“Necesitamos mayor presencia del movimiento obrero en la conducción nacional del Frente de Todos”

Entrevista a Ricardo Ruiz, secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB) regional Morón

Algunas veces, la labor periodística logra mixturarse con el paladar político e ideológico, y lo que promete ser una charla formal de media hora, deviene en una tertulia entre compañeros, que se extiende por horas. Sin prisas y sin pausas. Eso experimenté la tarde que visité la sede de la Federación Gráfica Bonaerense regional Morón, en el marco de la entrevista que concedió a Huellas Suburbanas el titular distrital del citado gremio, Ricardo Ruiz.

Coyuntura, rol del sindicalismo, análisis de gestión gubernamental, las elecciones de noviembre venidero y una rica y prolongada historia de luchas y resistencias de los trabajadores gráficos, son algunos de los ejes que compartimos a continuación.

 Ricardo, desde tu rol sindical y tu compromiso militante, ¿Qué evaluación hacés de los resultados en las elecciones del pasado 12 de septiembre, y qué expectativas despiertan en vos de cara a lo que se viene hasta llegar a la instancia electoral de noviembre venidero?

Me pareció un resultado muy raro, pero como históricamente hacemos desde la Federación Gráfica, escuchamos la voluntad del pueblo, esto es, el mensaje que te dan desde las urnas, lo compartas o no. Ojalá el gobierno esté efectuando las lecturas adecuadas al respecto. Personalmente, creo que no se pudo diferenciar demasiado la política económica de Mauricio Macri con la de Alberto Fernández, no se avanzó en ese sentido como se lo esperaba, independientemente de la pandemia. Néstor Kirchner dijo aquello de que “la mesa tiene 4 patas”, y una pata fundamental es darle de comer al pueblo. Y en los hechos, desde Macri hasta hoy, nuestro poder adquisitivo perdió un 20%.

Hubo esfuerzos grandes, pero quizá la asistencia ofrecida no fue todo lo efectiva que se esperaba, en gran parte por las constantes corridas de precios.

Eso es fundamental, habría que hacer hincapié en eso. Los Vicentín y demás, son los formadores de precios. Si no podemos avanzar en esa dirección, nunca vamos a poder controlar los precios. Hablando concretamente de nuestro gremio, recompusimos en el primer semestre los salarios en un 32%, con cláusula de revisión y empezaremos a discutir en los próximos días. Se presume que la inflación llegará a un 48-49%. La preocupación nuestra es dejar de perder poder adquisitivo con la inflación. Por ende, le estamos diciendo a las cámaras que por lo menos, tenemos que cerrar en un 52%

De mínima, empatarle y ganarle algún puntito…

Sí, dos o tres puntos que se van notando en el bolsillo. También hay que considerar las consecuencias que nos trajo durante el gobierno de Macri el cierre de 380 empresas gráficas. Y con la pandemia continuó ese cierre de empresas; calculamos que durante la pandemia perdimos otras 100 empresas, porque más allá que el ATP, el 223 (sic) ayudaron a mantenerse. Pero por ejemplo, empresas de impresión de libros estuvieron cerradas mucho más de 1 año. Cuando nosotros contemplamos las paritarias, también tenemos que pensar en ese contexto. Somos defensores de las pymes, sin esas empresas no tendríamos trabajadores de nuestro ramo. Entonces, tendremos que ir recuperando salario a través del tiempo. Y siempre hay  que recordarles a los laburantes que desde 1945 en adelante, hemos tenido muchos compañeros encarcelados, muertos en defensa de los derechos de los trabajadores. Hoy tenemos que defender nuestros derechos laborales con el voto del pueblo, que necesitamos recuperar. El gobierno tiene que dar señales claras y el movimiento obrero lo tendrá que apoyar. Tenemos que recuperar la fuerza de la columna vertebral del movimiento nacional, que no es la clase media, sino los obreros. Necesitamos mayor presencia del movimiento obrero en la conducción nacional del Frente de Todos. No tenemos suficientes legisladores que representen a los trabajadores organizados, ni en Diputados ni en el propio HCD de Morón, y así lo mismo en todo el país. Con el MOPOSI negociamos, acordamos, acompañamos…. ¿Y después, qué?

