LOS GRITOS DE “LIBERTAD” DE LOS DESESTABILIZADORES NEOGOLPISTAS

Cuando se leen los contenidos que publican, o se observa superficialmente el entramado de estos grupos desestabilizadores, tal vez uno  pueda llegar a creer que son los paladines de la libertad.  Ahora bien, al analizar sus acciones y profundizar en sus vínculos, la realidad demuestra que están en el polo opuesto de lo que predican. Para ellos, “los medios justifican el fin”.

En los últimos tiempos comenzó a mencionarse a menudo, en los medios argentinos, el nombre de Alejandro Chafuen. Muchos se están preguntando quien es este personaje que desde hace décadas es conocido en el mundo entero. Este argentino-estadounidense que ha forjado su tarea en el mundo de las ideas.

Nacido en el seno de una familia antiperonista, el joven  Chafuen llegó a las oficinas de Atlas en San Francisco, después de cursar estudios en el Grove City College, escuela cristiana profundamente conservadora en Pennsylvania.  Regresó a Argentina, cuando los militares tenían el poder –tras el golpe cívico-militar genocida de 1976-, aunque para él “el ejército había actuado por necesidad para evitar una toma comunista del país”.

Una muestra de su CV lo presenta como  CEO y presidente de Atlas Network de 1991 a 2018. Es presidente y fundador del Hispanic American Center of Economic Research; columnista de Forbes; miembro del directorio del Fraser Institute, de Canadá, miembro de la Sociedad Mont Pelerin desde 1980, y presidente de la Philadelphia Society (2017-2018). Es reconocido mundialmente por sus estudios en el pensamiento económico de los tomistas y los escolásticos. Es graduado del Grove City College y la UCA, y tiene un PHD en Economía del International College de California.

El Acton Institute for the Study of Religion and Liberty es una organización ecuménica sin fines de lucro que promueve los beneficios de la economía libre en comunidades religiosas, profesionales, y educadores.   Acton desarrolla una fuerte tarea en comunicación y eventos pensados en dar un basamento moral a la economía de mercado. Se presentan totalmente independiente de partidos o gobiernos, Acton trabaja transversalmente con todas las religiones, incluyendo el cristianismo, el judaísmo y el Islam.

Pero tras esa noble fachada, el instituto Acton, está financiado por los hermanos Koch, Charles y David. (ambos son la tercera fortuna de Estados Unidos). Estos fundamentalistas norteamericanos son los que, desde hace tres años, mueven los hilos del complot ultraconservador contra el Papa Francisco. Difundieron una incontable lluvia de fake news sobre el Papa y hasta promovieron la “comunicación” de los ultras de la curia romana. También han sido mentores del Tea Party, movimiento ultraconservador en su país y de promover movimientos de ultraderecha por todo el mundo

En la primavera de 2017, Chafuen visitó Argentina y mantuvo encuentros en el Brick Hotel de Buenos Aires. Participó allí del “Foro de Libertad de América Latina de 2017”.  Esa reunión internacional de activistas libertarios fue patrocinada por la Atlas Economic Research Foundation, una organización sin fines de lucro dedicada a la capacitación en liderazgo, conocida ahora simplemente como la Red Atlas. En ese evento se sintió como en familia: el trabajo de su vida había estado dedicado a socavar los movimientos sociales y los gobiernos de izquierda en América del Sur y Central, impulsando  una versión del libertarismo favorable a los negocios.

Lo que quedó en claro tras ese encuentro, fue que varios líderes afiliados a Atlas pasaron a formar parte del gobierno de Macri, algunos otros fueron senadores en Bolivia y muchos fueron cabecillas del Movimiento Brasil Libre que derribó a la presidenta Dilma Rousseff.

Atlas Network está conformada por más de 580 fundaciones, y algunas de ellas se sumaron en 2014 al proyecto de Macri.  Tienen un carácter libertario económicamente pero también muchos vínculos con la extrema derecha”. La Red Atlas es una de las partes fundamentales de la internacional capitalista, que está movilizada por el movimiento libertario de extrema derecha (libertarians, en inglés). Esta internacional funciona aceitada y perfectamente bien financiada por un conglomerado de institutos, fundaciones, sociedades y ONGs unidos en una telaraña cuyos hilos son difíciles de detectar.

