
27 Abr ¿Qué es el Malthusianismo? Y sus implicancias en las políticas económicas y sociales en Latinoamérica y el mundo periférico
Corrían los años del principio de la Revolución Industrial, el auge y el gran desarrollo de la industria y la acumulación del capital, la alta burguesía inglesa que detentaba el poder echaba a andar el bienestar del hombre y el progreso indefinido, en ese ínterin se produjeron grandes desfasajes entre la acumulación de riquezas en una minoría privilegiada y en el otro extremo la explotación y enajenación de una clase que surgiría como producto de la explotación de esta minoría creando el proletariado asalariado y enajenado, arrinconado en los grandes lupanares de los barrios marginales de Inglaterra donde se erigían los grandes complejos industriales. Las injusticias y las grandes revueltas producto de este fenómeno sociopolítico y económico que emergía en el horizonte un filósofo y pensador Thomas Robert Malthus (1766–1834) quien escribió una obra para justificar el malestar que sufría en ese momento la sociedad inglesa, cuyo título se llama Ensayo sobre el principio de la población. Sostenía que si el ritmo de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica, mientras que el ritmo de aumento de los recursos para su supervivencia lo hace en progresión aritmética se podía inferir que la caridad y ayuda a los pobres (propia del paternalismo Tory) eran inútiles, ya que solo resultarían en un crecimiento del número de pobres. Esta idea fue aprovechada por los Whigs para desarrollar sus ideas económicas, ejemplificadas por la Ley de Pobres de 1834, que fue descripta por sus oponentes como “…una ley malthusiana diseñada para forzar a los pobres a emigrar, a trabajar por salarios más bajos, a vivir con una cantidad reducida de alimentos”.

Thomas Malthus (1766-1834)
Este ejemplo histórico que nos dejó la culta y civilizada Inglaterra, que luego en el devenir histórico con sus colonizaciones y explotaciones del llamado mundo periférico o la otra edad, la cual se nutría para mantener su imperio, hoy asistimos a un neomalthusianismo inserto en los diferentes discursos políticos de “corte democrático” en nuestra latinoamérica, llevando sutilmente una manera implícita dicha corriente.
Argentina, un país que produce alimentos para 400 millones de personas hoy padece políticas de hambre y desocupación, justificando grandes ajustes fiscales, cerrando fábricas, generando desempleo y exclusión y por ende concentrando sus riquezas en pequeños grupos aggiotistas, que someten a la gran mayoría al hambre, a la miseria y a la barbarie. Ante esta gran paradoja se encuentra enfangada sin poder hacer pie tanto la dirigencia política como el conjunto del pueblo trabajador.
Cabe una reflexión: desde el Grito de Alcorta después del primer centenario, y al cumplirse el segundo centenario, la concentración de las riquezas estaba en manos de una minoría oligárquica terrateniente, agroganadera exportadora proimperialista, cuya estructura productiva se resiste a la industrialización. La pequeña y mediana industria, incipiente y timorata, que no quiere tomar las riendas de la historia y ser protagonista de la misma, sigue los pasos obedientes de la oligarquía dado a su colonialismo pedagógico y cultural.
Sólo podrá hacerlo la clase trabajadora, aglutinando un frente nacional donde ella sea la partícipe y animadora de este gran salto cualitativo, asumiéndose como sujeto de la historia y sepultar a la decimonónica oligarquía rapaz, que no tan sólo asola a nuestro país sino a Latinoamérica en su conjunto.
Mesa Provincial Severo Chumbita
Ricardo Solohaga, Jorge Walter Medina