La Neo Balcanización y el Caso Venezuela

Hasta hace poco tiempo, se venían consolidando los principios de nuestros libertadores en lo que es la Unión de Latinoamérica Morena, o La Patria Grande. Con distintos matices y a través de políticas diferentes, pero con ese mismo objetivo, se amalgamaban mediante la creación de distintas instituciones: MERCOSUR, CELAC, ALBA, CARICOM, UNASUR, dándole un marco formal y, en otros casos en los que había que profundizar para fortalecer esa tan ansiada Unión.

 

Costó mucho esfuerzo a los pueblos oprimidos por el Imperialismo y las oligarquías nativas sacarse el yugo de estos, y empezar a otear un nuevo horizonte, donde se sintieran forjadores de su propio destino.

 

Ante el resurgimiento de una neo balcanización, expresada en los diferentes gobiernos que fueron elegidos “democráticamente”, con tintes fascistoides, nazistas, xenófobos y racistas que no tan sólo asolan nuestra Latinoamérica, sino que también se extienden como un reguero de pólvora en la Eurozona, en los famosos llamados países del Primer Mundo civilizado, quedando pequeños bolsones que todavía resisten los embates no tan sólo del Imperio Norteamericano, la Eurozona y las oligarquías locales con una ola neoconservadora que se pensaba que había sido sepultada después de la Segunda Guerra Mundial con el Tratado de Yalta, marcándoles las potencias vencedoras las políticas a seguir e inclusive describiéndoles una nueva geografía de reparto del mundo. Ahí la humanidad pensaba que el fascismo y el nazismo habían fenecido.

 

Hoy asistimos a la presencia de éstos, pero enmascarados por expresiones democráticas republicanas y éticas, donde recrean la ideología de los momentos más sangrientos que sufrió la humanidad.

 

En esta constelación, Venezuela es víctima de estas políticas y la canalla de vocinglerías del Cartel de Miraflores, del gobierno de Colombia y de algunos referentes del campo popular, quienes fogonean como hacía Saavedra Lamas, el primer Premio Nobel latinoamericano, que en la guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay, producía el abastecimiento para esa guerra fratricida, y luego se presentó como el mediador y apaciguador para que terminara esa carnicería entre hermanos. Ni lerdo ni perezoso partió a Suecia y el creador de la dinamita lo coronó por los servicios prestados con el Premio Nobel de la Paz en 1936. Decía Jauretche: “Los foguistas se ocuparon de hacer la paz y pasaron a ser bomberos y las mismas fuerzas que consiguieron esta transformación, consiguieron un premio para el jefe de los bomberos”. Que esto no sea ejemplo para los nuevos fogoneros ni que de ellos surja un nuevo Premio Nobel de la Paz.

 

El encuentro del G20 no es casualidad: es causalidad que se haga por estos lares. Vinieron a diseñar y a reformular las nuevas políticas (el nuevo “New Deal”) para que los países periféricos sigan en su status de semicolonias y factorías de primero y segundo grado, algo que ya había surgido en los Estados coloniales. Estas políticas están avanzando a grandes pasos y profundizando lo que ellos llaman la Globalización, esa metáfora según la cual todos pertenecemos a la aldea global y tenemos un mundo armónico, feliz y libre, usando la palabra igualdad cuando es inversamente proporcional la concentración de las riquezas en pequeños grupos, no tan sólo de capital productivo sino también de capital financiero, sosteniéndose los mismos en una gran mayoría de países oprimidos y explotados que siguen siendo satélites de los grandes imperios.

 

El pueblo trabajador de Venezuela, junto con su gobierno, tiene en sus manos el destino de seguir luchando y resolver no tan sólo el frente oligárquico conservador, sino también los distintos imperialismos que lo están acosando. La historia es agonística y por ende no es lineal: si no consolidan su política de liberación, no tan sólo Venezuela sino también los otros países que la acompañan, se dará uno de los últimos anatemas que esbozó Simón Bolívar después de todas las traiciones y en su ostracismo al expresar “hemos arado en el mar”.

 

Hay que retomar la frase de Manuel Ugarte “Latinoamérica para Latinoamérica”.

 

Mesa Provincial «Severo Chumbita», Catamarca

Ricardo Solohaga
Ricardo.Solohaga@huellas-suburbanas.info