Luego de aquel evento organizado por Atlas y la filial argentina de la Fundación Libertad que preside en el plano internacional Mario Vargas Llosa,en Buenos Aires, quedó claro que, para muchos, Chafuen, desde su posición en Atlas, ha sido un mentor, un patrocinador financiero y un faro que los guió hacia nuevos modelos políticos”.

Chafuen indicó que el camino está trazado: haciéndolo con más grupos de reflexión, más esfuerzos para derrocar gobiernos izquierdistas y ubicar adeptos de Atlas en los más altos niveles de gobierno en todo el mundo.

Dirigentes de la Fundación Pensar y de la Fundación Libertad – ambas integrantes de la Red  Atlas – ocuparon altos cargos durante el gobierno de Mauricio Macri.  Entre las fundaciones argentinas conducidas por dirigentes de Juntos por el Cambio podemos encontrar a: SUMA (de la ex – vicepresidenta Gabriela Michetti),  Crecer y Crecer (del intendente de Lanús, Néstor Grindetti), Seguridad y Justicia (de  Eugenio Burzaco), Formar (del ex_ministro Guillermo Dietrich), Pericles (del ex – asesor jurídico de Macri, Rodríguez Simón), por ejemplo.

Las sospechas de que fondos públicos fueron desviados a estas fundaciones tienen asidero. Ya en 2014, la Procuraduría de la Criminalidad Económica y Lavado de Activos denunció al ministro de Cultura de C.A.B.A. Hernán Lombardi por el desvío de fondos públicos hacia Pensar.  También  la dirigente macrista Gladys Rodríguez fue denunciada ante la justicia por solicitar dinero a quienes conseguían empleo en la Provincia de Buenos Aires, para derivarlo a  la misma fundación.

Vocablos como libertad, democracia o derechos serán voces  que harán repiquetear permanentemente los simpatizantes de estos grupos y que  pueden llegar a convencer a más de uno.  Pero cuando al entrar a bucear en su accionar real, se puede observar que es un simple camuflaje que oculta sus intenciones reales. En Brasil motorizaron marchas y obtuvieron apoyo multimediático hasta lograr el impeachment y la salida del gobierno de Dilma Rouseff.  En Argentina los estamos viendo en las marchas anticuarentenas, en escraches a jueces y en los intentos de desestabilizar al gobierno de Alberto Fernández.

El peronismo siempre se expresó en las calles. Hoy, como prioriza la salud en medio de la pandemia, no lo está haciendo. Ese espacio es ocupado, aunque sin el volumen de aquel, por nacionalistas de escritorio, libertarios, antiglobalistas y anticuarentenas, que siembran contagios en calles y plazas.  Hubo una vez una movida interesante, los escraches, que habían surgido para repudiar en sus domicilios a los represores que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar (1976-1983) mientras gozaban de total impunidad.Hoy, la derecha los ha distorsionado para convertirlos en un mecanismo de presión en contra de líderes públicos y jueces que ocupan cargos dentro del sistema democrático.

Otra parte de su estrategia desestabilizadora  se manifiesta, principalmente, a través del uso de fake news y de bots para imponer sus ideas desde las redes.  Por ejemplo, durante las movilizaciones de la Policía Bonaerense, apareció el hashtag  #NadieconAxel con más de 200.000 tuits en un solo día. Analizando las cuentas más importantes que participaron, se puede ver que son las mismas que se utilizaron en las campañas #ArgentinaSupportsTrump o #ArgentinaApoyaBolsonaro. Alguien diría que son casualidades permanentes.

En paralelo con esta táctica, desde los multimedios concentrados, imponen el discurso de la derecha.  Todo lo fundamentan en términos económicos y de  libertades individuales por sobre la salud.  Aprovechan las necesidades económicas profundizadas por la pandemia, que ya se habían agravado durante el gobierno macrista.    Lo llamativo es que los representantes de esos discursos que ponen todo por sobre la salud, son ex miembros del gobierno de Macri y algunos líderes libertarios.

Día tras día, la mayoría de los medios dan espacio a opinólogos y voceros que incentivan el miedo, el odio y la violencia.  En más de un programa “juguetean” con la posibilidad de un golpe, y quienes allí participan, no interpelan a quienes emiten esos comentarios. Mientras enarbolan banderas argentinas y hablan de libertad, lo que quieren es consolidar en Estado mínimo que sea utilizable para sus intereses, un mercado ilimitado y, en vez de ciudadanos, una población de consumidores que ofrezcan, a la vez y sin limitaciones su fuerza de trabajo.  Claramente, atando cabos, se puede apreciar  que apuntan a defender los intereses de los Estados Unidos.

