“Que cada municipio gaste en directa proporción a lo que recauda”

Entrevista al Dr. Iván Ponce Martínez, precandidato a concejal de Morón (Avanza Libertad)

Incisivo, franco y al hueso en sus declaraciones. El Dr. Iván Ponce Martínez, actual precandidato a concejal de Morón por “Avanza Libertad”, la fuerza que encabeza en la provincia de Buenos Aires el economista José Luis Espert, compartió un café y una animada conversación con Huellas Suburbanas en pleno casco céntrico de Morón.

Otrora funcionario de la Alianza (1999-2001) y de Juntos por el Cambio (2017-2018) en el citado municipio, Ponce Martínez se definió como de procedencia radical-liberal (“Alvearista”, según valorizó a quien gobernara entre 1922 y 1928), manifestó su simpatía por Ricardo López Murphy, y ofreció sus enfoques acerca de múltiples ejes que hacen a las urgencias, necesidades y realidad tangible del Morón en el cual pretende insertar una nueva voz al interior del Concejo Deliberante.

Iván, tenés una experiencia previa bastante importante en el ámbito municipal…

Mi actividad empezó hace mucho en la municipalidad, siempre fui del ámbito de Legales dentro del Concejo Deliberante. Desde 1999 durante la gestión de la Alianza, y aprendí junto a Alejandro Camozzi, que era el Director, todo lo inherente a Derecho Municipal. Me retiré cuando la Alianza se rompió, no fui partícipe del Nuevo Morón ni de Nuevo Encuentro, y me alejé de la política. Luego tuve un pequeño rol como asesor del diputado Fernando Iglesias, para posteriormente volver a retirarme. Con la llegada de la gestión de Cambiemos, fui designado Director de Legales del HCD y luego de 2 años pasé a ser Subsecretario de Legal y Técnica, hasta que en marzo de 2018 decidí renunciar al cargo y dedicarme a la actividad privada, que nunca abandoné.

Has declarado la necesidad de reducir el gasto municipal, ¿Podés desarrollar esta idea?

Para mí, es esencial. Creo que los estados Nacional, provincial y local gastan mal y demasiado. Se financia la política desde el gasto público. La famosa “caja” que tantas veces mencionan los políticos. Fondos públicos, con los cuales en el mejor de los casos pueden incorporar personal. La propia gestión de (Ramiro) Tagliaferro tampoco redujo el gasto en planta política, de hecho lo aumentó. En aquel momento, yo eliminé una dirección de mi área, pero luego encontré que todos los que eran directores pasaban a ser coordinadores con los mismos sueldos de antes.

Reducir los cargos tendría menudos costos políticos…

Claro, pero con la plata de otros, todos somos generosos. Hoy mismo tenemos 124 cargos políticos entre secretarías, subsecretarías y direcciones, y no te cuento los cargos innecesarios en el HCD… y no es un mal de Morón, es un mal de la política en general. Estructural del sistema político argentino. Sin ir más lejos, hay que ser un experto para entender la complejidad de las tasas municipales. Detrás de las tasas, estamos encubriendo impuestos.

¿Y cómo creés que se soluciona todo eso?

Con otro enfoque de federalismo. Hay que terminar con el tema perverso de la coparticipación federal y provincial. Que cada municipio gaste en directa proporción a lo que recauda. Porque, de otro modo, la competencia es por ver cuál municipio mantiene mejor relación con provincia y nación, y así nadie se hace cargo de lo que gasta. Hay impuestos que se pensaron como transitorios, y que datan de la época del gobierno de la Concordancia en los años 30, y que ahora es el famoso Impuesto a las Ganancias… el Impuesto al Cheque de Domingo Cavallo, también era de emergencia. Todos lo insultan, pero Cavallo se fue, y nadie sacó ese impuesto en todos estos años. Parece que los impuestos transitorios son para siempre. Hay que sacar impuestos. No hay otra. Vamos a firmar un compromiso los candidatos a concejales de Avanza Libertad, para trabajar no sólo en no subir, sino en quitar impuestos. Obviamente con esta inflación las tasas vigentes van a subir, pero la idea es que la reducción de la carga impositiva exista, y no va a haber acuerdo de nuestros concejales para avalar aumentos en la presión fiscal.

En plena contienda electoral, es todo un desafío intentar meter un bloque por fuera de la influencia de los dos grandes bloques políticos que hegemonizan el HCD local. ¿Pretenden constituirse en una voz que aporte una agenda diferente?

De hecho, gran parte de las decisiones acá se aprueban por unanimidad, así que queremos hacer algo distinto. Trataremos de quitarle lo menos posible y darle los mejores servicios a la sociedad. Porque con esta actual forma de redistribución, mucho se queda en el camino, cuando, si, por el contrario, le dejáramos la elaboración de riqueza al Mercado, se podría producir más riqueza.

¿Qué visión tenés acerca de la función que le compete al Estado?

Dr. Iván Ponce Martínez

No soy anarquista, no estoy en contra de que exista un Estado. Me considero un liberal clásico, que además de las funciones de Justicia y Seguridad –que hoy no estarían funcionando-, el Estado tiene un rol importante en la salud y la educación. Educar al soberano, ya lo decía Sarmiento. Lo mismo le cabe a la salud, que quien no pueda acceder a una salud paga, pueda recibir una correcta atención desde el sistema público. Para que haya una verdadera meritocracia, tiene que haber igualdad de oportunidades e igualdad ante la ley.

Hay una porción muy grande de la sociedad que está desentendida del proceso electoral, incluso desencantada…

… los entiendo y los comprendo perfectamente…

Pero es peligroso a futuro, ¿No te parece?

