
16 May La importancia de la educación en el contexto actual
La Educación debe tener un lugar de importancia central en el país. Queda más que evidente que en la Argentina la educación no ocupa ese lugar.
Quedan muy lejos el Congreso Pedagógico que convocó Raúl Alfonsín, donde llamó a la sociedad a discutir sobre qué tipo de educación queríamos, o la importancia que el presidente Arturo Illia le dio a la educación, donde tuvo niveles récord nunca igualados en el presupuesto nacional.
Queda de manifiesto que, sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.
Este año se pone en juego mucho más que una elección en la que se definirán los gobernantes de los próximos años. Se juega el futuro que queremos para nuestros chicos. La educación permite la movilidad socioeconómica ascendente, el desarrollo de proyectos de vida, permite expresarse y manifestarse libremente y es clave para salir de la pobreza.
Es importante remarcar, que quienes quedan fuera de la escuela les cambia drásticamente la vida, especialmente a los más vulnerables y marginados. Por eso, es clave para el futuro personal y colectivo cumplir con la educación obligatoria, la cual debe ser equitativa y de calidad, y producir resultados de aprendizaje, pertinentes y efectivos.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires ha sido uno de los grandes impulsores de la eliminación de la repitencia en el nivel secundario. ¿Sirve? Diversos trabajos de investigación han demostrado que los chicos que repiten no aprenden más el año siguiente, si ello no está acompañado de un modelo integral y alternativo. Por otro lado, que un estudiante no repita, tampoco garantiza que ha adquirido los aprendizajes necesarios. Se trata entonces de que los estudiantes aprendan con o sin repetición, y establecer qué es lo importante aprender. Es ahí donde se debe poner el verdadero foco. En los últimos resultados de las pruebas Aprender, más del 40 por ciento de los estudiantes de la provincia de Buenos Aires quedaron por debajo del conocimiento básico en Lengua y Matemática. Es decir, casi la mitad necesita soluciones adecuadas para revertir su situación.
Debemos comenzar a pensar y delinear políticas educativas que serán las bases para formar la educación del futuro. Y hay tres temas que son centrales: la formación docente, la formación para el trabajo y oportunidades de aprendizaje más flexibles.
Una educación de calidad requiere docentes formados y actualizados, ya que tienen un rol protagónico en la configuración de las experiencias de aprendizaje. El impacto y trascendencia que tiene el ejercicio de la profesión docente en el proceso de aprendizaje conlleva a la necesidad de buscar soluciones y lineamientos claros para que obtengan una mejor formación. En tal sentido, el año pasado presenté un proyecto de Ley en el Congreso Nacional, que tiene como objetivo crear un Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la calidad de las carreras de formación docente.
Otro de los temas fundamentales será lograr que la formación de los jóvenes para el trabajo sea más creativa e innovadora. Por eso se requiere un replanteamiento del currículo, el cual desarrolle nuevas competencias adaptadas a las nuevas realidades del sistema laboral. Dotar de las competencias necesarias, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento. Para lograr una educación cada vez más equitativa, sustentable y orientada hacia el futuro es preciso formar a nuestros jóvenes tanto para los estudios superiores como para el mundo del trabajo.
Debemos todos hacer un esfuerzo en buscar en dar a la Educación la relevancia e importancia necesaria. El mundo moderno es y será el mundo del conocimiento: trabajemos juntos para darle un Futuro y Esperanza a los niños.
Pensar y trabajar por y para la Educación, es trabajar para tener un Futuro Mejor como sociedad.