El odio de clase

El sábado 12 de marzo, en un episodio ampliamente difundido por sus promotores ideológicos con titulares desmentidos en sus textos, un señor autoproclamado justiciero increpó en una pescadería de Mar del Plata a nuestro Secretario General, Roberto Baradel. Un dato interesante es que el compañero sindicalista fue a apoyar un acto de la Ciccop en esta ciudad, un actitud de solidaridad de clase.

El intercambio (injustificado) de palabras iniciado por un prepotente fue festejado por el periódico de doctrina como un justiciero de clase (media? Odiadora? Indignada? Inducida al fascismo?…) fue filmado por la acompañante/esposa del agresor y ampliamente difundido por redes.

Los que domesticaron durante décadas a sus públicos cautivos para rechazar todo lo que huela a defender a los trabajadores, a los que organizan fuerzas populares para intentar equilibrar la injusticia cotidiana, los que elevan la voz democráticamente y nunca le levantan la mano a nadie… celebraron en sus espacios de anonimato (es casual que el nombre del agresor no se publica, pero si el del agredido…) este acto gratuito de ofensa personal.

No hay causas, ni juicios, denuncias fundadas ni presentaciones judiciales contra Baradel, porque no hay motivos. Mientras los que lo espiaban, amenazaban y exponían por televisión a su familia, multaban a su organización, se organizaban para crearle persecuciones judiciales, realizaban campañas de desprestigio y con sus troles bombardeaban redes para esparcir mentiras, fotos truchas, noticias falsas… Todos están empapelados en juicios avanzados en curso…

Pero el señor «argentino medio» y su esposa insultó al que fue víctima de toda forma posible de destrucción psicológica, familiar y política, intentando (una vez más) erosionar de modo organizado la voluntad de un referente sindical intachable. ¿Cómo se llama eso?

Gustavo Zapata
gustavo.zapata@huellas-suburbanas.info