Esperando el Milagro

Están próximos a cumplirse seis años desde que Milagro Sala se convirtió en presa política del estado jujeño y, por complicidad, desinterés u omisión, también del estado argentino. La sola idea de que una guerrera popular alcanzara niveles de poder genuino tan impresionantes como el que Milagro tuvo sobre vastos sectores plebeyos de Jujuy, era una afrenta que las castas que gobiernan Jujuy (de los Fellner a los Morales) como si fuera su propio reino, no podían tolerar.

La arbitrariedad, el desdén, el encierro, el abuso de poder contra Milagro deterioraron su salud física y mental, como lo denunció el Dr. Jorge Rachid, uno de sus médicos, y la continuidad de esta situación amenaza con agravar el cuadro. La propia Milagro, entrevistada recientemente por Juan Grabois y Página/12, relató su triste devenir y denunció el silencio del Frente de Todos con respecto a los presos políticos.

La lucha por la libertad de Milagro Sala forma parte de la lucha de clases dentro del frente nacional, es la cuestión social dirimiéndose desigual, combinada y en simultáneo con la cuestión nacional. Es una cuestión de clase. Una líder negra, indígena, plebeya, una mujer de los trece ranchos contra la opresión oligárquica central y a su vez, dentro frente nacional, contra el silencio del nacionalismo burgués y el ala UCeDé del FdT, aliada a Morales. La prisión de Milagro es una cuestión de clase. PROHIBIDO OLVIDAR.

Sebastián Jiménez
sebastianjimenez@huellas-suburbanas.info