
05 Jun PENSANDO EN ALIANZAS ECONOMICAS
Para poder analizar la situación de nuestro país, renegociación de la deuda y pandemia mediante, y las posibilidades de recuperación del PBI, tenemos que tener un analizar de la situación económica global, por lo menos desde tres aspectos.
1-Revolución tecnológica.
2-Extrema financiarización de la economía mundial
3-Puja entre China y EE.UU. En relación a este tercer punto, versarán los próximos párrafos de estas reflexiones en voz alta.
Antes el mundo era Bipolar, URSS – EEUU. Luego de la caída del muro del Berlín, EEUU copó el escenario mundial, pasamos a la hegemonía de U.S.A. Los acuerdos económicos que diversos gobiernos intentaron realizar con el país del norte nunca fueron beneficiosos para la economía argentina. EEUU es competidor. Nuestra producción agrícola compite con la de ese país. Salvo en algunos nichos que podrían beneficiar a alguna economía regional.
¿Qué pasó con la irrupción de China en el escenario mundial?
Los chinos tienen un concepto totalmente distinto del tiempo, esto se sustenta en 4000 años de historia. Pueden planificar a largo plazo, pueden esperar y tienen otra visión del devenir histórico, totalmente diferente al sentido occidental y capitalista del mundo. Tienen arraigada una tradición imperial que fue sostenida en toda su larga historia, a pesar del sometimiento que vivieron algunas regiones por acción de otros imperios o potencias. Uno de ellos fue Japón.
Otros ejemplo de cómo manejan y planifican en el tiempo. China proyectó e implementó ya trece planes quinquenales. TRECE. El estado centraliza las decisiones y planifica el futuro. En 1947 Perón presentaba el primer plan quinquenal en Argentina. ¿Cómo sería hoy nuestro país si hubiéramos continuado planificando racionalmente a mediano plazo, más allá del color político del gobierno de turno? En los años 80 China aún era una sociedad campesina. Hoy pasó de ese feudalismo, directamente al capitalismo de mercado. No tuvo un espacio para el desarrollo de la burguesía como ocurrió en occidente. Con Deng Xiaoping pasó a ser una economía integrada al mercado mundial sin escalas. Manteniendo una forma gobierno socialista.
Desde hace más 30 años que China crece al 10% anual. Logró crecimiento, desarrollo y redistribución, salieron 800 millones de personas de la pobreza. Actualmente los salarios promedio son más altos que los de Europa y América Latina. Otros países que crecen a un ritmo similar son Qatar o Arabia Saudita. Pero no logran desarrollo y distribución como en China. En China prácticamente no quedan pobres – una de sus metas es llegar al 2025 SIN POBRES.
¿Cómo hicieron para que el capital extranjero invierta en China? ¿Cómo hizo para abrir su economía? Las empresas que ingresan en China, tienen que darle al gobierno chino la fórmula de lo que van a fabricar allí. Logran de esa manera, hacerse de muchos conocimientos sin invertir en investigación. Las empresas se benefician porque el gobierno chino las asocia con la exportación. Mientras más exporte el país, más ganan las empresas privadas. Fruto del conocimiento aplicado, hoy producen tecnología exportable. Ejemplo 5 G.
En lo financiero. De los 5 Bancos más grandes del mundo, 4 son chinos y uno japonés.
Todas estas caracterizaciones hacen que CHINA, se encuentre muy cerca de ser la primera potencia mundial. Compitiendo por el primer puesto con los Estados Unidos de América.
Ruta de la seda
Para lograr esa preeminencia mundial, entre otras estrategias, intenta construir una ruta que dé la vuelta al globo, para exportar sus productos e importar del mundo los insumos necesarios para su economía, y también productos industriales o alimentos para su población. Generando, así, una nueva Ruta de la Seda. A la que ya adhirieron más de 70 países, lo que equivale al 65% de la población mundial. Uniendo Asia, Europa y África. Ahora resta construir los corredores que pasen por América Central y del Sur para lograr pegar la vuelta.
Aquí, en América del Sur, planean construir un corredor bioceánico. Existe la posibilidad que esa ruta pase por Argentina. Se construirían de ese modo vías férreas, autopistas, y se aplicarían nuevas tecnologías. Gran oportunidad para que varias provincias se vean involucradas primeramente en la construcción de esta ruta y luego en los beneficios de estar al costado de un camino virtuoso de la economía mundial.
Hoy nuestra economía se complementa con la de esa potencia. Además existen buenas relaciones de cooperación, amistad y económicas.
Por ejemplo, Alberto Fernández y Sabino Vaca Narvaja negociaron, con los chinos, la compra del material e insumos para atender la crisis sanitaria que generó la pandemia. La compra fue de gobierno a gobierno. En este caso fue también fundamental contar con una línea de bandera, para planificar los vuelos para que terceros países no incauten los productos en las necesarias paradas técnicas, como les pasó, incluso, a los del “primer mundo”.
Otro ejemplo es que se continuará con la construcción de las represas sobre el Río Santa Cruz en la provincia homónima. A pesar del impasse impuesto por el anterior gobierno, el cual “generó” las condiciones necesarias para encarcelar al dueño de la empresa que obtuvo la adjudicación de su construcción, Electroingeniería.
Las alianzas internacionales pueden generarse desde la colaboración y complementariedad o desde la competencia y mezquindad. Aquí la disyuntiva que nuestro país y el Mercosur deben decidir para encarar el futuro y lograr el desarrollo económico de nuestra patria grande y su forma de inserción en un futuro nuevo orden mundial.