Homenaje a Felipe Varela

La Mesa Provincial Severo Chumbita quiere rendir un sentido homenaje al Gran Caudillo De La Unión Americana. Hoy, es menester hacer una reflexión sobre el pensar y obrar de Felipe Varela en el momento histórico en que le toco actuar. José María Rosas, historiador argentino, lo llamo el Quijote de los Andes, y pensando en esta definición de exclamación y halago, es más justo decir que nuestro caudillo fue un hombre de carne y hueso. Y que en la vida prosaica que le tocó vivir, tuvo grandes objetivos reales y concretos, que se forjaban al furor de las batallas y de los ideales en aras de trascender mas allá de su patria chica: Catamarca.

Su visión era más amplia y abarcadora ante los mezquinos intereses portuarios. Él luchaba por la gran Confederación y por la unión latinoamericana expresada en su reflexión, con meridiana claridad, través de su Proclama del año 1866. Sobre la obra de Cervantes: El Quijote De La Mancha, tomamos una cita de Arnold Hauser:»Si Don Quijote atribuye a encantamiento de la realidad la inconciliabilidad del mundo y de sus ideales y no puede comprender la discrepancia de los órdenes subjetivo y objetivo de las cosas, ello significa solo que se durmió mientras que la Historia Universal cambiaba».

Varela nunca se durmió en la historia, pero si lo ignoraron los manuales de la Academia de Historia mitrista oligárquica. A tal punto que recién en 1974 en cumplimiento de la Ley Nº 2657/ 73 el Gobierno De Catamarca dispone la repatriación de sus restos, que son llevados al Monumento que se ha erigido en su provincia natal; luego no hubo ni una calle, ni plaza ni alguna escuela que llevara su nombre y su busto. Citando la obra de Hugo Chumbita “entraba a la historia como jinete rebelde del bandolerismo social en argentina junto a otros patriotas que también fueron ignorados”. Como dice Galasso “Los Malditos De La Historia” que enterró la oligarquía mitrista: Chacho Peñaloza, Facundo Quiroga, Severo Chumbita, Santos Guayama, Martina Chapanay, la tucumanesa, Eulalia Ares de Vildoza, el gaucho Rivero, Victoria Romero y por cierto Felipe Varela, nuestro caudillo, entre otros. La academia liberal lo ignoro o escasamente si lo consideraba un caudillo menor y pendenciero, a tal punto que Tulio Halperin Donghi sostenía que las luchas de los caudillos eran cuestiones domésticas entre familias.

En el año 2007 fue ascendido post mortem al grado de General De la Nación, haciendo justicia a este patriota de la estatura de Simón Bolívar, San Martin y Artigas, a quienes los unía una causa común «La Gran Unión Latinoamericana”. Varela fue el caudillo más lucido que dio la patria profunda, desde nuestros ancestros respaldados por diez mil años de historia: nuestros aborígenes negros, indios, mulatos, mestizos y zambos. Varela es la síntesis de las luchas que se venían librando y se haría mayor justicia si su historia y su Proclama de 1866 fueran incorporadas a las curriculas de nuestro sistema educativo de todos los niveles.

Los ideales de Felipe Varela no han perdido vigencia. De su Proclama extraemos esta frase que muestra tal vigencia: “¡Federación O Muerte! ¡Viva La Unión Americana! ¡Viva El Ilustre Capitán General Urquiza! ¡Abajo Los Negreros Traidores A La Patria!

Mesa Provincial «Severo Chumbita» – Catamarca

Ricardo Solohaga
Ricardo.Solohaga@huellas-suburbanas.info