“Ha llegado la hora de recuperar una auténtica Democracia Representativa, Republicana, Federal y Social”

Entrevista a Héctor Amichetti, secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB)

Héctor Amichetti, el “Gringo” como la gran mayoría le llama, no amerita mayores presentaciones. Pero sí un enorme respeto. Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense, continuador de las históricas luchas sindicales que supo encabezar el dirigente gráfico Raimundo Ongaro, impulsor y figura de fuste al interior de la Corriente Federal de Trabajadores, Amichetti es uno de los más lúcidos cuadros sindicales de nuestra patria. Y tuvo la gran gentileza de dialogar por vía telefónica con Huellas Suburbanas, para dejarnos su profundo análisis integral sobre la patria que estamos pariendo por estos días, sin desdeñar en absoluto la coyuntura global dentro de la cual estamos inmersos, para comprender mejor esto que pasa.

Héctor, como primera medida quisiera saber cómo evalúa estos primeros siete meses de gestión gubernamental, y qué rumbo socioeconómico vislumbra para la segunda parte del 2020

El Gobierno Nacional que comenzó su gestión el 10 de diciembre de 2019 adoptó de inmediato medidas orientadas a mejorar la angustiante situación de los sectores más afectados por las políticas del macrismo, entre otras, mejorar el piso de las jubilaciones, implementar la tarjeta alimentaria, el bono de 4000 pesos para compensar en parte la pérdida del poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación en casi todas las ramas de actividad, y la moratoria para que los sectores de la pequeña y mediana empresa no se vean ahogados por el endeudamiento. Estas medidas tuvieron efecto positivo hasta mediados de marzo; a partir de allí la inesperada pandemia alteró todos los planes de reactivación del mercado interno.

¿Y a partir de la pandemia, cómo ves que afrontó dicha situación?

Inmerso en la cuarentena, el Frente de Todos ha actuado con acierto revitalizando el rol del Estado en defensa de la salud y la vida y protegiendo con los escasos recursos que cuenta las fuentes de trabajo y el ingreso de los sectores más afectados por la recesión. El panorama sigue siendo incierto con miras al segundo semestre del año por las condiciones que forzosamente impone la anormalidad de la pandemia, es por eso que se impone más que nunca que el gobierno avance en la profundización de medidas estructurales como es -por ejemplo- una reforma tributaria progresiva que permita obtener recursos de los sectores más beneficiados por la concentración económica y financiera para volcarlos a la reactivación productiva. De todas maneras, si bien esa es la única dirección posible y necesaria a seguir, no puede esperarse que el balance económico y social del 2020 responda a las expectativas que teníamos antes de la pandemia.

Siempre muy analítico de las coyunturas internacionales de cada tiempo, ¿Qué caracterización puede darnos del escenario comercial y político que nos atraviesa por estos días a escala global, y qué posición en tal entramado podría ser la más beneficiosa para nuestro pueblo?

A nivel internacional la situación se ha transformado significativamente ya que existe una recesión generalizada, la gran mayoría de los países no están en condiciones de afrontar el pago de sus deudas externas y la tendencia general será el proteccionismo. Por supuesto que los países desarrollados tendrán mejores perspectivas financieras que nosotros, como es el caso de la Unión Europea, que ya ha aprobado una ayuda económica monumental para los 27 países que la integran. Es muy probable que China sea la nación menos afectada por el impacto de la recesión y en virtud de ello tratará de sacar ventajas en la guerra comercial que mantiene con los Estados Unidos. Por su parte, EEUU insistirá, en el caso de nuestra América Latina, en consolidar su influencia a través de préstamos y condicionamientos por parte de los organismos financieros multinacionales (FMI, Banco Mundial, BID). Argentina debe actuar con la convicción de que solo podremos salir adelante con nuestros propios medios, que no son escasos. Tenemos importantes recursos naturales inexplotados o sirviendo al negocio de multinacionales extranjeras, capacidad industrial instalada en situación ociosa y un importante trabajo en materia tecnológica y científica, pero hace falta tomar el control de la economía, porque sin ese control no hay soberanía posible.

¿La salida pasa, una vez más, por el fortalecimiento del Estado nacional?

Es necesario fortalecer el Estado Nacional interviniendo activamente no solo en el aspecto social sino también económico y a la ya mencionada reforma tributaria hay que sumarle una reforma financiera que devuelva al sistema su carácter de servicio público para potenciar la producción y el consumo en lugar de servir a la especulación y avanzar en el control estatal del comercio exterior, actualmente en manos de un puñado de Corporaciones  integradas verticalmente mediante los pools de siembra, el transporte y la propiedad privada de los puertos, que inciden negativamente en el mercado de cambios especulando con las devaluaciones y encima estafan al conjunto del pueblo argentino evadiendo impuestos a través de triangulaciones y subfacturaciones. Es imprescindible además la desconcentración de la economía, desarticulando el accionar de monopolios y oligopolios formadores de precios que abusan de su posición dominante en el mercado manipulando, por ejemplo, el precio de los alimentos en desmedro de pequeños y medianos productores agropecuarios y afectando seriamente el poder de consumo de la población en general.

