“Lo prioritario del momento sigue siendo garantizar la salud para el conjunto de la población”

Entrevista a Eduardo Calvimonte, secretario General de SUTEBA Morón

Nuevamente nos acercamos a uno de los espacios sindicales de mayor cercanía con Huellas Suburbanas: la sede del SUTEBA Morón. En la antesala de un comienzo del ciclo lectivo 2021 para los diferentes niveles de enseñanza escolar, y con una polémica muy vigente acerca del retorno a clases presenciales o no en medio de la pandemia de coronavirus, recurrimos a la siempre amable opinión del secretario general del citado sindicato docente, Eduardo Calvimonte, para que ofrezca un panorama más acabado de lo que está en juego, y otras luchas que los trabajadores de la educación librarán en breve.

Balance 2020, perspectivas para 2021

Eduardo, ha sido un año tan especial como difícil, particularmente duro para el ámbito docente. ¿Qué cierre le podés dar al ciclo 2020, y qué grado de dificultad le encontrás al inicio del 2021, no sólo en jurisdicciones como la provincia de Buenos Aires?

Para nosotros 2020 fue un año muy difícil; lo habíamos comenzado con la buena noticia de la recuperación de la paritaria nacional, con la consiguiente posibilidad de llevar adelante una pauta salarial que le gane a la inflación. Habíamos acordado hacer una paritaria corta; eso generó cierta polémica, porque muchos compañeros de nuestra oposición sindical, que siempre estuvieron en contra de la cláusula gatillo, ahora la reclamaban. En realidad, la cláusula gatillo es un buen recurso en momentos de ajuste, como sucedió durante el gobierno neoliberal, pero nunca le ganamos a la inflación con eso. El 2020 lo iniciamos con aquel panorama, en el cual el gobernador Kicillof llevaba adelante un programa llamado “Escuelas en Obra”, donde se reestructuraban algunas áreas de infraestructura en la provincia, y ello permitía disponer de recursos para que se puedan reparar las escuelas…

… acción que venía con una gran demora previa….

… y en eso llegó la pandemia a nuestro país…

Muy coincidente con el inicio de clases en marzo pasado.

Exactamente. Ello nos tomó en una situación difícil, con un sistema de salud muy golpeado por Macri y Vidal, a punto tal que habían convertido a ese ministerio en secretaría, sumado a ajustes varios. En nuestro caso, intentos de cierre de escuelas, situaciones que nos mantuvo los 4 años en las calles, con el punto más doloroso en la tragedia que nos llevó a Sandra (Calamano) y Rubén (Rodríguez).

Y, como bien mencionabas, luego devino rápidamente la pandemia.

Apareció entonces el ASPO determinado por el gobierno de Alberto Fernández para poder, de algún modo, controlar a la enfermedad. Se suspendieron las clases presenciales. Fue un golpe muy importante para toda la comunidad educativa. Y luego el drama económico laboral de muchos padres de nuestros alumnos, desgracias que vimos muy de cerca, a pesar de no tener las clases presenciales. Esas realidades las siente mucho el docente.

Hubo un fuerte trabajo de readaptación a la modalidad de las clases virtuales, pero además de asistencia sociocomunitaria…

Fuimos aprendiendo a reconvertirnos desde la virtualidad, e hicimos un enorme trabajo de contención de las familias, de los pibes. Se hizo un trabajo muy comprometido, intenso, y Argentina hoy no está tan desmembrada, en parte, gracias a todos esos lazos que se construyeron a escala de lo social.

A mediados del año pasado conversamos contigo, y nos habías vislumbrado la inviabilidad del retorno a la presencialidad en las clases, y comentaste que se iba a tener que evaluar seriamente la generación de una modalidad mixta. El tiempo te dio la razón. Ahora se generó un debate por la decisión de la ministra de Educación porteña, de avanzar sobre la presencialidad de las clases. ¿Qué efectos puede implicar todo ello?

Están politizando brutalmente el regreso a clases, es una discusión que altera a las familias. Trabajan sobre los pilares del miedo y la mentira. Es un diseño discursivo que, ante la dificultad que ellos tienen de mostrar concreciones políticas, apelan al costado más irracional de las personas. Y los medios de comunicación acompañan todo eso. Además, tenemos que continuar aclarando que la educación no es un servicio. Es un derecho, y el derecho lo garantiza el Estado. Los docentes somos un eslabón más dentro de la educación pública. Sería muy irresponsable de parte del gobierno porteño llevar adelante esa clase de acción sin entender que hay un contexto sanitario en el que hay mucha gente que se está muriendo, a gran escala y en todo el mundo.

El Estado es quien debe planificar cómo va a ser el regreso a clases, pensando también en la salud. ¿De qué nos sirve dar clases presenciales si esos chicos se van a contagiar, y luego lo van a hacer con sus familiares? Lo prioritario del momento sigue siendo garantizar la salud para el conjunto de la población.

¿Es importante pensar, en tal contexto, la vuelta a clases?