Eso puede ser una verdadera definición política, e ideológica, que atraviesa todos los ámbitos hasta llegar al propio Balcarce 50…

Trasciende largamente Morón, por supuesto. Raimundo Ongaro ya lo afirmaba en la CGT de los Argentinos: Los trabajadores tenemos que estar representados en el parlamento para defender sus derechos”.

Quizás el ala más predominante en el Frente Nacional y Popular de los últimos años tenga un perfil más universitario, quizás habiendo dejado un poco de lado al sindicalismo a la hora de la toma de decisiones. Pero desde las cúpulas dirigenciales de la CGT, ¿Qué ha pasado para que pierdan tanto brillo e influencia a nivel de la política nacional?

Nuestra esperanza radica en seguir fortaleciendo a la Corriente Federal. Hemos podido frenar la reforma laboral en su momento. Al haber algunos movimientos dispuestos a seguir peleando por los derechos de los trabajadores, uno conserva la esperanza. En referencia a la disputa por la conducción de la CGT, avanzamos muy de a poco porque no podemos competir en cantidad de congresales contra los grandes gremios. Se nos hace muy difícil. Las bases acompañan a nuestro pensamiento, pero el poder lo tienen los otros…

El trabajo que han venido haciendo junto a la CTA, podría fortalecer a esta construcción sindical más luchadora, por llamarla de algún modo. ¿Y si concretan alguna integración más sólida entre la CFT y la CTA?

Estamos trabajando juntos, avanzamos juntos. Hay un empuje desde abajo para poder continuar con este rumbo, por más difícil que sea. Estamos trabajando en todos los distritos para que nos e caiga la Corriente Federal; hay que mantener esa llama encendida.

Estos espacios son los que más genuinamente encarnan las mejores tradiciones de aquella CGT de los argentinos. Hay una línea que se continúa respetando y levantando, por encima de las coyunturas. Si logran fortalecer esa matriz de ideas, ello no prescribe aún con el paso del tiempo y los acuerdos o desacuerdos de cúpulas.

Eso va a depender mucho de nosotros, porque somos la polea de transmisión. En nuestro sindicato practicamos todos los días, como trabajadores de base, llevar la palabra de nuestro histórico dirigente, Raimundo Ongaro, lo que fue la CGT de los Argentinos, los 27 puntos de Saúl Ubaldini, porque hay mucha juventud que esa historia ya no la conoce. Nosotros damos cursos de capacitación político gremial, y hay muchos compañeros que se vienen sumando a participar y discutir, lo cual enriquece. En noviembre tenemos la elección del gremio, y las nacionales, pero hoy nos abocamos más a que los trabajadores tomen conciencia de cómo votamos en las legislativas.

¿A qué se debe dicha decisión?

Los mensajes que viene impartiendo la derecha sobre las indemnizaciones, las vacaciones, la reforma laboral… eso lo tenemos que frenar con los votos.

Ustedes están formando política y gremialmente a sus trabajadores. Probablemente, éstos luego van a sus hogares, a sus barrios, y charlan lo aprendido con sus vecinos, sus familias, y la tarea se multiplica.

En una reunión, cuando Raimundo (Ongaro) volvió al país del exilio, ya nos decía que “se acabó la era de las hormonas, empieza la época de las neuronas”. A esta altura, un revolucionario es aquel que conserva o consigue un puesto de trabajo. La discusión la tenemos que llevar a través de los proyectos. Los gráficos tenemos que tener proyecto de país, y así todo el movimiento obrero. Caso contrario, vamos a desaparecer. Esto nos decía Ongaro hace 40 años, y nuestra tarea es continuar transmitiendo esos saberes de generación en generación. Hoy día, perder un puesto de trabajo nos duele. Y el día que seamos indiferentes a ese drama, ya no tenemos que estar acá. Por todo esto, tenemos el compromiso generacional de formar a los compañeros que nos van a tener que reemplazar.

