
06 Jun En tiempos de pandemia “es necesario dejar la disputa política tonta y enfocarnos en los temas importantes”
Entrevista a Diego Llaneza, dirigente de Juntos por el Cambio en Morón
Conversamos con el empresario local Diego Martín Llaneza, histórico militante y dirigente del PRO de Morón, reconocido armador de la política territorial y con relación directa con la militancia barrial, se lo reconoce por propios y extraños por su buena capacidad de articular tanto con sus compañeros de frente político como con adversarios de “la vereda de enfrente”. Una valía poco común en tiempos de profundización de “grietas” en la disputa política criolla, razón más que suficiente para buscar entablar contacto y conocer más en profundidad al mencionado referente.
Ya desde un inicio, Llaneza abordó con suma afabilidad la videollamada que establecimos para concretar nuestra conversación, y disparó sin concesiones: “Vivimos una situación especial, en la cual tenemos que atender las necesidades sociales y económicas de la gente, y compatibilizarlas en este marco de pandemia. Entonces, es necesario enfocarnos en qué discutir, y en qué otros temas, no hacerlo de momento”.
Diego, desde inicios del presente año, el sector de JxC que integrás, junto a concejales como Alejandra Liquitay y Cristian Herrera, entre otros muchos militantes, se fue posicionando con afiches en la vía pública. ¿Cuál sería el desafío que plantean, desde Juntos por el Cambio y de cara a dar la disputa interna?
Tuvimos primero que aprender y absorber una derrota, y desde ese momento se consolidaron diferentes análisis con más o menos grado de autocrítica. Ahí comenzó el primer problema con el sector que lidera el ex intendente Tagliaferro, por su falta de crítica e insistencia en su propio liderazgo. Emprendimos un camino de soledad, en un principio, y la pandemia cayó muy rápido, por lo que tuvimos que dedicarnos a asistir socialmente a propios y ajenos, a ser solidarios, a dejar la disputa política tonta y enfocarnos en los temas importantes; abocarse a las necesidades, ni más ni menos. Tenemos matices, y hay que dar la discusión pública de una interna. Así que desde el 9 de enero iniciamos esa estrategia de visibilidad pública, y no hemos parado de crecer.
Según me contabas previamente, junto a un nutrido grupo de jóvenes…
Sí, y sin nada a cambio, en una época en que la militancia política está rentabilizada. Disponer de un grupo nutrido de jóvenes de esa calidad… fortalece mi concepto de entender a la política desde un costado más romántico, del armado político que es lo que más me ocupa. Y casi fuimos expulsados de un Partido por querer señalar errores…
¿Graves?
¡Varios de nuestros funcionarios tienen que dar explicaciones serias! Y hasta obvias. Nosotros estamos confiados, tenemos una boleta para disputarles la interna.
¿Ya es un hecho que van a disputar esa interna en las PASO venideras?
Sin lugar a dudas, porque no hay ningún ego a quién alimentar en nuestro espacio. Estamos preparados para asumir cualquier resultado. Podemos ganar la interna, más allá de la enorme asimetría de recursos económicos a favor del otro sector de JxC. Pero nos dieron ventaja, porque quizás a causa de la pandemia, a lo largo de este año y poco más, no han salido a la calle.
El bloque oficial de 7 concejales de JxC en Morón es un número aún muy robusto, pero lo que observamos es que no logran, al menos para el ciudadano común, instalar una referencia fuerte que brote de dichas filas.
Eso tiene una explicación estratégica. Tienen un problema de organización por exceso de verticalismo. Nada se actúa sin la aprobación de Tagliaferro, entonces terminan no brindándole a la ciudadanía todo lo que les podrían aportar. Es gente valiosa a la que ese verticalismo le juega en contra. Pierden energía.
Danos un ejemplo de esto que querés señalar.
Durante la pandemia tuvimos un ejército a disposición, que no estuvo en la calle asistiendo gente, por una decisión estratégica de llamarse a silencio desde su conducción. Y eso para mí, fue un error. A la gente que enfrento en esta interna la considero, insisto, muy valiosa, y sin dudas en 2023 estaremos todos juntos para recuperar la municipalidad. Lo que dirimimos en estos momentos son los liderazgos, la conducción. El nivel de concreción al trabajo que tiene el ex intendente, es muy chico. Trabaja 1 día a la semana, es como que sobra a la política. Y lo que está pasando a nivel general merece muchísima atención y dedicación. Esta interna puede servirnos para forjar un equipo de trabajo más horizontal, en el que puedan aportar todos los sectores que integran Juntos por el Cambio.
