
23 Jun Encuentro “Todo sobre el Covid”
El pasado martes veintidós de junio, en un encuentro virtual organizado por la Asociación “Identidad Bonaerense”, pudimos participar, bien que no plenamente por razones de trabajo, de la extensa y apasionante exposición del Doctor Jorge Rachid acerca del tema del título de esta nota.
Haciendo gala de una claridad envidiable, el especialista recorrió asuntos tan complejos como los orígenes y las causales del fenómeno.
Aclarando, justamente la complejidad del mismo no sólo por las particularidades del virus. Y de éste en especial.
Señala Rachid que en el marco de una crisis civilizatoria que se viene agudizando desde hace cincuenta años o más, van coincidiendo el deterioro ambiental, la agudización de conflictos geopolíticos, la concentración del poder y la riqueza en pocas manos. Así como una imparable pérdida del control sobre la conducta de ciertas personas y organizaciones en materia de “ética pública” (la expresión es mía).
Si bien el calentamiento global y el avance de la frontera agropecuaria sobre espacios naturales se han acelerado, no era fácil prever que eso afectase de manera tan extrema la evolución de microorganismos y estos parásitos (así remarcó el disertante) que son “bichos especiales”. De su veloz capacidad de invadir y multiplicarse explosivamente en las células de su “hospedador” involuntario, derivan otros efectos que hacen dificultosa en extremo la búsqueda de su control.
Al multiplicarse (y en mayor medida cuando lo hace aceleradamente en poblaciones “expuestas”), muta descontroladamente. Es decir, azarosamente. Por lo cual algunas de sus variantes lo hacen acelerando a su vez la capacidad infecciosa. Y, como suele suceder en los procesos evolutivos, algunas de esas formas no resultan coincidentes con el entorno (por lo cual, no se mantienen activas), mientras otras resultan especialmente peligrosas. Por su letalidad y por el estallido exponencial de su presencia.
Remarcó entonces que, en el escaso tiempo en que se lo ha podido estudiar (no mucho más de un año y medio) el Coronavirus SARS 2 (uno de los varios del tipo virósico que provocan cuadros respiratorios severos) fue desnudando cuestiones complejas que permanecían encubiertas o “aletargadas”.
Pasó así a reconocer cuestiones locales de la deteriorada situación sanitaria (estructural y potenciada por los cuatro años de la gestión macrista) con los manejos inéditos de grupos económicos que, simultáneamente, profundizaron la captación de “el mercado farmacéutico”, los sectores de investigación en microbiología, los grandes medios masivos de información y propaganda, así como grupos históricamente menores de accionistas del sector productivo de alimentos y otras necesidades de los pueblos.
De la mano de ese terrible marco, señaló el accionar de un gobierno que no disponía de demasiadas herramientas. Y puso en acción algunas que, incluso a nivel internacional, han ido funcionando: el aislamiento y el distanciamiento; el auxilio a los sectores más débiles, imposibilitados de obtener el sustento diario por los medios que conocía, y la obtención de vacunas para una campaña rápida y eficiente de vacunación masiva.
Indicó que, como es sabido, el aislamiento primero y el distanciamiento después, preventivos y obligatorios, así como el uso de barbijos y la ventilación de espacios públicos cerrados, han dado buen resultado.
Pero se han visto trabados por el accionar de sectores arteros, capaces de poner en riesgo la salud de todos para recuperar un poder que no imaginaban perder.
Recorrió la historia reciente, nacional e internacional, para identificar las coincidencias entre sectores internos y de otros países, en la disputa por espacios de control de las economías, que, como en el caso norteamericano, pasó a utilizar medidas proteccionistas para cubrir su crisis en materia de trabajo para amplios sectores de su población. Esto en abierta contraposición con su tradicional discurso liberal.
Y señaló además, cómo el autoritarismo de las oligarquías se articula con los discursos “libertarios”. Tradicionales unos y muy modernos otros, pero coincidentes en cualquier campaña que apunta a deteriorar acciones hacia el bienestar popular.
No dejó de destacar la importancia de sostener la vacunación, que desde hace más de doscientos años, ha podido controlar otras enfermedades que venían diezmando a las poblaciones más débiles. Incluso en los hoy llamados países desarrollados…
… En los cuales también hubo campañas antivacuna. Hasta en los tiempos napoleónicos.
No pude terminar de escuchar al Doctor Rachid, cuando comenzaba a apuntar a otros aspectos de naturaleza sociocultural. Por las razones antedichas. Y también, posiblemente, porque se me hubiese “puesto cuesta arriba” señalarle a un hombre de su capacidad intelectual y política que, aunque a menudo nos cueste aceptarlo (a algun@s más que a otr@s) llevamos puesto un “saco histórico” demasiado ajustado en lo ideológico.
Y que sin reconocer y aceptar que mientras sea el poder del dinero el que maneje las decisiones de los gobiernos, será muy difícil atender las necesidades genuinas de los pueblos. Más allá de las buenas intenciones de “todos”.