En este contexto signado por una pandemia, ¿Cómo se organiza el movimiento obrero frente a los intentos empresariales por reducir salarios y otros derechos adquiridos?

Si bien la pandemia coloca en una situación de objetiva debilidad al conjunto del Movimiento Obrero Organizado, ya que nuestra fuerza reside exclusivamente en el trabajo y desaparece junto con él. Una realidad son las actividades esenciales donde se ha mantenido y en algunos casos incrementado la actividad laboral, y otra es la de empresas que permanecen paralizadas desde hace más de 3 meses. La clase trabajadora argentina tiene una historia de fortaleza sindical que resulta una valla infranqueable para las ambiciones patronales de reducir salarios y suprimir derechos, independientemente de situaciones coyunturales como la actual en la que se complica el funcionamiento normal de las paritarias. Además, actúa como respaldo un gobierno de mayoría peronista y un poder legislativo en el que la clase trabajadora tiene una importante representación en el mayoritario bloque oficialista comprometido histórica e ideológicamente con los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Yendo más concretamente al ámbito que atañe al sector sindical que usted integra y representa, ¿Qué desafíos emergen en este tiempo, y cómo cree que será la relación, de aquí en adelante, que puedan mantener tanto con la patronal como con el Ministerio de Trabajo?

La Federación Gráfica Bonaerense integra la Corriente Federal de Trabajadores, un espacio sindical que se referencia en el Sindicalismo de Liberación que mantiene una línea histórica con raíz en los programas de La Falda, Huerta Grande, CGT de los Argentinos conducida por Raimundo Ongaro y los 26 puntos de la CGT que lideraba el compañero Saúl Ubaldini. Sostenemos que la clase trabajadora debe actuar como eje articulador en la construcción de un gran Frente Nacional en el que confluyan todos los sectores, desde las organizaciones representativas de la economía popular, las pymes, el cooperativismo, los estudiantes, las universidades, las fuerzas armadas, los intelectuales, los pequeños y medianos productores agropecuarios, es decir las mayorías nacionales unidas en interés del bien común para imponer el derecho a la autodeterminación frente al Imperialismo y las grandes Corporaciones nacionales y extranjeras que en el marco de la globalización y con una concepción moral absolutamente egoísta, derriban fronteras para obtener obscenos beneficios en desmedro de la producción y el trabajo nacional, sobre la base de tramposos mecanismos financieros especulativos que les permiten multiplicar sus ganancias minuto a minuto, incrementando la brecha de la desigualdad y la pobreza de los pueblos.

El mentado frente Nacional, ¿Amerita en la hora actual una amplia convocatoria, encabezada por el propio gobierno nacional?

El llamado del Gobierno Nacional a reunir a todos los sectores en el Consejo Económico y Social ofrece la gran oportunidad de retomar la línea histórica de planificación que fuera abandonada después del Segundo Plan Quinquenal del peronismo por las violentas interrupciones de los golpes de Estado con genocidio incluido, y por la profundización de las políticas neoliberales que instrumentaron el endeudamiento externo como herramienta de presión para obligar al ajuste y la dependencia. Ha llegado la hora de recuperar una auténtica Democracia Representativa, Republicana, Federal y SOCIAL, que sume a la natural participación de los partidos políticos el protagonismo activo de las Organizaciones libres del pueblo en el camino hacia la conquista de la Comunidad Organizada y Liberada que Argentina puede volver a mostrar como ejemplo a las naciones y pueblos de todo el mundo que necesita dejar definitivamente atrás el actual sistema de destrucción ambiental y desprecio social que naturaliza y promueve tan hirientes e intolerables desigualdades.

Héctor, la última. Al calor del proyecto de reforma judicial que presentó horas atrás el presidente, Alberto Fernández, y la pronta reacción con tintes hostiles que evidenció un sector de la sociedad y la amplia mayoría del establishment empresarial, político opositor y mediático, ¿Cómo sigue la pulseada de aquí en más, aún en medio de una pandemia?

El presidente de la Nación fue muy claro acerca de las falencias y aberraciones que se producen en nombre de la “Justicia”. El equipo de juristas que ha sido designado para realizar aportes que mejoren el sistema es inobjetable desde el punto de vista de la capacidad intelectual de cada uno de sus miembros y del pluralismo ideológico. Las grandes corporaciones que hace ya bastante tiempo penetraron los juzgados y las Cámaras, comprando jueces , son las primeras en reaccionar porque ven venir el derrumbe de una estructura por ellos comprada y su reemplazo por otra que se maneje con absoluto equilibrio, respetando los legítimos derechos del ciudadano, individualmente, y del pueblo en su conjunto. La clase trabajadora, a través de sus organizaciones, brinda todo el respaldo a la iniciativa del gobierno y la Corriente Federal de Trabajadores señala puntualmente que éste debería ser un primer paso en dirección al debate y sanción de una nueva Constitución que recupere el sentido social que tenía la Constitución de 1949, ilegalmente derogada por una tiranía para restituir la injusta y desactualizada concepción liberal que sólo garantiza derechos absolutos y justicia para los más poderosos.

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com