Y cuentan con el relieve de un cuadro como el “gringo” Amichetti, ni más ni menos, entre sus filas…

Así es, y no podemos darnos el lujo que el movimiento obrero pierda a una figura como el gringo Amichetti. De ahí para abajo, todos nosotros tenemos que ir pensando en nuestro retiro, porque la juventud que viene, está empujando bien, y tienen todo el derecho de ocupar nuestros lugares.

Volviendo a la cuestión electoral, te traigo al terruño local. ¿Cómo ves al Frente de Todos de cara a noviembre en Morón?

Históricamente el peronismo de Morón ha estado muy dividido. Uno de los mejores compañeros para conducir, en mi opinión, es Jorge (D´Andrea) pero no está muy acompañado por la militancia peronista. A veces, parecen existir dos espacios diferentes. Habría que recordarles a los compañeros que el enemigo no es (Hernán) Solito, Jorge D´Andrea o quien fuere; el enemigo es Ramiro Tagliaferro. El peronismo necesita consolidar una unidad verdadera, no circunstancial, para así poder ganar. Y no lo logramos. El MOPOSI acompaña muchísimo y colabora para intentar organizar, no sólo en Morón sino también en otros municipios. Corriente Federal y MOPOSI son una sola cosa, esa identidad nunca la vamos a perder. Pero los que manejamos alguna clase de poder de decisión, tenemos que aprender a unirnos en serio. O si no, ¿Qué clase de unidad podemos reclamarle a nuestras bases? Y por cierto, la unidad se tiene que hacer con los compañeros adecuados, que no son todos.

Hay compañeros más circunstanciales que otros, como bien se dice, algunos son compañeros de camino y otros de destino…

Lamentablemente hay muy pocos compañeros de destino, y demasiados de un camino momentáneo.

El frente actual se construyó para ganarle a Macri, y se logró y estuvo muy bien articulado. Ahora quizás le esté faltando un poco más de nervio que otorga un claro proyecto de país con Justicia Social, que lo consolide como frente. Las victorias apuntalan, el problema es cuando llega la primera cachetada electoral y vuelven a emerger las internas no zanjadas.

 A mí lo tibio no me va, así de sencillo. Necesito avanzar. Vicentín, Correo, causa de armas enviadas a Bolivia, Suprema Corte, remarcadores de precios… en todo eso hay que avanzar. Hoy se frena para peor, porque si vuelve a ganar casilleros la derecha, automáticamente volvemos a perder derechos.

Ricardo, a escala global se da esa lucha entre quienes pugnan por más derechos, por un mundo más humanista y humanizado, y ello implica inexorablemente tener que enfrentarse cada vez con mayor potencia, por no decir virulencia, a los poderes fácticos. En lo que concierne al Frente de Todos, la vertiente más “cristinista”, a priori, empujaría en buena parte a romper con este ejercicio de gestión que lleva un año y medio, largo, tratando de hacer equilibrios para caminar conformando parcialmente a todos. ¿Corroborás que hay que perjudicar a algunos sectores para poder avanzar en justicia social?

Sí. Por supuesto. Incluso en su última etapa como Presidenta, Cristina (Fernández de Kirchner) tampoco forzó conflictos para profundizar el rumbo. Pero con ella a la cabeza del actual frente, no creo que se hubieran permitido tantos retrocesos, tantas idas y venidas en anuncios que luego quedaron en la nada, como el caso Vicentín. Habría que discutir el control de dicha firma, ampliar la Corte Suprema de Justicia…

La Federación Gráfica, con su línea histórica de lucha y de proyecto nacional, puede perfectamente en el caso de la empresa Vicentín, hablar en términos de expropiación. Plantearlo abiertamente, ¿O no?

Sí, pero hay que bancar que los medios te ensucien y te acusen de querer ser como Venezuela y todas esas cosas. Es el resorte automático. Ahora bien, la mayoría de lo que nos dice el mensaje en las urnas, es de mero carácter económico…

Mucha gente ni siquiera fue a votar. La oposición ganó, aun habiendo perdido votos respecto a la última elección.

