LA SITUACIÓN DEL EMPLEO EN ARGENTINA DURANTE EL AISLAMIENTO PREVENTIVO Y OBLIGATORIO POR LA PANDEMIA COVID-19

Encuesta a delegados y delegadas sindicales

  1. Presentación

Con el fin de aportar datos estadísticos e indagar en torno a la situación laboral de las trabajadoras y trabajadores frente a las políticas implementadas en empresas y organismos públicos por el contexto de la Pandemia por COVID-19, elaboramos un relevamiento que abarcó diferentes aspectos del mundo del trabajo. Esas dimensiones giraron en torno a cómo se está desarrollando la actividad principal de la empresa o institución donde el entrevistado/a trabaja, es decir si continuaron trabajando y bajo qué modalidad. En segundo lugar, buscamos conocer las acciones tendientes a desregular la actividad por parte de los empleadores. Para ello, se construyó un “índice de vulnerabilidad laboral” basado en una cantidad de indicadores que establecen un puntaje cuya categorización nos permitió construir una escala de desregulación del trabajo y vulneración de derechos laborales. Finalmente se trabajó sobre las percepciones en torno al contagio en el espacio laboral y las medidas implementadas por el gobierno nacional. La encuesta fue realizada a través de un formulario digital que estuvo destinado a delegadas, delegados  y activistas en tanto informantes calificados de lo que sucede en los establecimientos[1].

Como se viene planteando en diversos análisis la situación actual del COVID-19 puso en evidencia situaciones estructurales que aportan heterogeneidad al mercado de trabajo argentino. Esta diversidad, producto de una estructura económico-productiva también heterogénea, ha generado situaciones laborales que incluyen pérdida de estabilidad laboral, fluctuación en los ingresos de los trabajadores/as asalariados y cambio permanente en la organización del trabajo. En un contexto como el que estamos viviendo, estos efectos se ven complejizados por actividades exceptuadas u otras donde se implementaron tareas remotas desde los domicilios. Frente a este escenario nos interesó analizar el grado de cumplimiento de la medidas de seguridad; el impacto laboral contemplando diversos aspectos que incluyen despidos, pasando por licencias anticipadas o disminución salarial; y aspectos asociados con las percepciones en tanto la pandemia genera expectativas e incertidumbres sobre el futuro laboral.

Como dijimos anteriormente, la encuesta fue aplicada a 528 delegadas, delegados  y activistas que dieron cuenta de lo que está ocurriendo en sus lugares de trabajo y donde desenvuelven su actividad gremial. En ese sentido, este informe debe ser leído más como un análisis de empresas o instituciones que en función de los casos individuales. Es preciso resaltar el rol de los y las delegadas que cuentan con un conocimiento privilegiado y situado de la realidad laboral de los establecimientos a partir del contacto cercano con las situaciones sufridas por  los trabajadores. Se trata de un rol clave para pensar la  dinámica sindical y en este caso para captar en tiempo real las consecuencias que la pandemia produce en el ámbito laboral dado su efecto disruptivo en la continuidad del proceso de trabajo.

La muestra  abarcó 16 provincias[2] (concentrándose en los grandes centros urbanos del  país: CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza) y en cuatro actividades económicas: industria, servicios, comercio y sector público. En algunos casos y por la naturaleza de las dimensiones analizadas el análisis se concentró en el sub-universo de actividades donde hubo trabajadores que siguieron concurriendo al establecimiento.  En otros casos en interpretar los datos a partir de universo completo (como por ejemplo los que asistieron y los que no al establecimiento).  De este modo, en aquellos indicadores vinculados por ejemplo a la situación de los trabajadores que continuaron trabajando o en relación a la vulnerabilidad laboral, el delegado informa sobre la  situación general de los trabajadores en el establecimiento donde desempeña su actividad gremial. En el caso de las percepciones sobre la situación, se expresa la opinión personal del entrevistado.

