La justicia en la justicia. Cuando la política se toma en serio las cosas.

Hace ya varios años la justicia en Argentina, encabezada por la Corte Suprema de la Nación, viene trazando un camino que por momentos pareciera no ser del todo coordinado con los valores e instituciones fundamentales de las democracias modernas. Más bien parece ser que se ha plegado hacia algunos momentos políticos de los cuales ha tenido algún tipo de provecho, en el sentido de representación en la institución misma.

 

De esta forma, el gobierno de Alberto Fernández ha empezado a trazar un camino en el cual observa algunos hechos concretos de la justicia, como hechos que deben ser repensados, analizados y modificados por toda la sociedad. Para esta tarea debe ser el Estado Nacional quien encabece esta actividad, desde ese punto de vista, junto a su ala política.

 

Ya desde el año pasado vemos que, desde el kirchnerismo, fundamentalmente el dirigente bonaerense, Sergio Berni, se viene criticando fuertemente a la justicia en tanto accionar concreto en la vida concreta y no tanto por sus argumentos o explicaciones: se está en el ojo del accionar de la justicia mismo, para desde ahí responsabilizarlos por el funcionamiento de todo lo inherente desde sus herramientas que hacen al engranaje de la sociedad, y de las víctimas en particular. Es un sano ejercicio anteponer la conducta a las normas.

 

Con la asunción de Alberto Fernández, se empezó a trabajar directamente sobre estas problemáticas, llevándolas directamente a confrontar contra la Justicia en hechos concretos, ampliamente difundidos por los medios de comunicación. Así, la hoy ex ministra Susana Losardo ha sido suplantada por Martín Soria, un hombre con tradición peronista y que se reafirma en la simbología del Frente de Todos. De esta forma, vemos que hay un claro cambio de perfil desde una muy importante profesional del ámbito jurídico y estrecha amiga de Alberto Fernández, hacia un hombre de la política, enmarcado en su fuerte historia política propia, acostumbrado a cargar con esa clase de responsabilidades. La apuesta parece subir. 

 

Queda pendiente una pregunta muy importante, donde naturalmente no vamos a poder responder, ya que la realidad misma será quien la responderá. Pero podemos plantear por la forma en que venimos relatando los hechos, que se debe entender que hay una urgencia y una prioridad en el gobierno de modificar la estructura judicial. Ya otros gobiernos lo han intentado, esto no es nada nuevo; sin embargo el futuro sigue siendo un misterio y veremos todo este proceso lo más cerca que podamos. Sin embargo, el nuevo ministro de Justicia ya viene con una propuesta: una justicia orientada al Pueblo y no hacia las corporaciones que manejan desde las sombras el lawfare. Es un buen comienzo.

Mauri Delpir
Mauri.Delpir@huellas-suburbanas.info