
08 Oct Los Arbitristas del Siglo XXI
El fallo de La Haya, desfavorable a la pretensión boliviana de negociar con Chile una salida al mar no es casual. Las sentencias tienen consonancia con el Grupo de Lima, la aparición de las ultraderechas conservadoras en Latinoamérica y están reforzadas por otra institución gerente mayor y que está a la misma altura de la que imparte justicia, que es la ONU.
La última sesión llevada a cabo en este año estuvo destinada, por otro lado, a condenar a los países que se oponían a los dictámenes del Imperio norteamericano y la Eurozona llamándolos “Regímenes”, aunque los mismos fueran elegidos por el voto popular, por ejemplo: Venezuela y Cuba. En ese corifeo se unieron Argentina, Chile y la socialista rosa Michelle Bachelet, Brasil, Colombia, Ecuador y Lenin Moreno esgrimiendo encendidos discursos de tinte fascista pero adornados de una verborragia “democrática” para que, de formas, ya sean arbitrarias o como ayudas humanitarias, estos países fueran observados y que les fueran enviadas misiones de paz a los fines de estabilizar a aquellos “regímenes”. Desde el comienzo hasta el final, sus argumentos son falaces.
De la misma manera, en la otra institución rectora, encargada de impartir justicia internacional, los Tribunales de La Haya tañen la misma nota de lo que son la ONU y el Imperialismo Norteamericano. Esta última sometió a juicios a supuestos tiranuelos del mundo periférico o subdesarrollado que, según ellos, infringieron leyes de los tratados internacionales yendo en contra del status quo del régimen imperialista capitalista transnacional con hegemonía en todo el planeta. Se tomarán algunos ejemplos para mostrar el obrar de esta supuesta corte independiente y ajustada a derecho: Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, nunca fue sentada en el banquillo de los acusados por crímenes de lesa humanidad al torpedear fuera de la zona de exclusión al ARA Gral. Belgrano en el conflicto bélico argentino inglés. Padre e hijo que no forman parte de la Santísima Trinidad, los Bush, que devastaron pueblos enteros con invasiones a Irak, Afganistán, Pakistán y la ex Yugoslavia, tampoco pasaron por dicha Corte. Ni Obama, que mientras recibía el Premio Nobel de La Paz, enviaba a ciento cincuenta mil soldados a Afganistán para invadirlo y poner un gobierno títere afín al Imperio. Otra dama, que acompañaba al hombre que se quería parecer a Martin Luther King, Hillary Clinton, cuando llegó a Libia, con su grácil sonrisa pero no de emperador romano esgrimió el célebre ditirambo vini, vidi, vinci. Ella tampoco pasó por la Corte de La Haya. Tampoco fue juzgado el Primer Ministro israelí, Netanyahu, brazo armado del Imperio en Medio Oriente, quien creó la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, La Franja de Gaza, invadiéndolos y sometiéndolos a sangre y fuego en nombre de Yavhé.
Era de esperar el laudo favorable a Chile del conflicto por la salida al mar, dado que todo resulta un monocorde a lo que se mencionó anteriormente.
El conflicto boliviano chileno lo describe con meridiana claridad no tan solo Felipe Herrera, cuando decía que el enfrentamiento entre Bolivia, Perú y Chile fue tripartito y que se buscaron todos los medios para que tuviera salida al mar el Estado Boliviano. Una solución a este conflicto fue la propuesta de Walter Guevara Arze y Ricardo Anaya, quienes propiciaban la internacionalización con soberanía compartida del Puerto de Arica. Esta medida daría satisfacción a los tres involucrados: Bolivia ganaría su salida al mar, Perú recuperaría parcialmente el territorio perdido en la Guerra del Pacifico y Chile tendría un nuevo polo de desarrollo en la mejor tradición de San Martín, Bolívar y O’Higgins.
Andrés Solíz Rada, quien fuera Ministro de Hidrocarburos de Bolivia durante el primer período gubernamental de Evo Morales, nacionalizó el petróleo y el gas, creando soberanía e independencia económica. Luego se retiró por disidencias políticas con Evo. Vale recordar que, durante un Congreso que se realizó en los años ´88 ´89, en el Hotel Rama, Río Ceballos, Córdoba, donde se encontraba el pleno de la dirigencia de la Izquierda Nacional, presidida por Abelardo Ramos, Blas Alberti, Methol Ferré e invitados latinoamericanos como el compañero Soliz Rada de Bolivia y Pedro Godoy de Chile, más representantes del Partido Justicialista de distintas provincias, entre los cuales se encontraba el diputado provincial Dr. Sala de Catamarca durante el gobierno de Ramón Saadi y la JP, cuya invitación fue realizada por el compañero Abelardo Ramos al Gobierno de Catamarca por intermedio del FIP Catamarca. En ese Congreso Internacional Latinoamericano con la presencia de más de dos mil militantes, uno de los temas que se desarrolló en profundidad fue el Estado Boliviano y su conformación. Dado que sufría una división histórica entre La Paz como Estado formal ejecutivo y otro Estado paralelo económico que se encontraba en Santa Cruz de la Sierra, dirigido por la oligarquía blanca separatista. Ante la falta de cohesión y coerción del Estado boliviano en un solo Estado, lo llevó al Estado ficcional, que es el Estado Plurinacional de Bolivia al asumir Evo Morales y Álvaro Linares. Esta visión fue pulverizada por las ONG y Fundaciones que introdujo el Imperialismo a través de la DEA, la CIA, y países como Canadá, Bélgica, Alemania, Suiza creando así pequeños Estados con la nominación de “grupos originarios” o etnias, llevándolo a los grandes desastres que les causó enfrentamientos agonísticos, entre la parte de El Alto, encabezado por los mineros y una multinacional, donde asesinaron vilmente a un ministro, luego la intentona de golpe de Estado de Santa Cruz de la Sierra, también generado por una ONG y la DEA, y llevando a Bolivia a un grado de atomización creciente, respecto de ese Estado Nacional que cada vez que quería llevar mejoras a estas etnias tenía la oposición en nombre del Estado Plurinacional. Así se fueron creando pequeños cantones que debilitaron la función del Estado Nación.
Esta política errática fue llevada a cabo por mucho tiempo, pero sin visualizar los causales de la misma. Y hoy asistimos a una debilidad no tan solo diplomática sino como Estado, dado las injerencias de estas ONGs y fundaciones al servicio de fogonear las estructuras del Estado para crear una atomización por el llamado estado plurinacional.
En ninguna parte del mundo existen los estados plurinacionales, aún Suiza teniendo sus cantones está regida por el Estado Helvético. Es una materia pendiente del gobierno boliviano unificar el Estado Nacional y así como se expidió en las Naciones Unidas pidiendo la unión de Latinoamérica y reflotar el UNASUR, la CELAC y el ALBA, también puertas adentro tiene que unificar su política de Estado Nación.
Mesa Provincial Severo Chumbita
Ricardo Solohaga – Juan Pablo Navarro – Cristian Martínez – Pablo Marcial – Jorge Reales – Daniela Barrios – Jorge Medina.