Netflix y la oleada feminista

Hace unos meses atrás, en esta misma columna, se habló de la interesante oferta que Netflix publica, lo cual resulta muy interesante de estudiar, ya que esta plataforma es altamente popular y mundialmente conocida, lo que la convierte en un importante instrumento de la agenda política, social, económica y cultural en todo el planeta. Hace unos meses el boom de la oferta se destacaba en documentales y ficciones que trataban temas políticos, como la figura de Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, dictadores de medio oriente, entre otras temáticas de tal hilo.

Hoy en día es indiscutible el protagonismo que el feminismo como movimiento revolucionario ha ido adquiriendo, visibilizando diversas luchas, adhiriéndose a otras, determinándose como el movimiento social y cultural de mayor incidencia en los últimos tiempos.  La virtualidad y el alcance que los medios de comunicación y de exhibición que han alcanzado, requieren de mucha atención ya que poner en primera plana un tema u obviarlo, no es algo ingenuo, sino todo lo contrario. El discurso que las producciones de Netflix explicitan tampoco es algo ingenuo, ver qué intereses políticos y económicos ocultan el mostrar a la figura del Che Guevara como un ángel o un dominio o de forma más histórica/objetiva (si eso existe y es posible) determina el tipo de ideología que manejan aquellos que marcan la agenda de esta plataforma de alto alcance. Lo mismo sucede con el feminismo y su apogeo de los últimos años: si bien, el feminismo como movimiento reivindicador de derechos existe desde tiempos inmemoriales, hoy en día darle un lugar a las voces de quienes denuncian, reclaman y explican, muestra una apertura y una toma de conciencia de la inequidad de género que existe en todas las sociedades alrededor del mundo.

Si uno pone feminismo en el buscador de netflix aparecen títulos como: Feministas, ¿en qué estaban pensando?, Las Sufragistas, Hannah Gadsby Nanette, Caso  Roe, el aborto en los EEUU, Y me llamó Malala, entre otros títulos. Interesante selección. En un recorte acotado y que funcione comercialmente para una cadena como netflix, esta oferta es rica para quienes se inician en el camino de la deconstrucción y la reflexión. En su momento Netflix también tenía  disponible el interesantísimo documental She´s beautiful when she’s angry, film producido por Netflix que indaga el movimiento feminista de los años ‘60s, al igual que Feministas, ¿en qué estaban pensando?,, cinta también producida por la cadena que ofrece una mirada desde lo artístico de esta segunda oleada del feminismo acontecida en los años 60’s en Estados Unidos, relacionándolo con cuestiones raciales y actuales, imbricando las viejas y las nuevas luchas de los movimientos feministas.

Siguiendo la línea de las producciones realizadas por la cadena Hannah Gadsby Nanette resulta un interesante ejercicio de deconstrucción no solo de lo que implica la denominación “lesbiana” sino también de lo que se constituye como stand up feminista. A quien escribe, le costo dos visionados de esta cinta para poder apreciar lo que proponía como ejercicio de cuestionamiento a todo, siendo la primera mitad una “entradera” al estilo que Hannah ejerce, y siendo la segunda mitad un hermoso ejercicio de empatía con quien sufrió destratos, violencia y opresión patriarcal y social a lo largo de su vida. , Y me llamó Malala si bien no es una producción de Netflix es un ponderable documental que trae a la memoria colectiva la historia de Malala, una niña baleada en su país natal por reivindicar la educación de las mujeres. Nunca está de más revisitar las historias de quienes han luchado y han arriesgado su vida en pos de la construcción de un mundo mejor. Por eso mismo digo y repito, no es ingenua la selección que la cadena Netflix ha hecho sobre la temática del feminismo. ¿podría ser más radical? Sí. ¿le falta todavía embeberse de muchas producciones independientes que complemente lo explicitado por las grandes productoras? Claro que sí, pero por algo se empieza.

Hablar de feminismo es hablar de la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, comenzando a cuestionar la institución pareja y familia, ya que son ellas las que conforman el cimiento de las sociedades capitalistas desiguales y explotadoras. Una vez leí que estas generaciones, los millenials, tenemos que ser la generación que de una vez por todas entienda que el amor no es sufrir, que el amor no es sometimiento, que el amor no es aguantar, que el amor tiene múltiples formas, múltiples expresiones, múltiples demostraciones, y todas son válidas, si son consensuadas con lxs otrxs. Rompamos los binarismos, rompamos las cadenas que nos han sujetado durante siglos, rompamos los moldes y gocemos, gocemos en el pleno ejercicio de nuestro deseo como fundamento de todo, deseo de construir un mundo mejor y más justo. Si no vas por todx, ¿a qué vas entonces?

Rocío Rivera
rocio@huellas-suburbanas.info