Los Derechos Humanos en octubre

Por: Dr. Juan Miguel Jugo Viera

Desde la República del Perú

Hasta antes de llegar al mes de octubre, la mira de los organismos de DDHH no gubernamentales ha estado orientada a la situación en Venezuela, la crisis de derechos humanos, la crisis humanitaria con la migración venezolana a la región y la reacción xenofóbica de algunas poblaciones. En el caso de Nicaragua, la situación es distinta pero igual de preocupante.

Pero lo que viene ocurriendo en Chile, Ecuador y Haití, es muy preocupante.  Cerca de 20 muertos ya han perecido durante las protestas que se vienen desarrollando en Chile, de los cuales tres son peruanos[1]. Además de 2410 detenidos y un total de 553 heridos, de ellos 210 por arma de fuego. En Ecuador, con la muerte de 10 personas, 1340 heridos 1192 detenidos y procesados por terrorismo[2];  ataques contra los periodistas (ver informe de los organismos de derechos humanos del Ecuador[3]). En Haití, el informe de Amnistía Internacional señala “Las autoridades de Haití deben poner fin al uso ilegítimo de la fuerza contra manifestantes y deben garantizar el derecho a la vida”, tras verificar múltiples casos de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía durante seis semanas de protestas antigubernamentales en las que al menos 35 personas perdieron la vida; en muchas de las muertes estuvo implicada la Policía Nacional. Las Naciones Unidas acaban de anunciar que se retiran del país, ya que hay “progresos interesantes”[4]

Toda esta situación nos señala, que las prácticas violatorias de los derechos humanos, siguen siendo pan de cada día por más demócrata que se llame un país, para proteger su sistema y en el caso de los países nombrados, un sistema neoliberal que, desde hace rato, hace agua por todas partes.

Para el secretario general de la OEA, el señor Luis Almagro, la crisis fundamental de derechos humanos ahora está en Bolivia, donde se han venido sucediendo protestas contra el resultado electoral y donde, efectivamente, se cuestiona el uso indiscriminado de la fuerza.

La respuesta a la movilización democrática ha sido una vez más la represión, y esta se ha ido sofisticando, como en Ecuador, donde también se han ido consolidando propuestas de criminalizar al adversario, al estilo Carl Schmitt[5]. Es decir crear un enemigo y luchar contra él, como ahora puede ser el Foro de Puebla[6], conspiraciones mundiales, de tal suerte de buscar aislar a los dirigentes y los discursos, en favor de los derechos humanos.

Acusar de Terroristas, socios del terrorismo, es moneda corriente. Sin embargo en Ecuador hay una situación muy grave, el ministro de Defensa, Jarrín, ha señalado que una nueva tarea de las fuerzas armadas del Ecuador es “Enfrentar la subversión”[7]. “Nuestra misión será identificarles, aislarles, neutralizarles para ser entregados a las autoridades competentes», dijo el Director de Operaciones del Comando Conjunto, Fabián Fuel”[8]. Similar a las directivas contrainsurgentes del Perú de los noventa[9]. Como lo dice el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, no sirvió para derrotar el terrorismo, sino más bien para extender el ámbito de la represión.

Estamos en una situación muy peligrosa, donde los discursos autoritarios se ponen al servicio de los gobernantes y exigen represión contra millones de personas que expresan su necesidad de acceder a sus principales derechos, como lo son el trabajo, la salud, la jubilación y la necesidad de un modo de vida a favor de las mayorías y no de un pequeño grupo de personas.

Esta situación no es nueva, que lo digan los mapuches en Chile que varios están en las cárceles cumpliendo sentencia por terrorismo; o los campesinos e indígenas de Colombia; o en Honduras, o en el Perú, donde las poblaciones sufren persecución y agravio a sus derechos humanos por defender sus derechos y modos de vida, así como su propia visión de desarrollo.

Finalmente, América Latina se decía que era uno de los continentes que ha tenido un crecimiento económico importante, pero sigue siendo tan desigual como antes. Y las personas, mujeres y hombres, quieren ser ahora dueños y dueñas de su futuro o del futuro de sus hijos y nietas.

Lima 02 de noviembre del 2019

[1]El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile reportó detenidos ascendió hasta 2.410. Las protestas han dejado además al menos 18 fallecidos, cuatro de ellos ciudadanos extranjeros y del total de las muertes 5 ocurrieron presuntamente a manos de agentes del Estado.Heridos, contabiliza 535 personas víctimas no mortales. Agregaron que 210 del total de heridos fueron por armas de fuego.8 casos en los que los detenidos acusan haber sufrido violencia sexual, y en este apartado englobaron desnudamientos, amenazas de violaciones y tocamientos.

[2]https://www.fidh.org/es/region/americas/fidh-americas-el-descontento-ciudadano-debe-ser-atendido-y-no

[3]https://www.amazonfrontlines.org/m3di4/Informe-DDHH-Ecuador-Oct-2019.pdf

[4]https://news.un.org/es/story/2019/10/1463911

[5]Carl Schmitt (1888-1985), un filósofo jurídico alemán conocido por su militancia en el partido nazi y claramente contrario al régimen parlamentario de la República de Weimar. Sus tesis han recibido la condena enérgica de nuestros contemporáneos, pero resulta notable en qué medida su influencia tiene ecos en nuestros días.https://www.jotdown.es/2015/07/la-democracia-segun-carl-schmitt/

[6]Peor aun cuando hay pruebas definitivas de la conspiración internacional del Foro de Puebla para desestabilizar no solo a Chile sino intentar crear la Unión Soviética Latinoamericana.https://www.expreso.com.pe/opinion/hugo-guerra/la-cobardia-de-pinera/

[7]https://actualidad.rt.com/actualidad/332160-nueva-mision-fuerzas-armadas-ecuador-insurgentes

[8]ibídem

[9]Sin embargo, se afirma ya también, por otro lado, que la finalidad de las operaciones antisubversivas es «Destruir y/ o neutralizar la Organización Político-Administrativa (OPA)» de los subversivos, lo que se revelará más adelante como la prioridad estratégica absoluta. En esta directiva tal finalidad aparece todavía confundida con la de destruir y/ o neutralizar «a todo transgresor de la Ley y del Orden Constitucional que contribuya a la subversión».45 Esto último implica todavía mucha dispersión de esfuerzos si tomamos en cuenta que la misma Directiva evalúa que toda las agrupaciones de la izquierda legal, los sindicatos (salvo los apristas) e incluso los sectores «progresista: http://www.derechos.org/nizkor/peru/libros/cv/ii/13.htmlacápite 1.3.2.6.

Colaboradores diversos Huellas Suburbanas
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