LA CUESTIÓN MALVINAS

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Año 2022 y nuevamente “Malvinas”.

El archipiélago de las Islas “Soledad y Gran Malvinas” que irradia un ramillete de otras 200 islas más pequeñas, las que salpican ese espacio marítimo con rocas emergentes, haciendo un firmamento llenos de ríos de piedra y de dominantes turberas, bastante pardas, oscuras y terrosas.

Todo eso es Malvinas, un lugar conectado a un sentimiento patriótico y mezclado con ceibo y locro, revelando una leyenda avinagrada por valiosos hechos a los que el invasor niega considerar, cuando a esos acontecimientos se los quiere sumar a otros sucesos cruciales y entonces poder dilucidar una parte importante de la historia en el “Bajo Atlántico Mundial”.

Las pretensiones que se tienen y que llevan casi doscientos años sobre la situación soberana de las Islas Malvinas nacen unidas a un modo de conquista… los títulos esgrimidos que, a buen entender son el ambiente natural de la región, su vinculación geofísica con el continente y también la composición geomorfológica de la “plataforma continental argentina” que sirve como soporte oceánico y que deja al archipiélago austral en cuestión mucho más pupilo de Argentina que díscolo y paria de una potencia foránea y arrebatadora.

Digamos que, por un lado y en aquellos tiempos hemos echado a las tropas realistas y ha sido esa la razón por la cual nos hemos quedado con las Islas Malvinas.

El virreinato español, como se sabe, fue vencido y en su retirada deja a las islas Malvinas como hijas legítimas de Argentina, al tiempo que debió abandonar sus dominios imperiales en el Bajo Atlántico y entre ellos a “Les Malouines” es decir “al Archipiélago de Malvinas”.

El invasor inglés que en ese momento de la historia no se le animaba a España, en 1833 aprovecha la emancipación de Argentina, que hizo replegar las fuerzas realistas, decide avanzar intempestivamente con sus tropas para así desalojar a las legítimas autoridades que por derecho realizaban funciones de gobierno en las islas.

Un silbido con cláusulas secretas del tratado por “Nootka” entre España e Inglaterra que, desde hace años deja mal parado al saqueador de la bandera de fondo azul y de franjas rojas cruzadas, es todo lo que se necesita para probar el dominio de Argentina genuina y vencedora en batalla…

  • Durante el mes de marzo-1816, Las Provincias Unidas del Río de la Plata echaron a rodar la vincha real de Fernando VII quedándose también con las Islas Malvinas y con sus Dependencias vale decir, con otros archipiélagos de la zona como ser Las Islas Georgias y Sándwich del Sur, todos ellos ahora formaban parte de las Provincias Unidas.

 “Los acuerdos imperiales como lo ha sido el de Nootka Sound son una pieza histórico-jurídica irrefutable que realza a través del tiempo el desapoderamiento que hemos sufrido en el año 1833,  ilegítimo y contrario a toda forma tradicional de derecho, de los usos y de las costumbres en materia internacional en la Sucesión de Estados”.

Italo Selser
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