
17 Sep Las Grandes Paradojas y Encrucijadas de nuestro país y Latinoamérica
«Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad».
Carta Del Libertador Simón Bolívar Al Coronel Patricio Campbell, Guayaquil, 5 De Agosto de 1829
Con el veto sufrido en la asamblea de 1810 por parte de Mariano Moreno a su plan para ser un país agroganadero exportador e industrial, con independencia y soberanía, triunfó en ese veto el modelo agroganadero exportador pro Imperialista de Saavedra, con la complicidad de todos los terratenientes y hacendados de la provincia de Buenos Aires, el Litoral y el sur de Córdoba. Facilitando con esto el librecambismo en detrimento del desarrollo del país para ser solamente un exportador de materia prima y de alimentos pero que nunca se industrializara. Esto se dio en el devenir histórico de nuestro país y de latinoamérica, favoreciendo a un puñado de familias que se han dejado de nombrar pero que siempre existieron: son la oligarquía. Tanto la historia, las ciencias políticas y la sociología dejaron de lado este término como clasificación sociológica de una clase social, por error, por omisión o por intención.
Todo Estado, cuando se constituye, tiene las siguientes prioridades que están al servicio de un pueblo: su base económica, jurídica, y a través de sus distintos ministerios la salud, educación, trabajo, industria, tecnología, comercio interior y exterior y velar por los desposeídos y garantizar las necesidades básicas satisfechas. Cuando se aplican políticas que hacen desaparecer estas funciones primordiales del Estado llegamos a las grandes encrucijadas o paradojas de nuestro devenir histórico. Donde se producen grandes avances y también grandes retrocesos, flujos y reflujos.
Con el veto al plan de Operaciones de Moreno se creó un modelo agroganadero exportador en detrimento de las grandes mayorías excluidas del capital simbólico, cultural y económico. Después de la Depresión de 1930, con el Crack económico financiero en Estados Unidos, Argentina pierde la gran hegemonía de las superlativas exportaciones al exterior de carnes y granos que servían al estado imperialista inglés, que era tomado como taller del mundo (Argentina era el granero del mundo), dado su desarrollo por la Revolución Industrial y el poderío económico, tecnológico y científico, su acumulación de capital más lo que extraía de sus colonias, entre ellas, nuestro país. En esa Gran Depresión, Argentina hizo grandes esfuerzos diplomáticos para ubicar sus productos en el Imperio Británico, a tal punto, que un catamarqueño, llamado William Leguizamón, tenía a su cargo un gran ministerio: el de Producción y Transporte, que gestionaba también el comercio exterior. En declaraciones a un diario británico dijo que nosotros éramos el país más fiel al Imperio Británico y que siempre lo honraba con su lealtad. No obstante eso cayeron las exportaciones y el país sufrió una gran depresión económica y por ende política y social. Pero las declaraciones de este funcionario le valieron el título de Lord, que el reino entrega a los hombres que se destacan sirviendo a Su Graciosa Majestad y se convirtió en Sir William Leguizamón.
Las grandes luchas sociales comenzaron con nuestros caudillos federales contra estas políticas unitarias, conservadoras, liberales, proimperialistas, que eran digitadas por la oligarquía, que ponía a sus representantes. En la gran traición que sufren los caudillos en manos de Urquiza se reafirma aquel modelo de 1810: agroganadero exportador. Después de que el primer Movimiento Nacional se forjara, quitándole el voto calificado al Partido Conservador y haciéndolo universal y secreto, se ganan las elecciones y sube al poder Hipólito Yrigoyen, que haciendo un cierto equilibrio entre un Estado que no definía su posición ante el status quo de la oligarquía dejó intacta la estructura económica del comercio exterior e interior, que seguía en manos de este grupo de familias, pero se lograron otras conquistas sociales a favor de “la chusma” con la que había asumido Yrigoyen, que eran aquellos desclasados y desposeídos que venían de las luchas sociales.
Cuando quiso hacer algunas políticas de restricciones a los grandes latifundios fue el comienzo del fin del periodo del movimiento nacional Yrigoyenista. Luego apareció un pequeño grupo incipiente llamado F.O.R.J.A., que se había escindido de la UCR, que seguía luchando por los ideales de Yrigoyen, pero con una dialéctica que supieron idealizar en un Coronel que apareció en nuestra historia en el Golpe de 1943; ahí surgió el germen del segundo Movimiento Nacional. Este pequeño grupo se incorpora a lo que iba a ser el Peronismo, cuyo esplendor brilló desde 1945 hasta 1955, reformulando un Estado al servicio de las grandes mayorías, por cierto con algunas limitaciones de su pensamiento nacional burgués, pero creando grandes conquistas sociales económicas, con salud, educación, universidades, desarrollo tecnológico y científico, la incipiente industria nacional, creando soberanía, manejando el comercio interior y exterior a través del IAPI, reforzando los vínculos económicos con nuestros países hermanos de Brasil y Chile a través del Programa ABC, generando el pleno empleo, una banca nacional, el primer plan de salud preventiva pública para el país a cargo del Dr. Carrillo y la energía nuclear con la creación del Instituto Balseiro.
Se cumplen 63 años del Golpe palaciego que llevó a cabo la Revolución Fusiladora, encabezada por los grupos más reaccionarios y recalcitrantes que fueron la Iglesia Católica, la Oligarquía, los Hijos de la Oligarquía, educados bajo el lema Tradición, Familia y Propiedad y los cuadros de la Armada, mayormente la Marina y la Fuerza Aérea, bombardeando a inocentes en la Plaza de Mayo. Una vez más se muestra la otra cara de la Oligarquía, eso es la Lucha de Clases, otro concepto omitido por los sociólogos, politólogos e historiadores.
Para no cansar al lector, a modo de corolario, actualmente nuestro país produce alimentos para más de 300 millones de personas y esta es una gran paradoja, ya que tenemos una densidad poblacional muy pequeña en comparación con la extensión geográfica, con más del 40% por debajo de la línea de pobreza. Otra paradoja es achicar el Estado cerrando los ministerios de Salud, Cultura y Trabajo y liberar el comercio exterior sin restricciones para que aparezca de nuevo el modelo agroganadero exportador, cuyas pingües ganancias son giradas al exterior para los paraísos fiscales y las operaciones en las Bolsas, destruyendo así todo principio económico, político y social que el Estado debe tener. Hoy se encuentra en una nueva encrucijada donde el Presupuesto tiene que ser votado por los representantes de las provincias y están vacilantes en saber qué van a hacer. Dicho presupuesto está impuesto por el FMI y acá volvemos al origen de la palabra Provincia, del latín pro vincere, que era el status de territorio sometido por el Imperio Romano que pagaban tributos para pertenecer al mismo. Es decir, provincias son provincias vencidas. Hoy las 24 provincias están sometidas al poder no tan sólo de lo que es el Imperialismo, a través del FMI sino también al mandato de un Gobierno que fue elegido por la mitad mas uno pero cuyo objetivo es la crematística.
Sólo el conjunto de estas provincias sometidas y el pueblo trabajador tiene en sus manos continuar el sometimiento o conseguir la liberación de la Patria, para retomar el camino de nuestros caudillos y libertadores: soberanía, independencia, libertad y Unión Latinoamericana como un solo bloque hegemónico.
Mesa Provincial Severo Chumbita
Ricardo Solohaga – Juan Pablo Navarro – Cristian Martínez – Pablo Marcial – Jorge Reales – Daniela Barrios – Jorge Medina.