Sí, pero con escuelas limpias, con edificios seguros, con agua potable y calefacción, con patios en condiciones, con buen número de personal para la limpieza, con personal especializado para recibir a los chicos, que les tomen la temperatura…

Van a requerir otro distanciamiento, y el diseño de las aulas no condice mucho con esa necesidad…

Y, no. La Asociación Internacional de Pediatría está planteando que en cada espacio pedagógico tiene que haber entre 1,5 y 2 metros de distancia. En un aula donde habitualmente entraban 30 pibes, no van a poder entrar más de 8. Hay que planificar muy bien todo eso. Es evidente que la escuela no va a poder albergar a todos los alumnos cada día. Tendrá que haber distanciamiento, rotación… no es imposible de realizar, pero se necesita tiempo y recursos. Pensá que un docente que se desempeña en 6, 8 escuelas, va a necesitar otra forma de trabajar. Cada estudiante debería tener conectividad, un accesorio tecnológico adecuado…

Quizás, en una primera instancia, se deba recomenzar fuerte con las clases virtuales…

Sí, y todas estas cuestiones sólo las puede garantizar el Estado, no los docentes. Son de muy mala entraña las recomendaciones que pretenden hacer Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, esta señora Acuña (sic) que nunca pisó una escuela pública. Pero veo que se abre la oportunidad de librar un debate en Ciudad de Buenos Aires, que va a desnudar algunas cosas. El 17 de febrero, Rodríguez Larreta se va a poner en contra no sólo a los docentes, sino a una gran cantidad de padres y familiares que entienden que no es posible volver a clases en las condiciones en la que están muchas escuelas de CABA. Y para colmo, se limitan a echarle la culpa a los docentes.

Desde que asumió la presidencia Mauricio Macri, allá a finales de 2015, su espacio político desarrolló una estrategia de polarizar fuerte contra los docentes.

Pero a (María Eugenia) Vidal no le fue bien polarizando contra nosotros y persiguiéndonos. Nosotros representamos una demanda genuina de buena parte de la población, entonces aquella actitud negadora, violenta, estigmatizante, le salió mal a la ex gobernadora. En muchos momentos difíciles de nuestra historia, los docentes nos hemos puesto la escuela al hombro. En la pandemia también hemos vuelto a dar de comer desde las escuelas. Es motivo de orgullo saber que hay muchos docentes que tienen una sensibilidad impresionante, es contagioso y es otra forma de educar con el ejemplo a los pibes.

Campaña de vacunación

 Ahora arrancan con otro hito de solidaridad: colaborar en la campaña de vacunación contra el Covid-19

 Eso nos entusiasma, porque una de las cosas que nos acercará a las escuelas, es que docentes y alumnos vayan siendo vacunados. Es muy importante la vacunación para nosotros. Los militantes de la angustia se oponen a la vacunación y ese es un problema que nos obliga a redoblar esfuerzos para informar a la sociedad que la vacuna es una muy buena noticia. Nosotros, como organización sindical, vamos a ser parte del sistema de vacunación, y para eso hemos cedido espacios en centros de salud, muchas seccionales de SUTEBA que se van a convertir en centros de vacunación.

¿También en Morón?

En Morón vamos a estar vacunando cuando nos habiliten. Creemos que eso va a ser pronto. Por asuntos de logística internacional viene algo demorado el envío de las vacunas, pero ni bien lleguen, Suteba Morón va a vacunar a docentes, auxiliares, miembros de las Fuerzas de Seguridad y todos aquellos trabajadores y trabajadoras del Estado que tengan como obra social a IOMA. Ya estamos preparando las instalaciones en tal sentido. La vacunación se va a establecer de lunes a viernes, de 8 a 16 horas. Esperamos que asista mucha gente, porque cuanto más rápido vacunemos, más inmunizada va a estar la población. Y hay que remarcar esto: no hay noticias de efectos negativos graves entre los 300.000 que fueron vacunados recientemente.

En todo caso, es un porcentaje muy bajo con síntomas, que está dentro de lo tolerable.

Creemos que la gente se tiene que tranquilizar, registrarse, correrse del miedo a ir a vacunarse. Los medios de comunicación y las redes sociales bombardean con barbaridades todo el día.

¿Cómo piensan difundir este operativo en el que van a participar?

Vamos a poner mesas para que la gente se acerque, nos pregunte, evacúe dudas, se pueda registrar con nosotros. Posiblemente iremos a ubicarnos en plazas, en los barrios, para contribuir a informar de modo veraz a la comunidad. El municipio, en este aspecto, está haciendo bien las cosas, porque está promoviendo la inscripción en los barrios. Una vez que estemos vacunados, que las escuelas estén abiertas, limpias, con personal de limpieza, con burbuja como tiene que ser, no va a ser una dificultad dar clases presenciales en combinación con clases virtuales y con rotación de estudiantes.

Está el riesgo de contagio también en los medios de transporte…

 Son muchos factores y variables a tener en cuenta. Hay muchos estudiantes que tienen que trasladarse en colectivo, incluso en tren. En el conurbano sucede eso. En el transporte se hace imposible que no haya amontonamiento, por lo cual son factores de mucho riesgo.

Paritaria

 Ya tenemos en claro por dónde pasa lo fundamental. Ahora bien, en este marco, ¿Cómo piensan trabajar la paritaria?

 En febrero habrá paritaria nacional, y allí iremos a discutir una pauta salarial para recuperar lo que perdimos por inflación. El año pasado tuvimos un incremento salarial de casi el 32% anual, y la inflación rondó el 36%, depende quién y cómo la mida. Posiblemente sigamos la estrategia de revisar la pauta salarial a corto plazo, porque los vaivenes económicos imposibilitan que uno pueda arreglar para todo el año.

Tampoco se vislumbra que este sea “el” año en que baje significativamente la inflación.

 De todas maneras, apelo a ser optimista. Veo a nivel provincial y nacional algunos ejes de acción política que son esperanzadores. En Morón ya se arreglaron muchas escuelas, se está moviendo la vivienda para los sectores más populares, el acuerdo del precio de la carne es una señal positiva. Todo el tema de precios es algo complejo que el gobierno tiene que corregir; además, aspiramos a que haya una decisión de garantizar mayor inversión en educación y que se provea de soluciones tecnológicas tanto a alumnos como docentes, para mejorar la parte de la educación virtual. Necesitamos tener una mayor esperanza colectiva, y creo ello vaa a suceder una vez que ya estemos vacunados.

 

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com