Memoria e Identidad: Relatos de la memoria

Nuestro agradecimiento a la fotógrafa Paola Angel

por ceder generosamente las imágenes

fotográficas que acompañan este artículo. 

Instagram: @Paola_hernandez_romero

¿Cuántas experiencias de la vida nos han marcado, tanto como para no olvidarlas? ¿A dónde fueron los recuerdos que ya no están en mi memoria inmediata?  Tal vez desde pequeños y en diferentes etapas de la vida nos preguntamos de manera existencial por el famoso: ¿quién soy?,  ¿quiénes somos? Pensamos en nuestras vivencias pasadas,  para definir ese quienes somos, partimos recordando no sólo hechos, sino personas y emociones que se suscitaron en nuestra vida a partir de esas experiencias, que de forma positiva o negativa nos marcaron, pero otros momentos quedan en el total olvido, no son seleccionados, o simplemente no los conocemos porque fueron arrebatados, podríamos pensar entonces que existe la “memoria selectiva”. Según Elizabeth Jelin (2020) la memoria como construcción social narrativa implica el estudio de las propiedades de quien narra, de la institución que le otorga o niega poder y lo/a autoriza a pronunciar las palabras. Si es eso lo que ha sucedido en nuestra historia latinoamericana, nos preguntamos entonces, ¿Quiénes han tenido el poder de seleccionar  nuestra memoria colectiva? ¿A quiénes se les ha negado el poder para narrar sus propias historias?

La pregunta por la experiencia es casi invisible pero vital para la reconstrucción de la memoria social, colectiva e histórica de la región Latinoamericana. Quienes han escrito “nuestra historia” e incentivado “nuestras identidades” han incluido en ella sus memorias seleccionadas, descartando a quienes no se les ha dado la voz para relatar sus propias experiencias o a quienes simplemente se han eliminado para que no quede rastro de su propia existencia.

Pero, ¿quién quisiera narrar una historia que está cargada de dolor y sufrimiento? ¿Por qué sería importante traer a la memoria tantos hechos que quedaron en el olvido? ¿Por qué recuperar los rastros de lxs “innombradxs”? muchas son las personas que bloquean sus recuerdos o acuden a la negación de los hechos, usando el olvido como una herramienta  de aniquilación personal, logrando así el objetivo mismo de la violencia que menciona Hannah Arendt, “el silencio”. Un silencio perpetuado por una historia de crueles hechos, en los que la  supremacía de una raza, la lucha de clases, la  dominación de la tierra-cuerpo y el control de la vida de quienes siguen siendo vulneradxs históricamente.

Lo claro es que los sujetos no son receptores pasivos, sino agentes sociales con capacidad de respuesta y transformación (Jelin,2020) Por ello, el aporte del movimiento feminista en América Latina  como uno de esos agentes que nos permite la transformación, nos abre la pregunta sobre “lo nuevo” a lo que algunas compañeras han propuesto, “lo nuevo” para nosotras feministas. Lo nuevo es desprogramar la amnesia. Sospechar del silencio y hacer visible el olvido impuesto al cuerpo en el decir sobre nosotras mismas (Alvarado, 2020).

“Somos pocos los que vemos la realidad, nos han dopado, y la gente no sabe lo que pasa dentro de su país. Me gustaría contar para no olvidar lo que ha pasado. Hacer memoria para estar fuerte, porque nadie gana la guerra solo. No abandonar a la gente del pueblo. (…) Yo miro hacia atrás y no sé cómo lo hice, pero lo único que sé es que uno demuestra las cosas con hechos, es lo único que la hace creíble, en todo hay que ponerse al frente primero para poder ser creíble, porque sin gente no haces nada.(…) Somos todos seres humanos y cuando se denigra a una persona humilde a mí me sacan de las casillas (…) uno nunca debe dejarse poner el pie encima, saber que uno vale tanto como el que tengo en frente, no tenemos el dinero que muchos tienen pero tenemos más dignidad que los políticos que hay, nunca trabaje por plata y lo di todo, lo único que esperaría es que se den cambios.” Fragmento del relato de María Aguilera, exiliada chilena y lideresa de su comunidad en San Martín de los Andes (Argentina). Entrevista No 24 Mujeres que Tejen la Historia en América Latina y el Caribe. https://www.youtube.com/watch?v=rPyBHNFKs5Y

Otra experiencia de transformación que quisiera retomar, es el proceso de construcción de memoria ubicado en Bogotá – Colombia y que se ha exportado a  otras localidades de la región Latinoamericana. Con hilos, telas y agujas el costurero de la memoria y la Unión de Costureros, coordinado por Virgelina Chará, una mujer afrocolombiana que después de múltiples experiencias de despojo por los megaproyectos en Suarez – Cauca   y el conflicto armado en Colombia, se considera una sobreviviente, con proyectos desarrollados en el Centro de Memoria Paz y Reconciliación. Un espacio para el encuentro de  multiplicidad de voces, en donde las narrativas en primera persona suscitan momentos de conexión humana únicos que  permiten reconocer desde las narrativas individuales a las otredades y a los múltiples territorios que conforman un mismo espacio geográfico, reuniendo distintos actores sin importar ocupaciones, edades, género, raza o etnia.

Desde la pedagogía de la memoria podemos reconocer que cada experiencia, cada vida, cada recuerdo es parte de la memoria colectiva. Virgelina Chará  nos enseñó que todas las personas deberíamos tener la oportunidad de relatar nuestras memorias, de recordar  quiénes somos, qué y a quiénes nos arrebataron, tejer nuestras propias experiencias para sanar de manera colectiva pero ante todo para que la región pueda caminar hacia una consciencia sobre nuestras realidades históricas, y aportar a una deconstrucción del pensamiento colonial, hegemónico y hétero – patriarcal.

Fuentes de referencia:

  • Alvarado Mariana (2020) Feminismos del Sur. Recorridos, itinerarios, junturas.

Editorial: Prometeo Libros, Buenos Aires – Argentina

  • Jelin Elizabeth. (2020) Las tramas del tiempo. Familia, género, memorias, derechos y movimientos sociales. compilado por Ludmila Da

Silva Catela; Marcela Cerrutti ; Sebastián Pereyra. – 1a ed. – Ciudad

Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, Libro digital, PDF – (Antologías)

Angélica María Rodríguez Vasquez
angelica@huellas-suburbanas.info