Organización e inclusión desde abajo (parte I)

Entrevista a Glenda Teves, trabajadora de la economía popular

El pasado miércoles 28 de agosto, los movimientos sociales realizaron una multitudinaria marcha hacia el ministerio del Desarrollo Social en donde se reclamaron una serie de medidas para hacer frente a la crisis económica que se desató con la gigantesca devaluación del peso de las últimas semanas. La marcha sacudió a las calles del centro porteño por la cantidad de personas que asistieron. Entre los distintos reclamos estaba la incorporación de los trabajadores de la economía popular a la reunión del Consejo del Salario, en donde se iba a discutir un aumento del salario mínimo, vital y móvil. En este sentido, la movilización dio resultado y al día siguiente, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) fue invitada a integrar la mesa de discusión.

No caben dudas que, en los últimos años, con el recrudecimiento de la situación económica, los trabajadores y trabajadoras de la economía popular ganaron espacio y lugar en la discusión política argentina. Sin embargo, no solo tomaron protagonismo por hacerle frente a la crisis en cada barrio, sino que también lo hicieron para exigir políticas activas y hacer oír la voz de un sector de la economía que se encuentra totalmente olvidado pero que cada vez nuclea a más trabajadores por la difícil situación laboral que existe en la Argentina y en la región. En Huellas Suburbanas decidimos adentrarnos en la experiencia de la Economía Popular en el distrito de Morón, para ello entrevistamos a Glenda Teves, trabajadora del rubro textil que está organizada en la CTEP de Morón en lo que será la primera de las dos entrevistas en donde se abordará esta temática desde sus distintas facetas

Coser la economía popular

Glenda Teves es una de las tantas trabajadoras de la economía popular que día a día le hacen frente al ajuste eterno del macrismo, en este caso organizándose desde abajo, en la CTEP de Morón. “Yo soy emprendedora hace bastante tiempo. Soy modelista, hago moldes de traje de baño. Trabajé muchos años en fábrica. Por la situación del país mi último trabajo fue el año pasado, la fábrica terminó cerrando, pero yo me fui antes. De toda la vida fabriqué con mi mama, pero no con la cantidad de mercadería que manejo hoy. Me dedico plenamente a realizar productos para terceros y míos, dentro del rubro textil”, relató Glenda, quien trabaja en uno de los sectores de la economía más golpeados por la política anti-industria de este Gobierno.

Nos recibió en la casa de su madre, en Ituzaingó, a la que tuvo que volver a vivir una vez que Mauricio Macri asumió la presidencia. “Cuando ganó Macri mi vida cambio totalmente, antes vivía bien. Me iba dos veces de vacaciones por año, aunque sea unos días, tenía dos trabajos en dos fábricas, alquilaba, y hace un año dejé el trabajo en la fábrica y me vine a vivir a lo de mi vieja, con ella y mi hermano. Hoy hay cosas que no puedo, mi mamá es jubilada y mi hermano después de dos años consiguió trabajo”, afirmó Glenda, quien parecería estar contando la historia de millones de argentinos en estos cuatro años. “Espero ansiosamente que esto termine”, remató.

La CTEP nuclea a varios trabajadores y trabajadores que con sus emprendimientos no solo enfrentan la crisis socioeconómica, sino que plantean una manera alternativa dentro del mundo trabajo, con una impronta solidaria, haciéndose énfasis en el cooperativismo y en la venta de sus productos a través de ferias barriales o ventas ambulantes. Cuando le consultamos como se acercó a esta organización, Glenda Teves destacó: “Llegué porque nosotras siempre hicimos ropa en pocas cantidades para tener un ingreso más fuerte. En las ferias conocimos a Lucas Spinosa, referente de CTEP Morón, conocimos el movimiento, lo que hace y como ayuda”

La organización, laceté y el futuro de la economía popular

“A mí la CTEP me favoreció porque yo al ser emprendedora no tengo un ingreso seguro todos los meses, entonces es muy difícil llegar al monotributo o a tener una cobertura, porque tenés muchas trabas. CTEP nos facilitó poder llegar al monotributo social. Es una gran ayuda hoy por hoy” agregó, orgullosa de poder formar parte de un movimiento que se ocupa de incluir y organizar a los más castigados por la creciente exclusión del mercado laboral.

La experiencia que Glenda adquirió trabajando en muchas fábricas le posibilitó acomodarse rápidamente en el mundo de la economía popular, en donde, contra lo que se escucha por parte de los medios de comunicación masivos, hay un trabajo realmente arduo detrás. “Conozco distintas fábricas, con la mayoría tengo buena relación y eso me ayuda si necesito algo”, detalló, no sin antes relatar una situación que vivió el año pasado, cuando, con el aumento del dólar, aseguró que le quisieron cobrar las telas que compra en dólares.

