
26 Jun Paro General 25-6. Datos de la jornada, vista y sentida desde Morón
Cubrimos múltiples recorridos a lo largo de la citada jornada, para esbozar un cuadro de situación en Morón centro (tanto lado norte como sur) y Haedo en el marco del enorme paro general que transcurrió con un éxito que, hacia horas de la tarde, ya cobraba relevancia a lo largo y a lo ancho del país.
Volviendo al terruño moronense, podemos precisar que sobre calle Belgrano los comercios estuvieron mayoritariamente abiertos; más dispar fue el caso sobre avenida Rivadavia con una tendencia al acatamiento de la medida de fuerza. Resto de calles principales de Morón centro, el acatamiento no bajó del 90% en la faz comercial, promediando un 80% de locales cerrados a lo largo de la jornada.
En cuanto al transporte, el paro se notó con gran potencia ya que fue total y absoluto (trenes, colectivos y taxis), la circulación de vehículos particulares fue fluida pero algo reducida, lo mismo sucedió con el habitual flujo de peatones – de por sí muy numeroso en cualquier jornada laboral normal- por Morón centro: se apreció una merma que podríamos situarla en el orden del 70%, habiendo no obstante bastantes personas que transitaron las calles céntricas para realizar compras con relativa normalidad.
Las remiserías en su mayoría estuvieron activas. Las casas de comida abrieron sus puertas, pero trabajaron bastante poco. Se consultó a un delivery “amigo” de la publicación, quien confirmó que la actividad estuvo “planchada” (sic) a lo largo del día. En este aspecto, por un lado algunos vecinos expresaron temor a salir de sus casas, y otros indicaron, específicamente en plaza San Martín, su decisión de aprovechar la jornada al aire libre y no consumir productos de los comercios abiertos, como “castigo” a éstos por no acatar la medida sindical en vigencia.
Si bien algunos comerciantes que abrieron las puertas manifestaron sentir temor, y aún así atender al público a lo largo de la jornada, no se detectaron incidentes de ninguna índole. Apenas un reclamo con fogata incluida, de tono menor, en las puertas del Plaza Oeste Shopping en horas de la mañana.
Se dio el dato curioso de algunos transeúntes que cargaban bolsas de supermercados, que manifestaron su enojo con quien redacta estas líneas, por estar obteniendo fotografías de los comercios, tanto cerrados como abiertos del casco céntrico.
Consultados algunos pocos comerciantes que no acataron la medida de fuerza y que aceptaron en su mayoría, con poca voluntad, conversar sobre su decisión de abrir las puertas de los locales, dejaron algunos conceptos relevantes: “A mí nadie me va a pagar las cuentas o llenar la panza si no atiendo mi negocio”, “Yo trabajo, los quilombos del gobierno y los sindicalistas no me interesan”, “los gremialistas son todos chorros”, “son todos lo mismo”, hasta alguno de visible convencimiento ideológico, que se justificó: “el peronismo no es una opción seria para gobernar el país, hay que bancar a este gobierno y hacer todos los sacrificios necesarios”. Pero de diez testimonios, una leve mayoría coincidió en una decisión no política sino estrictamente proveniente de una matriz individualista y de supervivencia.
De los comercios que abrieron sus puertas, los rubros fueron bastante variados (con excepción de los bancos, totalmente cerrados), aunque en mayor medida se apreció que muchos de los que abrieron sus puertas responden a cadenas multinacionales (comidas rápidas, supermercados) o grandes grupos farmacéuticos por citar casos específicos.
Las puertas de la Municipalidad y de la UGC N°1 se mantuvieron abiertas, con la curiosidad de que los propios vecinos no eligieron esta jornada para ingresar a las mismas por variados trámites personales. Se las vio sostenidamente “despobladas” a lo largo de la jornada.
Dato a considerar a la hora de la reflexión: Este informe estuvo acotado a cascos céntricos, que se consolidan con elementos aportados de Haedo centro que marcan una absoluta coincidencia con la tendencia evidenciada en Morón. Sectores donde el frente Cambiemos obtuvo abrumador apoyo tanto en las elecciones de 2015 como de 2017, y donde ciertos rasgos de sensibilidad y solidaridad social con los compatriotas más desprotegidos del sistema no están entre sus más valiosas características… y aún así, el silencio y la paralización de actividades sobrevoló con fuerza por estos barrios.
Mientras transcurría este panorama semi desértico en el terruño local, el país transitaba un día signado por un estruendo mudo del descontento popular, hilvanado en esta modalidad de protesta que constituyó esta huelga general harto rotunda.
Las respuestas abundantes en chicanas de baja estofa y evasivas a granel por parte de los integrantes del gobierno nacional y de Cambiemos en general, por un lado, y las declaraciones del triunviro de la CGT sumado a la verba y la fuerza de presión de los Moyano, ambas CTA y demás organizaciones populares, parecieran dificultar un panorama basado en la articulación de mesas de negociación genuinas, y podrían estar anticipando una ruptura en tal eje de relación con el gobierno (entendido a éste como representante explícito del mundillo de la patronal) ya sea por convicción o contra la propia voluntad de algunos dirigentes políticos y sindicales.
Las cartas han quedado echadas, y las grandes mayorías populares apuntalaron la medida tantas veces reclamada, que golpea mucho más duro de lo que intenta exponer la jefatura gubernamental, y que permite avizorar una senda de escape al neoliberalismo, en estrecha relación con el movimiento obrero, las organizaciones sociales y un imprescindible plan de lucha que hasta podría experimentar endurecimientos en la medida que el gobierno radicalice su negativa a revisar el plan de saqueo que implementan con apoyo externo y empresarial desde hace dos años y medio.