
06 Dic ¿Existe la influencia británica en argentina?
Por: El Pibe de los Astilleros
Algunos pensarán que la pregunta es retórica, otros que es “vieja”, otros que la pregunta ya fue respondida por aquel libro de Scalabrini Ortiz (Política Británica en el Río de la Plata)
Claro está que a través de los años pasados, la influencia británica pasó del Río de la Plata con su política extractivista con el ferrocarril, a una intervención clara y concreta en territorio. Y ya no solo desde el ferrocarril y el puerto, sino desde la ocupación de un territorio concreto como es Malvinas, y desde ahí extender su influencia por medio de tratados y acuerdos realizados por los más grandes de los vende patria de la Argentina, que no sólo no tienen perdón, sino que de manera seria habría que empezar a pensar en una clasificación jurídica como de lesa patria.
Empecemos por contar algunas cosas que pasan y nos muestra la situación en que nos encontramos:
1º Argentina tiene una hipótesis de conflicto clara y concreta, es la ocupación de territorio nacional por una potencia extranjera, llámese concretamente la causa MALVINAS.
2º La derrota de Malvinas llevó al gobierno recién asumido del gorila musulmán y su ministro de relaciones exteriores de ese incipiente gobierno, Domingo Cavallo, (sí, el mismo que viste y calza) ya había nacionalizado en el 82 las deudas de los grupos económicos para que todos los argentinos la paguemos. A dos meses de haber asumido, firma el llamado Acuerdo de Madrid. Fue tan malo para Argentina que no se animaron a presentarlo en el Congreso para su aprobación, y quedó en una carta de intensión, que el Reino Unido en cada mesa de debate del tema la juega para “empiojar” la discusión. En ese acuerdo se reconoce la derrota de Malvinas, se le paga la victoria con la entrega de la explotación minera a manos de todas empresas del Commonwealth (o sea la corona británica) reconoce a Malvinas como territorio independiente, bandera y demás, la famosa zona de exclusión entre lo mas ruinoso. Y como esto se firmó en Madrid, España es garante y se gana los derechos de pesca en el Atlántico.
3º El desastre del acuerdo Foradori Duncan en septiembre de 2016; terrible entrega capitaneada por la entonces canciller Malcorra y su vice Foradori de la mano del mamerto. Básicamente establece quitar todas las barreras e impedimentos comerciales y económicos, esto va a pedido explicito de la corona para no tener que gastar dinero de los británicos, si no por concesiones y explotaciones en la isla y en el mar argentino poder sostener el enclave colonial.
Esto llevó la rápida entrega de licencias y concesiones; como primera medida, la construcción en Puerto Argentino del puerto de aguas profundas de casi 21 mts, un aeropuerto de tamaño importante para poder realizar vuelos directos a Gran Bretaña, la plataforma petrolera británica de la empresa Desire Petrolium para extraer a 7600 mts de profundidad con dos helipuertos y dos grúas con un costo aproximado de 36 U$S millones. Esto es un inicio para ir camino a la extracción de lo, por el momento, descubierto en esta cuenca de 60000 millones de barriles. La otra parte es la minería marina, una nueva etapa del extractivismo: en el suelo marítimo se encuentran piedras de origen volcánica llamadas nódulos polimetálicos. Estos nódulos contienen en su centro varios metales como lo son el cobre, cobalto enriquecido, manganeso, níquel, molibdeno, vanadio, wolframio, titanio, niobio, y claro, oro y plata. Esto se extrae por medio de unas máquinas submarinas similares a las de cualquier mina; se vuelcan en unas tolvas y se elevan a los barcos para después ser procesados, además del otorgamiento de licencias pesqueras.
Esto sucede hoy en el mar argentino, pero ¿Qué pasa en el continente y en especial la Patagonia?
Se sabe que desde hace años la predilección de la corona no es solo Malvinas por ser estratégico en la unión de los dos mares como el Pacifico y el Atlántico. Además de estar ahí, a mano del Indico, sino también del continente Antártico.
Pero parece que no les alcanza. Además de participar en varios de los emprendimientos petroleros y gasíferos de la zona de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, encontraron un nuevo negocio: el llamado filón del Deseado, extensión del territorio de la provincia de Santa Cruz y sur de la de Chubut, que va desde Puerto Deseado hacia la cordillera donde hoy se encuentran una veintena de minas, todas con nombres muy autóctonos pero con conformación financiera nada nacional. En el filón del Deseado hoy se extrae el 80% de la producción de oro y plata de Argentina, un promedio de 150 kg de oro y 700 kg de plata diario, esto según declaración jurada de las propias mineras. Esto representa aprox 60 toneladas anuales en dinero 3500 U$S millones que, limpios, les quedan 2500 U$S millones menos gasto de transporte y refinamiento. A la Argentina le corresponden en concepto de regalías un magro 3% que serían más o menos unos 230 U$S millones.
Dicho esto, parecería que la bandera argentina en algunas partes de nuestra patria sólo flamea como bandera de cortesía. No cabe duda: debemos navegar nuestro mar, debemos volver a recuperar nuestra flota de bandera. Necesitamos la presencia de patrulleros oceánicos multipropósito para patrullar las 6,5 millones de km de mar argentino, y así frenar el saqueo, y debemos desarrollar una empresa nacional minera que extraiga de manera sustentable y no dañar el medio ambiente, y recién allí, ejercer y recuperar nuestra soberanía.