El trabajo fue desarrollado por el Equipo de Estudios sobre Sindicalismo, Conflicto y Territorio y fue coordinado por Juan Montes Cató, Lucas Spinosa, Patricia Ventrici y Hernán Palermo. El grupo pertenece al Centro de Estudios e Investigaciones Laborales del CONICET, y cuentan con una amplia trayectoria en el análisis del mundo del trabajo, especialmente cuestiones vinculadas con el mundo sindical, el conflicto laboral y el territorio.

2. Situación laboral de quienes continuaron asistiendo al espacio de trabajo

El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) dispuso los lineamiento generales para el desenvolvimiento social y laboral, quedando exceptuadas algunas actividades. Esta situación fue cambiando a medida que avanzó el confinamiento de esos sectores considerados esenciales, con lo

que se fueron sumando otros al listado de excepcionalidad. Tomando aquellos establecimientos que siguieron desarrollando su actividad, en el Gráfico 1 vemos que un 22,4% no implementó ningún protocoloespecial de seguridad para evitar el contagio entre trabajadoras/es.Esto denota dificultades pero también resistencia en las primeras semanas por parte de las empresas e instituciones para asumir las graves consecuencias que producen la circulación del virus y sus efectos para la salud laboral.

En el Gráfico 2 podemos analizar cuáles fueron los sectores que continuaron asistiendo con mayor proporción al espacio de trabajo. En el caso de nuestra muestra, industria fue uno de los sectores que lo hizo en mayor medida, seguido del sector servicios y sector público. Como es de esperar, los que trabajan en el rubro comercio fueron los que lo hicieron en menor medida. Esto está vinculado con la posibilidad de ciertas actividades de adaptarse a otros espacios de trabajo fuera del establecimiento, como es el caso de los servicios y sector público.

3. Vulnerabilidad laboral: jornada de trabajo, disminución salarial e inestabilidad laboral

Para analizar el impacto en el empleo a través del índice de vulnerabilidad se analizaron dos dimensiones: estabilidad en el empleo e ingreso.  Para el primero se utilizaron cinco indicadores

(despidos, suspensiones, licencias anticipadas, banco de horas y denegación de licencias por hijos);  para el segundo tres indicadores (disminución salarial, pago de salario en cuotas y pérdida de otros beneficios salariales). A través de un ejercicio de ponderación (es decir asignando pesos relativos) se construyó el índice de vulnerabilidad laboral (IVL). Las diversas combinaciones (atendiendo a los pesos relativos) permiten caracterizar el impacto a partir de un gradiente donde aquellos establecimientos donde se produjeron pérdida de puestos de trabajo y baja salarial las consecuencias han sido más graves.

El Gráfico 3 ilustra el peso de aquellos trabajadores y trabajadoras que han atravesado situaciones de riesgo en sus fuentes laborales, con medidas que de base han afectado su salario y de máxima los ubican en riesgo de pérdida de su fuente de ingresos (las porciones naranja y roja).

Mirando los que declaran haber tenido algún cambio en sus espacios de trabajo, podemos ver como aquellas acciones «re-organizadoras» del proceso de trabajo fueron las más adoptadas por parte de los empleadores. Sin embargo, hay casi un 65% de trabajadores y trabajadoras que al momento del relevamiento se encontraban en un creciente riesgo de flexibilización laboral, y un 9% afectado por la pérdida del empleo. De la misma forma, el 90% de los y las delegadas dan cuenta de una fuerte desregulación del trabajo, que si bien no está atravesada por la pérdida de fuentes de trabajo, si aparecen disminuciones salariales, suspensiones, licencias y cambios en la jornada laboral.

Al mirar cada sector, industria es donde más vulnerabilidad aparece, con despidos, desregulación y suspensiones.

4. Percepción de la situación

El impacto del ASPO sobre el trabajo observado a través del índice de vulnerabilidad ilumina una parte importante de la realidad laboral al permitirnos ponderar su incidencia en la estabilidad del empleo y los ingresos.  Este impacto también puede rastrearse a través de las percepciones, claves al momento de caracterizar cómo se interpretan las acciones y reacciones frente a un fenómeno disruptivo  como el que estamos analizando.