En nuestro país, la delegación  argentina de Atlas  –  “Atlas por una sociedad libre”- está presidida por Eduardo Maschwitz, director titular del banco Comafi, y Martín Simonetta es el Director Ejecutivo de la fundación.  Fue fundadael 9 de noviembre de 1998 por Guillermo M. Yeatts y José Esteves.

En su página afirman que su misión es bregar por una Sociedad Libre, liderando el cambio hacia una sociedad abierta basada en la defensa de la libertad individual, la existencia de límites institucionales a la acción del gobierno, la economía de mercado, la propiedad privada, la libre empresa y el estado de derecho.

Las líneas de acción que postulan para desarrollar esa misión son: posicionar a Atlas, gestionando una visión desde las ideas de la Libertad sobre los temas de la agenda política, a través de foros que enriquezcan el debate. Bosquejando un análisis de políticas públicas, y desarrollando propuestas que influyan en la formación de las reglas de juego que gobiernan al país.Profundizar la difusión de su visión ante la opinión pública en forma directa y a través de líderes de opinión. Además,  proponen articular la acción de diferentes vertientes de ciudadanos que comparten una visión de país basada en el respeto de las libertades individuales (“coalition building”) y actuando en todo el país a través de una red de líderes nacionales. Asimismo propugnan la identificación y formación de una generación de líderes.

Además de mantener una presencia activa en medios de comunicación para posicionar su voz “defensora” de la libertad, y buscando una llegada masiva de su mensaje, cuentan con medios propios. Tienen un website institucional www.atlas.org.ar en el que participan 546 autores y un newsletter semanal “1853”. Este último llega a 29.327 suscriptores. En 2012 lanzaron Atlas1853TV de la mano de Gabriel Gasave (Independent Institute-Atlas1853), Osvaldo Rolleri (Atla1853) y Alejandro Tagliavini, quienes exponen desde una perspectiva de la Libertad. Entre sus columnistas se encuentran  Marcos Aguinis, José Luis Espert, Jorge Castro, Jorge Asís, Roberto Cachanosky, Álvaro Vargas Llosa, Carlos Alberto Montaner, Andrés Oppenheimer.

Otro capítulo de susacciones lo desarrollan en  redes sociales como Facebook y Twitter y lo multiplican a través de trolls y bots.  Para tener en cuenta, han tenido influencia directa en campañas específicas de acción y comunicación ante temas clave, tales como lo han sido las mega-retenciones agropecuarias o la creciente presión impositiva. Hoy se activan con las marchas anticuarentenas, en presionar a los jueces de la Corte Suprema y en esmerilar al gobierno del Frente de Todos.

El peronismo, dentro del Frente de Todos, tiene que  ir afrontando los problemas cotidianos, aportando soluciones,  junto con el desafío de afianzar y consolidar la mayoría popular.  La pandemia puso en jaque al sistema sanitario, pero también a la actividad económica. Ante a tamaño desafío global, la mayoría de los argentinos ha elegido solucionar los problemas de todos, entre todos. Pese a ello habrá de batallar frente a quienes han dado demasiadas muestras de que no les interesan en lo más mínimo esas soluciones, sino sus propios intereses que también son intereses ajenos a nuestra Patria.

Es necesario desarrollar unatareaintensa, eficaz, diversificada y coordinada con el fin de construir ámbitos amplios de concertación sectorial que permitan construir una agenda de futuro. Lo que se haga contra la pandemia debe integrarse como parte de una estrategia de construcción de poder que impulse una nueva relación de fuerzas que se encamine a las transformaciones que Argentina necesita.

Como cada vez que reapareció, la estructura político-económica del capitalismo neoliberal deja lesionado gravemente el tejido popular. Es por eso que está llegando el tiempo, no solo de reparar esas heridas, sino de cimentar las bases para construir la Argentina donde flameen las banderas de la Justicia Social, Soberanía Política e Independencia Económica.

Juan Carlos Dennin
juancarlos@huellas-suburbanas.info