriles Argentinos tenía una plantilla de más de 100.000 trabajadores; Astilleros Río Santiago tenía una planta de 9000 trabajadores; YPF tenía una planta de más de 100.000 trabajadores. Y así sigue la lista, Aerolíneas Argentinas, SEGBA, etcétera. Las plantas fabriles eran de ese tipo, con muchísima gente. Y por ende, eran usinas de organización política en defensa del patrimonio común. Y el liberalismo viene a proponernos el emprendedurismo, esto de “puedo ser mi propio empresario”, el individualismo a ultranza a través de mecanismos como el monotributo, el microemprendimiento para fomentar la división de la comunidad.
Bárbara, a modo de cierre, ¿Qué deseás añadir, a propósito del escenario electoral que se avecina?
Somos la coalición Paz, Democracia y Soberanía. Nuestra lista es la 94 A, y los invitamos a que salgan de la resignación, que salgan de la mediocridad del posibilismo y romper con ese ciclo de votar al menos malo. Animémonos a votar un proyecto de patria que recupere la industria, el trabajo y la dignidad de todos los argentinos. No va a haber otra posibilidad de reconstrucción de la Argentina si el pueblo no despierta y se hace cargo de su destino. Si empieza a dejar de tercerizar su futuro en manos de estafadores y políticos profesionales, que no tienen ideales ni convicciones; sólo tienen intereses y son operadores. El pueblo argentino debe emerger y encarnar un proyecto de liberación nacional.