La velocidad en que la pandemia se ha extendido, sumado a la incertidumbre que ella produce sobre la salud genera un abanico de percepciones ligadas a los miedos que ello conlleva. Para adentrarnos a este problema en el Gráfico 5 puede observarse que existe una mayoría de encuestados que tienen bastante o mucho miedo de contagio en el ámbito laboral (73,5%). Esta distribución es similar tanto en los delegados que representan actividades donde siguieron concurriendo al establecimiento los trabajadores como las que no. De este modo el espacio laboral en las percepciones de los delegadxs se constituye como un ámbito cargado de riesgo.

Frente a la pandemia la iniciativa política del gobierno estuvo orientada a “aplanar la curva de contagios”. Junto con esta directiva general se fueron estructurando un conjunto de acciones que abarcaron diversos niveles.  Un 95% consideró entre buenas y excelentes las medidas asumidas por el gobierno nacional.

5. Reflexiones finales

El relevamiento da cuenta que a pesar que existe una prohibición para efectuar despidos un 4,2% del total de los encuestados declara haberlos sufrido en los establecimientos donde desempeñan su actividad gremial. Por su parte el 40% de los casos sufrieron algún tipo de desregulación salarial.

Casi un diez por ciento (9,05%) de los establecimientos que adoptaron alguna medida de desregulación, sufrió de manera combinada situaciones muy graves desde el punto de vista de la pérdida de estabilidad en el empleo y del ingreso (IVL).

La baja salarial da cuenta que una parte importante de la crisis desatada por la pandemia se termina descargando sobre los trabajadores que en promedio ya habían perdido durante los cuatro años anteriores un 40% de su salario.

Pocas empresas cuentan con modalidades institucionalizadas de participación de los trabajadores en las ganancias, por lo cual son excluidos cuando existen ganancias extraordinarias pero  incluidos cuando se trata de socializar las pérdidas.

El impacto parece estar centrado sobre todo en los sectores de industria y comercio, donde por la modalidad en la cual se desempeñan dificulta la implementación de otras modalidades laborales. Por otro lado, son actividades que en muchos casos se encuadran dentro de lo que podemos denominar como PyMES o cuentapropismo, con lo que se aparece el problema de la pérdida de puestos laborales en sectores siempre afectados por las fluctuaciones del mercado y la concentración de los sectores económicos.

Desde el punto de vista  de la acción gremial habrá que estar alertas a que el contexto de excepcionalidad no sea utilizado para incumplir normas y ensayar nuevas modalidades de flexibilidad laboral. La fuerte concentración de la riqueza profundizada en cuatro años de restauración neoliberal requiere la búsqueda de instrumentos de intervención en el corto, mediano y largo plazo. En el largo plazo la necesidad de intervenir en la concentración de la matriz productiva, en el corto plazo resulta clave implementar un impuesto a la riqueza, como así también otras herramientas redistributivas que permitan achicar la brecha social, laboral y productiva.

La crisis sanitaria puso en evidencia la crisis de empleo donde alrededor del 60 % de los trabajadores y trabajadoras se encuentran en situación de informalidad. Para ello es necesario incrementar la fiscalización, especialmente en territorios con una institucionalidad dispersa. De la misma forma poner sobre la mesa discusiones como la Renta Básica Universal, disminución de la jornada de trabajo, entre otras cuestiones.

[1]              Los distritos relevados fueron Buenos Aires, CABA, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Rio Negro, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego.

[2]                      Agradecemos a todos los delegados y las delegadas de diferentes sectores productivos, instituciones públicas y privadas que participaron activamente en las diversas provincias donde se realizó la encuesta; también a muchos colegas del campo universitario y científico que hicieron circular la encuesta habilitando contactos profesionales.

 

Colaboradores diversos Huellas Suburbanas
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