Es peligroso porque cuando uno se desentiende, viene otro y decide por todos nosotros.

Es un terreno que puede ir quedando demarcado quién sabe para qué nuevos emergentes…

Es un tema muy complicado, porque uno entiende que la sociedad civil quiere dedicarse a lo que tiene que hacer, que es producir riqueza, y estamos quienes nos dedicamos a la cosa pública porque nos interesa. A la actual clase política no le importa que participe la ciudadanía, necesitan que no estorben. Entonces, si la gente insulta en las redes pero no se involucra en política, sigue todo igual, se reparten el poder entre unos cuantos, y la sociedad… que siga pagando impuestos.

Promovés, por lo tanto, que se potencie el entusiasmo por la participación de la sociedad en la política, entendida ésta en clave democrática, claro está. Es un mensaje que puede resultar interesante entre sectores desencantados de nuestra comunidad, con lo cual te situás bien lejos de posiciones “antisistema”.

Soy republicano, y ojo, que muchos sectores que se definen “antisistema” son en realidad anti-cómo-funciona-este-sistema…

Estaría bueno que aprovechemos para desarrollar y aclarar esta cuestión.

No soy libertario, aunque hay muchos libertarios en nuestro frente, pero creo que la crítica pasa por el funcionamiento del sistema. Y desde ese punto de vista, creo que amerita un cambio radical del sistema político argentino. Pero como republicano, creo en la participación en la cosa pública; y a la vez, creo que sin Mercado no hay riqueza. El Estado tiene que garantizar que el Mercado pueda funcionar libremente, porque si no, esto será la ley de la selva. La Argentina liberal terminó con Marcelo T. de Alvear, después de eso, hubo diversos modos de estatismos.

Viniendo un poco al terruño local, y de cara a estas elecciones y la posibilidad de acceder a una banca de concejal, ¿Qué propuestas querés poner en discusión desde el HCD? ¿Y qué observaciones podés realizarle a la gestión municipal actual?

El espacio público está ocupado, con ésta y con la gestión anterior. Vendedores ilegales, trapitos, deterioro urbano, en un contexto de decadencia fomentada por los sectores políticos afines, genera que nos vayamos pareciendo cada vez más a una capital centroamericana que a lo que supimos ser. Hay que concentrar y redistribuir los recursos. Se gasta mucho en propaganda, uno ve las redes y te mandan invitaciones para cursos para hablar de “TodEs” que no le interesan a nadie, y los baches siguen ahí, bien visibles. Somos rehenes de un discurso sobreideologizado, en el cual la clase obrera ya no es el sujeto histórico, sino cualquier minoría que no sea varón, blanco o heterosexual. Vivimos en un mundo totalmente libre, no estamos en el Talibán, pero toda minoría grita estar oprimida. Y se despilfarran recursos municipales en propaganda de estas cosas. Y en esto tampoco se pueden hacer los tontos los de la anterior gestión, que tenían dos secretarías destinadas a la comunicación. Muchachos, tapen los baches, arreglen las luminarias, saquen a los ambulantes ilegales. Ocúpense de las necesidades más tangibles de los vecinos, y hagan menos propaganda. Esto hay que decirlo en el HCD.

Aportarías una voz realmente discordante…

Esa es la idea, y le cabe a los dos bloques. Podríamos haber disputado una interna dentro de Juntos, pero ellos no quisieron. En CABA, Ricardo López Murphy tuvo la opción y se la dieron. En provincia de Buenos Aires, se han cerrado en sí mismos, así que competiremos por afuera.

¿Cómo ves al estado de la seguridad en Morón?

No veo que haya suficiente seguridad en las calles. Seamos claros, hay inseguridad no solamente en Morón, y no cargo las tintas únicamente en la Secretaría de Seguridad municipal… pero ya desde el discurso, a mí los presos no me llaman “compañero”; que me llamen compañero o compatriota las víctimas. Hay una actitud de laxitud en la cual el delincuente es otra víctima más de la sociedad. Al final, el único que no es víctima es el trabajador. La empatía del discurso dominante de la nueva izquierda está puesta en el lumpen, el marginal…

¿Considerás que en las últimas décadas se dio una especie de idealización de la marginalidad, incluso desde producciones culturales en televisión?

Es preciso lo que acabás de señalar. La batalla cultural se perdió, el macrismo se subordinó al discurso progre por miedo a que le digan que es de derecha. Que nos digan del modo que nos tengan que decir. Hay un discurso de romantización de la marginalidad, el delito y la droga, discurso en el cual lo mayoritario es malo, la idea de que uno no vale como individuo, sino en función a qué colectivo pertenece… eso es una locura y pretenden imponerla culturalmente. Hay que decir claramente “la leche es blanca” y no dejarlo todo sujeto a interpretación.

A modo de cierre, entre los múltiples desafíos que pretendés encarar, está el recuperar el valor de la palabra. La honestidad de no ocultar aquello que te define, por más que pueda sonar políticamente incorrecto para otras miradas. Es probable que dicha actitud encuentre buen asidero entre muchos vecinos de la región…

La clase política vive en una burbuja. O prevalece la nueva izquierda gramsciana, o lo hace la sociedad que pelea por llegar a fin de mes, que reza para que no los roben en la esquina. Que les pregunten a los trabajadores que se levantan a las 5 de la mañana si ellos también tienen tiempo y ganas de romantizar al delito. El grueso de la sociedad quiere trabajar, que no los roben, que el transporte público deje de estar en decadencia, que los salarios sean más altos y los impuestos, más bajos.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com