Resulta interesante observar cómo, “la experiencia CTEP”, acercó al mundo de la militancia a Glenda y a otros trabajadores. “Yo nunca fui militante, pero he participado en distintas marchas, es importante, pero no solo por mí que de última tengo un laburo. Tuve que volver a vivir en lo de mi vieja, pero hay gente que la está pasando peor y uno tiene que salir a la calle”, afirmó. Y es justamente la organización popular y el encontrarse junto a otros compañerxs lo que motivó a Glenda a formar parte de la CTEP.

Respecto al futuro de la economía popular, nos contó sobre la creación de la marca colectiva laceté. “Le veo futuro a la Economía Popular, en Morón, por ejemplo, creamos la marca colectiva laceté, conformada por cinco emprendedores. Surgió porque estábamos ya nucleados por CTEP Morón, y fuimos los que vimos que teníamos más ganas y más fuerza para salir adelante. Eso nos hizo unirnos para ver que podíamos hacer” contó, entusiasmada. En laceté, además, hay emprendimientos de panadería, carpintería, reciclaje y calzado, más precisamente alpargatas.

Economía Popular y feminismo

En los barrios, en la organización popular y en el día a día de los sectores más vulnerables, son las mujeres las que toman más protagonismo para hacerle frente a la crisis. Glenda, además, considera que el rol de la mujer en la actualidad pasó a ser un rol activo. “la mujer no es solamente la que va a parar la olla, es la que va a buscar el peso, la que va a cortar la calle, la que pide por ella”, afirmó, convencida del futuro del movimiento feminista en Argentina y en el mundo.

“Este fenómeno no solamente se da en los movimientos sociales, va más allá de las agrupaciones o del movimiento feminista. Abarca a todas las mujeres, podes estar a favor o en contra de algunos aspectos, pero hoy por hoy muchas mujeres abrieron los ojos a la realidad. Todo comenzó con el “ni una menos”, ahí todas las mujeres nos despertamos y dijimos que no era solo el “ni una menos”, era mucho más”, subrayó. Respecto al lugar que ocupa la mujer en la economía popular, Glenda consideró que “es una doble dificultad para nosotras. Ir a una feria, y que llegue la policía no es algo que pase tanto con los hombres.”

En el rubro textil, Glenda distinguió la discriminación que sufren las mujeres. Pese a que son quienes más trabajan les cuesta mucho más hacerse un lugar el mercado, en donde predomina la decisión del hombre, mientras que la mujer es relegada únicamente al plano del diseño.

Coyuntura política y situación local

La organización de las organizaciones sociales y la viabilidad que tengan sus políticas depende mucho de la relación con el intendente y con la política local. Con respecto a Morón, Glenda relató una situación fatal: “el intendente Ramiro Tagliaferro no es partidario de esto y no se involucra en lo social. Fue al Barrio San Juan y ahí no lo pueden ni ver. El año pasado falleció una amiga por las negligencias del Hospital de Morón, y todavía se está reclamando por los insumos”. Luego comparó la situación del distrito con lo que ocurre en Ituzaingó, donde ella vive. “Para mi Morón cada vez está peor. Ituzaingó no tiene muchos años de independencia y hoy está mejor parado que Morón”

La esperanza de Glenda y del sector de la economía popular recae en el candidato a intendente del Frente de Todos y ganador de las PASO, Lucas Ghi. “Creo que con el cambio de intendente se pueden atender nuestras demandas, y si no es así hay que seguir reclamando. De hecho, estamos pidiendo permiso para que, en la Plaza San Martin, la marca colectiva laceté tengan un lugar y se la reconozca”, afirmó.

Frente a la estigmatización de los movimientos sociales, Glenda dejó un mensaje rotundo. “Nos tienen como vagos, piqueteros. No nos pueden acusar de vagos, hay muchísima gente que labura un montón, ¿Por qué la gente que labura en la calle, vendiendo, es vago? Hay gente que tiene comedores, y uno tiene que reconocer ese laburo. A nadie le gusta vivir en las condiciones que hoy se vive”, sentenció. Luego, agregó, enojada: “No te podés dar un gusto, a los chicos no les podés comprar un yogur. No podés comerte un asado, como si fuera un privilegio. ¿Por qué tiene que ser un privilegio, por ejemplo, comprarle unas zapatillas a tu hijo

Por último, Glenda Teves aconsejó a quienes pretendan organizarse en la CTEP como una manera de hacerle frente a la crisis económica. “Lo que yo le podría aconsejar a alguien que se quiere sumar a la CTEP, es que se prepare, se forme, y que sepa bien a donde quiere apuntar, que es lo que quiere hacer. CTEP lo va a acompañar”, afirmó, convencida de estar en el lugar correcto.

Alejo Spinosa
alejo@huellas-suburbanas.info