
05 May ¿Qué es el MAP?
Durante la cuarentena supongo que muchas personas nos hemos encontrado ingresando más de lo normal a nuestras redes sociales, en una de las tantas veces que ingrese a facebook, me tope con una petición para dar de baja una página llamada “MAP”.
Pero ¿qué es MAP?, sus siglas significan “Movimiento Activista Pedófilo”, me pareció extraño no haberlo visto antes así que supuse que se trataba de alguna pagina falsa, pero no, este “movimiento” tiene años entre nosotrxs. Desde finales de los años ´50 los sujetos inmersos abogan por la “aceptación social de las personas que se sienten atraídas hacia menores de edad”, reclaman para que no se les denomine pedofilos si no “child lover” “boy/girl-lover” o “pedosexual”; por la derogación de las leyes sobre la edad de consentimiento; para que la pedofilia deje de ser tratada como una parafilia (patrón de comportamiento sexual inadecuado); y para ser reconocida como una orientación sexual y se la agregue a la lucha LGBTQ. Realmente quedé atónita.
Recordemos que actualmente el abuso sexual durante la infancia, según informes de la UNICEF, es uno de los tipos de violencia más invisibilizados en Argentina. Como adultxs tenemos la responsabilidad de proteger las infancias y adolescencias, de generar ambientes de confianza y respaldo para aquellxs que están en situación de vulnerabilidad.
Pero ¿cómo podemos generar el espacio para poder hablar de estas situaciones?:
Primero comprender que un abusador puede estar entre nosotrxs, hay que eliminar la imagen obvia, no son personas que no puedan integrarse, al contrario, son sujetos que tienen un gran carisma y generalmente no son agresivos socialmente. Aquellxs que sean abusadores no siempre utilizan la violencia física, a veces, usan la persuasión, manipulación, juegos, amenazas, regalos, intentando ganar su confianza y hacerle sentir al menor que es un par.
Segundo, entender que las clases de ESI son sumamente importantes para que el niñx y adolescente entienda qué sucede en su entorno y así logre, en el mejor de los casos, ponerlo en palabras.
Tercero, aceptar que los abusos sexuales no distinguen clases sociales, es un error sumamente grave el creer que las clases bajas son las que más sufren esta problemática.
Y cuarto creer que lxs niñxs mienten o fantasean en demasía. No hay estudios que demuestren que lxs niñxs mientan más que lxs adultxs, generalmente las mentiras de un niñx se destacan por ser poco creíbles, obvias y simples.
Algunas preguntas frecuentes en los casos de abuso sexual son ¿por qué no habló antes? y ¿cómo nos damos cuenta de que el niñx/adolescente está sufriendo abuso sexual? La primera tiene muchas respuestas, desde las amenazas que el infante/adolescente puede sufrir, el miedo a la estigmatización, la vergüenza y el miedo a que se los acuse de ser cómplices o culpables de sufrir su abuso. Y en la segunda hay varias señales dependiendo las edades y su mayor o menor visibilidad, en lxs niñxs podemos encontrar los dibujos, estallidos de ira, angustia y pesadillas nocturnas; en cuanto a los adolescentes podemos notar también estallidos de ira, angustia, depresión, ansiedad, insomnio y conducta retraída.
¿Quiénes pueden denunciar? Según el artículo 9 de la ley 26.061 aquellxs adultxs que estén a cargo de la responsabilidad parental y aquellxs que se desempeñen en organismos, asistenciales, educativos y de salud tienen la responsabilidad de comunicar al organismo de niñez la situación de abuso y la obligación legal de iniciar la denuncia judicial.
También es importante saber que aquellxs niñxs y adolescentes que hayan sufrido abuso sexual cuando cumplan la mayoría de edad (18 años) pueden realizar la denuncia correspondiente y es fundamental que sepan que no importa el tiempo transcurrido luego del abuso, es su derecho denunciar y que esa denuncia sea tomada.
Personalmente, como víctima de abuso sexual y emocional de parte de un adulto durante la mayoría de mi adolescencia, me da miedo que haya personas que formen parte del MAP. Las únicas veces que ingresé a esas páginas para investigar de qué trataba todo esto sentí que mi abusador tenía muchas caras y nombres distintos, leí sus palabras con distintos usuarios, realmente me dieron escalofríos mientras me seguía adentrando, cuando vi que este “movimiento” quiere que se reconozca como orientación sexual el ABUSO a menores. Temblé. Pero si hay algo que aprendo todo el tiempo tanto de mi historia como la de otrx es que no hay que tener miedo.
A los pederastas y violadores les decimos que nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.