NO SOMOS NISMAN

Por Daniel Chaves
   Iniciar esta editorial de la edición de Febrero de Huellas Suburbanas, ratificando lo evidente según reza el título, fija una posición irreductible y propone otras obligaciones. Como mínimo, la de no formar parte del ejército de periodistas y políticos hipócritas que, en estos días y respondiendo a un cuidadoso plan de desestabilización institucional orquestado por fuerzas muy superiores a las arriba mencionadas, encuentran ahora un “mártir” en el ex colaboracionista de la CIA, fiscal Alberto Nisman.
   En un escenario internacional cada día más áspero y cubierto de interrogantes cuyas respuestas demandará la historia de la humanidad, el rumbo político y social sólidamente establecido en buena parte de Latinoamérica más a fuerza de pragmatismo y creatividad que de prolijas teorías, comienza a reproducirse e inspirar la organización de fuerzas ciudadanas, hastiadas del establishment a gran escala, en los países más castigados por el yugo “anglo-teutón” en la Europa de Ángela Merkel y la moneda única. Syriza victoriosa en Grecia, Podemos como nuevo emergente con posibilidades de alcanzar el poder en la España pseudo-monárquica, posibles construcciones de indecible alcance en Irlanda, Portugal y quién sabe cuántos países más puedan ser atravesados por el efecto dominó en cuestión, levantaron la voz de alarma en el imperialismo, tanto europeo como norteamericano. Máxime desde el momento en que algunas de estas construcciones han manifestado abiertamente su simpatía y referencia en los procesos de inclusión social dados en Latinoamérica, haciendo especial alusión al kirchnerismo nuestro de cada día, como modelo en el cual reflejarse.
   “Acabemos con la Venezuela chavista y el kirchnerismo en Argentina, luego iremos por los demás”, pareciera ser la proclama del imperialismo en estas semanas.
   Acciones que van desde el boicot y desabastecimiento de productos de consumo básico, más asesinatos políticos y hasta la compra de aviones caza a manos de la derecha venezolana, prolijamente protegidos en los hangares colombianos; intentos de corridas cambiarias, paralización de la economía con complicidad de gran parte de la burocracia sindical, sabotajes en los ferrocarriles, fallidos intentos de revuelta social con saqueos incluidos y un coro de “opinólogos” confundiendo, embarrando la cancha y generando desasosiego en algunos segmentos de las clases medias, desde los medios de comunicación de alcance masivo en nuestro país.
   El ariete del Poder Judicial para paralizar al Legislativo y en buena medida, acorralar al Ejecutivo al callejón del gobierno por decreto, y naturalmente, así despertar en la solícita oposición parlamentaria la acusación contra el kirchnerismo de “tiranía”, “régimen”,  como última voz de “alarma” para una reacción aún más dura del imperialismo “defensor de las democracias”, completan un escenario de difícil pronóstico.
   Vencer al kirchnerismo en las urnas no les resulta suficiente, puesto que de ese modo sólo se lo correría del ejercicio del poder político, dejándolo “con vida”; entonces, se trata de buscar el argumento preciso para un golpe institucional con la debida prohibición de asumir cargos a los actuales funcionarios y militantes del FPV, en tanto camino deseable para las fuerzas antinacionales. Un par de muertos “arrojados” al gobierno, algunos sabotajes más… todo es posible a lo largo del presente año. En buen romance, buscan librar a posteriori una verdadera caza de brujas, ni bien tengan la oportunidad.
   No nos identificamos con lo que representa en profundidad Alberto Nisman. No somos cipayos entre cipayos. No nos financiamos un excelente estándar de vida succionando calcetines de los servicios de inteligencia norteamericanos, israelíes y argentinos. Defendemos un modelo de integración social y regional que, aún con sus enormes tropiezos y limitaciones prácticamente insuperables, es el único camino visible en la coyuntura para continuar robusteciendo, aún a cuentagotas, el bloque continental adecuado para posicionarse con aplomo en el escenario global.
   Por ello alertamos desde esta publicación contra el Golpe Blando en marcha en nuestro país e informamos con toda nuestra modestia de recursos, a los colegas que busquen beneficiarse con este atropello a las autoridades elegidas por un inmenso número de compatriotas en elecciones libres, que aquí nos encontrarán, combatiendo hasta las últimas circunstancias codo a codo con el pueblo trabajador, vértice primordial de todo Movimiento Nacional y Popular.

   Definitivamente, no tenemos ningún punto de encuentro con quienes levantan la falsa bandera de Alberto Nisman. No les simpatizamos. Y ellos no nos simpatizan a nosotros. 


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