Te vengo escuchando, y destaco que solés aplicar el término “rivales” y no “enemigos”…
Para mí es un caza-bobos hablar de grieta y de enemigos. Te doy un ejemplo: Vas a la noche y encontrás en Plaza La Roche a mucha gente comiendo. ¿Nos vamos a volver locos e indignados porque “conocimos” eso ahora? Si eso sucede hace 5,7 años, fácil. Hay que solucionar el problema de fondo y eso únicamente lo puede lograr el Estado. Y de buena fe, sin selfies ni medios, llamar al secretario de Gobierno, y hablar del problema que detectamos, para que se pueda actuar en consonancia. Es la manera de hallar soluciones. En esa lógica no puede haber “enemigos” si en la práctica coincidimos en esos grandes objetivos. Y no hacer eso de la selfie dando el plato de comida, que es denigrante para la otra persona, y me volví a mi casa y me olvidé de ellos. Tenemos que cooperar en aportar soluciones. No hay que abusar de las nuevas herramientas tecnológicas, para no convertir a la política en algo muy berreta.
Ser rivales, por ende, no quita que no sea posible coincidir en temas claves. Resolver el hambre, trabajar juntos contra la pandemia, por dar ejemplos bien tangibles de nuestra realidad.
Hay temas en los que no puede haber diferencias. Eso también lo experimentamos cuando ganamos en su momento la intendencia, y éramos minoría en concejales. En aquel momento, en el HCD había personas de mucho fuste, Lucas Ghi, Hernán Sabbatella, Diego Spina, Florencia De Luca, Claudio Román… la primera línea del sabbatellismo. Y pudimos acordar en muchas votaciones importantes durante dos años. Ahora, para la tribuna, comentar esto seguramente no “garpa”, pero yo creo en esa política de construcción. La solución de los problemas reales se logra conversando; no está de moda decirlo, pero esto es así. Alcanzar puntos medios. Yo pude convencerlos a nuestros rivales de votar a favor para colocar las luces Led, de hecho me encantaría tener a muchas de esas mentes de nuestros rivales en nuestro equipo, ¿Por qué voy a negar eso? Y, al final del camino de aquellos primeros dos años, ellos no me destruyeron. Después, ya con mayoría propia, creo que llegaron la mayoría de nuestros errores. La democracia gira mejor cuando los políticos están obligados a conversar. Si te volvés una oposición irreductible, en algún momento terminás perdiendo el rumbo.
En definitiva, ¿Vos me afirmás, a diferencia de muchos otros dirigentes, que en política no hay blancos y negros?
T e lo resumo clarito: Separar en blanco y negro es un razonamiento para tontos. No existe eso. La bandera de no prendernos al conflicto, que enarbolamos los primeros años del Pro, se rompió con la invención de la “grieta”. Luego se enarboló una estrategia, con especial énfasis de azuzar la grieta para las elecciones de 2017, pero no proveníamos de esa forma de construir, sino de ser propositivos. Yo vengo desde el principio del partido, y un grave error de muchos pibes que ingresaron durante los últimos años, es creer que nuestro ADN es fomentar la grieta. Hay estrategias políticas que se implantan en beneficio de los políticos pero perjudica a todos los demás. Y eso sigue de moda. Cuanto más le pegás al otro, más chances tenés de ser popular.
Quizás, una de tus tareas sea trabajar en la formación de los más jóvenes en torno a esos principios de diálogo democrático.
Sin duda, están en el camino del aprendizaje, y en algún momento se van a enterar de que no existen blancos y negros. Nada es tan terminante. Si querés armar una alternativa de poder, necesitás armonizar a todos los sectores que puedas, y ahí no se eligen blancos y negros. Para hacer esa construcción de masas, y ahí la grieta, insisto, es un caza bobos; la gente termina votando por miedo, ¿Y qué solucionamos con eso? Nada. Y ni siquiera lo intentamos al tener esa actitud.
¿Te ves como candidato?
Esta construcción que encabezo es más que nada por necesidad, jamás quise ser candidato ni funcionario, porque yo vivo de lo privado. No necesitaba ni necesito eso. Ahora puse mi nombre, soy conocido por mi sector político y por esa necesidad de mostrar que este proyecto es serio y va para adelante, es que me puse al frente. Nuestra pelea no es tanto por nombres, sino para construir algo más horizontal. Construyamos un espacio donde sea fácil participar, tener opinión y formar parte de las decisiones. Más allá de que a la gente le guste votar apellidos, hay que apostar a mostrar que detrás del mismo, hay una construcción política de equipo, porque sino corrés el riesgo de votar a una estructura hueca. Este desafío es un camino largo, pero nosotros vamos a empezar a gestar una alternativa de gobierno de cara a 2023.
