
07 Ago Golpe de estado en Bolivia
El rompe cabezas está completo
El golpe de estado contra Evo Morales el cual la derecha se esforzó en desmentir y “disfrazar” quedo expuesto en estos días, visto en perspectiva parece una película de terror donde al que avisa del horror lo tratan de loco o lo estigmatizan para creerlo poco confiable.
El 5 de septiembre de 2019 el portal del gobierno de Jujuy publica: “Bomberos jujeños continúan luchando contra los incendios en Bolivia, desde ayer un grupo de 12 bomberos de la Policía de la Provincia que viajó junto al Gobernador Gerardo Morales, el Ministro de Seguridad, Ekel Meyer, y la Ministra de Ambiente María Inés Zigarán, hacia Santa Cruz de la Sierra- Bolivia y comenzó a trabajar en distintos focos de incendios organizados en dotaciones en la localidad de Portachuelos, camino a Loma Alta”.
La noticia obviamente no mueve a otra cosa que a elogios hacia el gobierno de Gerardo Morales ya que la solidaridad frente a un desastre natural en un país vecino es un hecho noble, si uno quiere mirar bajo el agua se preguntara para que fueron el gobernador y su ministro de seguridad que de incendios no saben nada y justo a un distrito boliviano que gobierna Rubén Costas un enconado opositor a Evo.
El 4 de setiembre del 2019 la hija de Donald Trump, Ivanka Trump visito Jujuy para entre otras cosas recorrer emprendimientos femeninos auspiciados por la ONG Pro Mujer con sede en Nueva York,pero que trabaja en varios países de Latinoamérica.
Esta visita de una asesora de la Casa Blanca llama la atención por realizarse a una provincia Argentina de las más pequeñas algo bastante poco frecuente pero bueno podemos creer que esto forma parte de una política de seducción hacia los más pobres de nuestro país, pero hay algo que no puede dejar de verse y es que Jujuy limita con Bolivia y acompañando a Ivanka estaba el subsecretario de Estado de Estados Unidos, John Sullivan, un cargo importante que necesita aprobación del senado (Actualmente Sullivan es embajador en Rusia).
Evo Morales fue obligado a renunciar el 10 de noviembre de 2019 ante una «sugerencia» de jefe de las Fuerzas Armadas tras 21 días de protestas callejeras, de un amotinamiento policial y de que la OEA denunciara irregularidades en el recuento de las elecciones presidenciales del mes anterior, que había dado ganador al mandatario, en el poder desde 2006. La vicepresidenta segunda del Senado, la dirigente de derecha Jeanine Áñez, asumió la Presidencia dos días después en una polémica sesión sin quórum legislativo.
En diciembre de 2019, la OEA emitió un informe final sobre los comicios del 20 de octubre en el que denunció tácticas «deliberadas» y «maliciosas» para inclinar las elecciones hacia Morales, pero dos análisis independientes separados rechazaron las afirmaciones y desestimaron el análisis estadístico sobre el que se basaban. Un total de 37 manifestantes fueron muertos en noviembre en la represión de protestas contra el golpe de Estado en las ciudades de Sacaba y Senkata por parte de fuerzas de seguridad que habían recibido garantías de inmunidad por parte de Áñez.
A todo esto la Cámara de Representantes de Estados Unidos sancionó una ley que incluye un llamado al Gobierno del presidente Joe Biden para investigar si las denuncias sin fundamento de la OEA sobre irregularidades electorales contribuyeron al golpe de Estado contra Evo Morales en 2019.
Complicidad argentina
El periódico cordobés “La nueva mañana” en su edición del 14/11/2019 publica las afirmaciones de la legisladora boliviana Alicia Canqui Condori quien volvió a poner el ojo sobre la participación argentina en el golpe contra Evo Morales. Juan Grabois lo había deslizado.
La diputada nacional boliviana del MAS Alicia Canqui Condori aseguró que «en Jujuy se ha reunido la hija de Donald Trump para planificar todo este plan que han hecho en Bolivia». Los dichos vuelven a poner el ojo sobre la supuesta participación de Gerardo Morales, que había empezado a insinuarse desde comienzos de la semana.
Días atrás, la versión había sido echada a rodar en nuestro país a partir de una denuncia que había realizado el referente de la Ctep; Juan Grabois. “La posición del Embajador Normando Álvarez parece confirmar complicidad del gobierno argentino con el golpe de estado. Gerardo Morales, Ivanka Trump, Ruben Costa, Fuerza Área, «ayuda humanitaria», paracaidistas: olor a gas y litio”, había twitteado Grabois.