Es muy probable que los compañeros que no fueron a votar, estén más ligados a la informalidad laboral, precarización, etcétera. En cambio, el trabajador en relación de dependencia, que van a votar con una pérdida salarial acumulada del 20%, me parece que dio un mensaje al gobierno. Los compañeros de menos recursos, que subsisten apenas con planes sociales, recibieron durante la pandemia, proporcionalmente claro, más ayuda que los trabajadores registrados, de acuerdo a las políticas del gobierno. Pero a esos planes, como bien se dijo recientemente, hay que transformarlos en trabajo. Si se apuesta más a la industria nacional, al compre argentino y no tengamos que soportar tanta competencia desleal con el exterior, creo que para 2023 podríamos llegar mucho más tranquilos.

El gobierno manifestó días atrás tener la expectativa de recuperar empleo de acá a fin de año hasta, al menos, retrotraer los índices de desempleo a los existentes antes de la pandemia.

La cuestión del empleo es clave. Nosotros los gráficos, cuando arrancó la era de Mauricio Macri, teníamos 18000 afiliados a nuestra obra social. Y cuando terminó la gestión de Cambiemos, quedábamos 9800. Estamos casi en quiebra, y somos una de las pocas obras sociales solidarias, fijate el daño concreto que pueden hacer esas políticas económicas, que claramente hay que remontarlas en su germen a los tiempos del menemismo.

¿Esa caída de afiliados a la obra social está exclusivamente vinculada a la pérdida de puestos de trabajo?

No, no. Hubo fusiones de obras sociales con prepagas. Y continúan tratando de sacarte afiliados, en especial aquellos de más altos salarios. Somos uno de los pocos gremios que mantenemos en nuestra obra social a los jubilados; la mayoría luego los derivan a PAMI.

¿Le ves posibilidades de recuperación al rubro gráfico para los próximos años?

Sí, y ya lo estamos notando. Tecnológicamente nos aggiornamos muchísimo, pero la tecnología expulsa mano de obra, menuda contradicción. No estábamos preparados para ese nuevo paradigma; hoy, con la creación de nuevas ramas, estamos pudiendo recuperar esos puestos de trabajo para reubicarlos en esos nuevos sectores. Hoy la estadística indica que el gremio gráfico está en vías de poder recuperarse.

Noviembre es un mes clave para los gráficos, por su elección gremial, y para el conjunto de los argentinos, por la relevancia que posee la elección nacional. ¿Estás tranquilo al respecto?

Confío en el trabajo que venimos haciendo todos en el sindicato. Desde el gringo Amichetti hasta el compañero que está en la puerta. Los trabajadores nos demuestran respeto y cariño en cada asamblea. Nuestra oposición, esencialmente, es la del Partido Obrero, y eso se mantiene así desde el retorno del exilio de Raimundo Ongaro, que en su momento logró unir a todas las otras agrupaciones. Ellos arman el conflicto afuera, a puro bombo, y nosotros armamos el conflicto adentro, porque nuestro objetivo siempre es resolver el problema concreto del laburante.

Con respecto al ámbito nacional, los trabajadores organizados, reitero, nunca tenemos que olvidarnos que han perseguido, encarcelado, torturado y asesinado a demasiados compañeros por defender los derechos de los laburantes: no les regalemos a la derecha toda esa historia de luchas y sacrificios a través del voto. Tenemos que recuperar esa gran cantidad de compañeros que dieron un mensaje en septiembre, y que a su vez éstos hablen con sus familias y vayan a votar. Esto va a ser importantísimo. Una buena recuperación paritaria va a influir en que haya muchos compañeros que no vuelvan a ir a votar enojados contra las políticas del actual gobierno. Esta pequeña tarea nosotros la venimos pregonando en cada taller gráfico que transitamos. Confío en que recuperemos bastantes votos de nuestro pueblo.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com