En función de ello, ¿Qué diagnóstico hacés de la actual gestión municipal, y qué correcciones propondrías?
Es muy difícil evaluarla sin hablar de pandemia. No tuvieron ni siquiera un año de tranquilidad para promover sus políticas, así que no es serio evaluarlos. Nuestra primera reacción, ni bien arrancó la pandemia, fue conversar en privado para asistirlos. Era un año de gestión y con pandemia. Muy caótica la situación, así que, sin publicidad, decidimos ayudar. Nos ocupamos en silencio durante varios meses, de fumigar los centros comerciales dos veces por semana. Tengo amistad con Claudio Román, a cargo de Obras y Servicios Públicos, y prestábamos nuestros trajes para esas tareas. Se trata de ayudar a salvar a nuestros vecinos en una pandemia, ahí muere toda diferencia.
Y en este segundo año que transcurre, ¿Detectás algo para señalar de la gestión?
Que no se abren. Involucremos en temas sagrados, como puede ser la salud, en privado a todos los sectores de las fuerzas vivas locales. Empresarios, trabajadores, eclesiásticos, oficialistas y opositores.
Hay varias entidades que aceptarían gustosamente tal iniciativa
No tengo dudas de que nadie rechazaría ocupar esa silla, pero no está de moda: Esta propuesta es anti-grieta, pero se trata de colaborar desde todas las fuerzas para resolver los problemas más urgentes y de fondo. La pandemia trae coletazos sociales, de seguridad, laborales. Hay que resolverlo entre todos, en privado. Yo tengo fe en que se logre construir algo así, si bien es difícil: gane quien gane, luego siente que tiene la botonera a mano y que todo lo que implique dialogar es sinónimo de debilidad; yo creo que, por el contrario, es signo de inteligencia. Todos sabemos que la frazada es recontra corta, entonces, ¿Cómo maximizamos entre todos los factores de poder, te reitero, eclesiásticos, judiciales, sindicales, policiales…? A futuro, Morón tiene que focalizar su presupuesto en sus necesidades; parece tonto, pero es muy complejo.
¿Cuáles serían esos temas más relevantes para los vecinos?
El presupuesto es acotado. Más de la mitad se va en sueldos, un 25/30 por ciento para recolección de residuos, un porcentaje para el hospital municipal, actualmente con grandes erogaciones a causa de la pandemia. Hoy día, sumadas esas cosas, no tenés libre disponibilidad. El tema de la recolección de residuos es más serio de lo que parece. Que tengamos que contratar a una empresa privada para poner una escoba, un tacho y que el barrendero camine… y la diferencia de costo entre un barrendero privado y uno municipal es de 4 a 1.
¿Estás planteando abiertamente la municipalización del sistema de recolección de residuos?
Sí,. Y no veo que este tema se esté debatiendo en Morón en toda la dimensión que tiene. Para ponerlo en agenda tenés que estar dispuesto a ponerle el cascabel al gato. Nosotros tampoco lo logramos. Ponerlo en agenda ya sería mucho, y no hay que esperar al 2023, no vaya a ser cosa que prorroguen el contrato por 8, 9 años más, porque si no, no vamos a poder arreglar ni una calle sin la ayuda de provincia o nación.
Es altamente probable que, con la debida comunicación e información en los barrios, la gran mayoría de la población esté de acuerdo con esta propuesta…
Sin dudas, pero por ahora no podemos empujar lo suficiente algunos temas, porque la pandemia tiñe todo, y hay otras urgencias. El cierre del Aeropuerto de El Palomar también fue un grave error, con el boom de las entregas a domicilio podríamos tener un centro de paquetería y distribución a nivel regional.
En resumen, el mensaje a los vecinos es que contás con una batería de ideas realizables, en conjunto con el grupo que integrás, y sobre las cuales ya están trabajando para perfeccionarlas.
El mensaje es que no podemos decirle a la gente que nos voten en 2023 y van a cambiar las cosas como por arte de magia. Con buena fe, comenzás desde ahora con las herramientas disponibles, después tendremos más. Caso contrario, no seríamos genuinos.