“Sos un pelotudo importante”, le había contestado Morales. “Dejá de volar por la estratósfera, de incentivar la violencia y dejá de manejar a los pobres como clientes. Niego totalmente tus inventos”, afirmó el jujeño.
El rol de la OEA en Bolivia
La OEA no solo hizo un informe totalmente falso, Almagro, como su titular, buscó por todos los medios legitimar al gobierno de facto de Áñez pese a crecientes denuncias internas e internacionales de persecución política y violaciones de los derechos humanos. En medio de esa situación, y con el apoyo de Donald Trump, fue reelecto al frente del organismo.
En diciembre pasado, el presidente Alberto Fernández aseguró que «que Almagro siga en la OEA es penoso porque fueron cómplices del golpe de Estado en Bolivia». Fue en la misma semana en que el Parlamento Andino aprobó una resolución para investigar el rol del organismo panamericano en el golpe de Estado.
Es por ello entre otras cosa que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador llamó a los países de América Latina y el Caribe a mantener vivo el espíritu de Simón Bolívar y construir en el continente americano un proyecto económico semejante a lo que es la Unión Europea (UE), pero apegado a nuestra historia e identidades, y planteó no descartar la sustitución de la Organización de Estados Americanos (OEA) por un organismo autónomo, no lacayo de nadie.
En la misma línea el presidente argentino dijo:
“Lo que ha hecho la OEA en Bolivia necesariamente debe ser investigado y necesariamente debe ser juzgado, porque ahora no caben dudas de lo que pasó”, expresó tras recordar cómo se impidió la consagración de Evo Morales y se consumó el golpe de Estado.
Armas para La dictadura
El escándalo por el envío de armas a Bolivia se desató cuando apareció en la embajada argentina una carta que había enviado el entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana Jorge Terceros Lara para agradecer por la “colaboración” de las autoridades argentinas. La misiva estaba fechada el 13 de noviembre de 2019, el mismo día en que llegó un contingente de gendarmes argentinos con la misión de preservar la seguridad de la embajada, En la nota, Terceros Lara agradecía la recepción de 40.000 balas antitumulto 12/70, gases lacrimógenos de dos tipos distintos y más de 100 granadas de tres clases diferentes.
Ahora, en el ministerio de Defensa, se halló un informe que confeccionó un suboficial dándole entrada al material represivo. Edmundo Novillo Aguilar ministro de defensa explicó en una conferencia de prensa que brindó a finales de la semana pasada que se trata de un “acta de entrega y recepción de esos seis ítems de agradecimiento” y aclaró que fue hecha de manera irregular. “No lleva ni firma ni sello”. Sólo está consignado el nombre del suboficial que estuvo a cargo de su armado.
La documentación se suma a la que se halló en poder de la Policía de Bolivia. En esa fuerza primero se encontraron 29.600 balas antitumulto en un depósito cerca de La Paz. Después se dio con una especie de recibo confeccionado por unos mayores de la policía dándole ingreso a las balas y las granadas el mismo 13 de noviembre. Todo indicaría que las municiones que salieron de Argentina se repartieron el mismo día en que el Hércules C-130 rozó suelo boliviano.
“Es una demostración más cabal de que el cargamento llegó a Bolivia. Ya no es sólo la Policía, sino que también la Fuerza Aérea Boliviana aporta datos”, evaluó el embajador Basteiro
En Buenos Aires avanza la causa por contrabando agravado contra Macri, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, el exministro de Defensa Oscar Aguad, el exembajador Normando Álvarez García y el exjefe de Gendarmería Gerardo Otero, entre otros. En el expediente hay otros tres integrantes de esa fuerza imputados. Entre ellos está Adolfo Caliba, el agregado de la Gendarmería que recibió en el aeropuerto de El Alto el cargamento que terminó repartido entre la Policía y la FAB. Caliba es un personaje importante en la trama. Terminó imputado en la causa días después de que el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpio, dijera que tenían identificado al uniformado argentino que entregó el material represivo.
Todo comienza encajar cada pieza ocupa su lugar: en EEUU se planifico el golpe de Estado de Bolivia en forma meticulosa, con complicidad interna boliviana, y un aporte sustancial del gobierno de Mauricio Macri sus ministros y el gobierno jujeño.